BIOGRAFÍA del GRAN GURÚ: El gurú Prabhahasti...Padma recibe la ordenación de Ananda;Padma pregunta a Ananda...El cuento del monje infiel; Cómo fue elegido Ananda discípulo principal; El Buddha profetiza la muerte del monje infiel.

El gurú Prabhahasti (o “elefante de la luz).
Poco
tiempo después, en el curso de sus andanzas, Padma se encontró con
dos monjes ordenados, que se dirigían a ver a un gurú. Luego de
rendirles homenaje, Padma les pidió instrucciones religiosas.
Asustados por las armas que llevaba y por su aspecto rústico, lo
tomaron por un demonio devorador de carne humana, y entonces huyeron.
Él los llamó diciéndoles: “He abandonado las malas acciones, y
abrazado la vida religiosa. Sed buenos e instruirme en religión”.
A petición de los monjes, Padma les entregó su arco y su carcaj lleno
de flechas de hierro, y los acompañó a presencia de su gurú,
Prabhahasti, una emanación encarnada de Ádi Buddha, que vivía en
una casa de madera con nueve puertas21.
Después de inclinarse ante el gurú, Padma le dijo: “¡Salve!
¡Salve! Sed suficientemente bondadoso como para prestarme oídos,
oh, tú noble gurú. Aunque soy un príncipe, nacido en el país de
Urgyen, o cometí el pecado de matar al hijo demoníaco de un
ministro, y fui exiliado. No tengo bienes terrenales, y temo haber
cometido el error de venir aquí sin ningún regalo para ofreceros.
Sin embargo, condesciende a enseñarme lo que sepas”.
El
Gurú replicó: “¡Salve! ¡Salve! ¡Oh tú maravilloso joven! Tú
eres el precioso vaso en el que se puede verter la esencia de el
Maháyana; te lo enseñaré por completo”.
Padma
respondió: “En primer lugar, confiéreme, por favor, la condición
de brahmacharya22” Y el gurú dijo: “Comprendo
los sistemas yogas; y si tú deseas ser instruidos en ellos como
formando parte del Mahayána, así te instruiré, pero no puedo
conferirte el estado de brahmacharya23. Para
esto, tú debiste ir a presencia de Ananda den la Cueva de Asura.
Mientras tanto, y antes de enseñarte el Mahayána, recibe mi
bendición”.
Por
lo tanto, Prabhahasti le ensenó a Padma los medios para alcanzar el
estado de Buddha; evitar el retroceso espiritual; ganar dominio sobre
las Tres Regiones24, y respecto de los Paramítas y
el yoga. Aunque Padma podía recordar y dominar todo se le enseña
una sola vez, este gurú, con el objeto de limpiar a Padma de todos
sus pecados, le hizo repetir dieciocho veces cada una de las
enseñanzas.
21.-
Este pasaje es un ejemplo del esoterismo que se encuentra en la base
de muchas leyendas, siendo las “nueve puertas” las nueve
aberturas del cuerpo humano, a saber de las de los ojos, las dos de
la nariz, las dos de los oídos, la boca, el ano y la apertura del
órgano sexual.
22.-
El estado de brahmacharya o continencia sexual, es
indispensable para el éxito de la aplicación práctica del yoga.
23.-
Padma estaba destinado a hacer voto de celibato ante Ananda, primo y
principal discípulo del Buddha, en la Cueva de Asura, y a ser
consagrado al sacerdocio de la Orden, por el propio Ananda. Las
instrucciones que Prabhahasti dio a Padma, al parecer fueron más o
menos exotéricas o preliminares respecto de las que le diera más
tarde Ananda, y por consiguiente, pueden considerarse de carácter
intelectual antes bien que práctico. A este respecto, es
significativo que Prabhahasti no iniciara, sino simplemente bendijera
a Padma.
24.-
Las Tres Regiones en las que los buddhistas dividen el Samsara, o
reino de la existencia condicionada, conocido por los hombres como el
Cosmos o Universo son: 1) La Reión del Deseo (sáns. Kamadhatu), la
más inferior que comprende los seis reinos de los devas, o dioses, y
la Tierra. 2) La Región de la Forma, que corresponde los cielos más
puros, donde la forma está ibre de toda sensualidad, llamados los
dieciséis mundo de Brahma, dividídos en cuatro reinos de meditación
(sáns. Dhyána). 3) La Región de la incorporeidad (sáns.
Arúpadhatu), que comprende los cuatro cielos superiores de Brahma,
desde donde el Totalmente Despierto pasa al estado absoluto de
Nirvána.
Padma
recibe la ordenación de Ananda.
Luego,
en la Caverna Asura, en presencia de Ananda, Padma hizo votos de
celibato y fue ordenado sacerdote. Ananda lo nombró regente del
Buddha. Llegó la Diosa de la Tierra trayendo una túnica amarillo;
y, mientras se la colocaba a Padma, aparecieron en el firmamento,
procedentes de las diez direcciones todos los Buddhas de los pasados
eones, y nombraron a Padma “el Campeón de los Shakyas, Poseedor de
la Doctrina”.
Padma
pregunta a Ananda respecto de la preeminencia de éste.
En
su calidad de monje ordenado, y dueño del poder Mahayánico de
destruir los males de la tierra. Padma, al igual que los Buddas
anteriores, marchó por el mundo enseñando las Doctrina, y
discutiéndola con los Bodhisattvas. Cuando se hubo también él
convertido en un Bodhisattva, regreso a presencia de Ananda. Cierta
vez, en que éste estaba analizando el Dharma, Padma le preguntó
cómo había llegado a convertirse en el principal discípulo del
Señor Buddha. Ananda le contestó que su preeminencia se debía al
hecho de haber practicado fielmente los preceptos; y, a manera de
ilustración, relató el siguiente cuento:
El
cuento del monje infiel.
Un
monje de Bodhgaya, llamado “Buena Estrella”, había memorizado
doce volúmenes de preceptos, pero no practicaba ninguno. Por lo
tanto, el Señor Buddha lo amonestó, diciéndolo: “Aunque puedes
recitar de memoria todos estos preceptos, no los practicas. Por lo
tanto, no puedes ser considerado un hombre culto”.
Ante
estas palabras, el monje se enojó mucho, y replicó: “Solo hay
tres cosas que te diferencian de mi: Tus treinta y dos nombres
ilustres, Tus ochenta buenos ejemplos, y Tu aura, del ancho de Tus
dos brazos extendidos. Yo también soy culto. A pesar de haberte
servido durante veinticuatro años, no he descubierto en Ti ningún
conocimiento del tamaño de una semilla de til25”.
Luego, mientras su enojo iba en aumento, el monje gritó a su voz en
cuello: “me niego a servirte por más tiempo, oh Tú, miserable
mendigo; soy muy superior a Ti en la comprensión de la Doctrina, oh
Tú, pícaro que huiste de tu propio reino”. Y sin dejar de gritar
furiosamente, el monje se marchó.
25.-
La semilla del til de la India, como la de la mostaza, es muy
pequeña.
Cómo
fue elegido Ananda discípulo principal.
El
Señor Buddha reunió a todos los discípulos y les dijo: “Buena
Estrella se enojó muchísimo y me dejó. Desearía saber quien va a
servirme en su reemplazo”. Todos los discípulos juntos se
inclinaron y se ofrecieron, diciendo cada uno de ellos: “Yo deseo
serviros; yo deseo serviros”. El Buddha preguntó: “¿Por qué
queréis servirme, sabiendo que ahora soy un viejo?” Y cómo el
Señor Buddha no elegiría a ninguno de ellos, los discípulos se
pusieron a meditar en silencio; y de pronto, Moggallána vio que
Ananda era el más adecuado para ser elegido. Consecuentemente, la
asmblea, compuesta de quinientos monjes eruditos, muchos de ellos
Bodhisattvas, escogió a Ananda. El Señor Buddha sonrió, y dijo:
“¡Bienvenido!” y Ananda replicó: “Aunque no soy digno de
servirte, si he de hacerlo, deseo que Tú me hagas tres promesas. La
primera, que se me permita proveerme de mi propia comida y ropa; la
segunda, que Tú me proporciones todo [adiestramiento religioso] que
yo te solicite; y la tercera, que Tú no proclames ninguna [nueva]
doctrina cuando yo no esté presente”.
Nuevamente
sonrió el Buddha, y replicó: “Muy bien; muy bien; muy bien”.
El
Buddha profetiza la muerte del monje infiel.
Lo
primero que Ananda pidió al Señor fue información acerca de “Buena
Estrella”; y el Señor profetizó que “Buena Estrella” moriría
en el termino de siete días y se convirtiría en un desdichado
fantasma que rondaría el huerto del monasterio. Cuando Ananda contó
esta profecía a “Buena Estrella”, éste, bastante perturbado
dijo: “De vez en cuando sus mentiras resultarán ciertas. Si estoy
vivo después que hayan pasado siete días, tendré todavía algunas
cosas más que decir de Él; mientras tanto debo permanecer aquí”.
A
la mañana del octavo día, Ananda encontró muerto a “Buena
Estrella”, y a su fantasma rondando por el huerto. Desde entonces,
toda vez que el Señor Buddha se encontraba en el huerto exponiendo
el Dharma, el fantasma apartaba su rostro del Señor, y se tapaba los
oídos con las manos.
Del:
Libro tibetano de la Gran Liberación.
Editorial:
Kier
Dr.Walter Yeeling Evans-Wentz, editor.
Kazi
Dawa Samdup, traductor.
El
capítulo correspondiente al: Epítome de la Vida y Doctrina del
Gran Gurú tibetano Padmasambhava.
Los
méritos son ofrecidos a todos los seres para que alcancen la
Iluminación en esta vida.
Qué
todos los seres sean felices.
Qué
se liberen del sufrimiento.
Qué
no se separen nunca de la felicidad.
Qué
permanezcan en la gran ecuanimidad
Comentarios
Publicar un comentario