Capítulo IV. LA BÚSQUEDA DEL SANTO DHARMA. Continuación. "Unos dos días después de mi partida, el Lama preguntó a su señora que hacía yo. Ella replicó que probablemente estaba en camino pero que era incapaz de decir exactamente dónde. '¿Dónde fue y cuándo?' preguntó el Lama. Y ella replicó: 'Oh, él decía que aunque tanto trabajó para ti, aun no estabas dispuesto a darle las Doctrinas, sino sólo reprimendas y golpes, de modo que se marcharía y buscaría otro Gurú en algún lugar. Y como si yo hubiese venido a contarte su intención sólo le habría hecho merecedor a otra tunda, preferí no hacerlo. Hice lo más que pude para inducirlo a quedarse, pero no pude retenerle; se fue ayer'. "Ante estas nuevas, la faz del Lama se ennegreció como la noche. '¿Cuándo se fue?', preguntó. 'Ayer', replicó su señora. Por un rato quedó en silencio. Luego dijo: 'Mi discípulo no puede estar muy lejos todavía'. "Mientras tanto yo h