BIOGRAFÍA del GRAN GURÚ. La Partida; Asesinato kármico; la idea del destierro; el dios de los cadáveres; la derrota de .....
La partida.
En
medio de las lágrimas, las reinas dijeron al Nacido del Loto, cuando
éste iba a marcharse de su lado: “Tú, Nuestro Señor, eres como
los ojos bajo nuestra frente. Ni por un momento podemos apartarnos
de ti. ¿Nos abandonarás como si fuéramos cadáveres en un
cementerio? Invítanos a ir adonde quiera que tú vayas; de lo
contrario, pareceremos perros sin dueño. ¿No te apiadas de
nosotras?”
El
Nacido del Loto replicó: “Esta vida terrenal es transitoria, y la
separación, inevitable. Igual que en un mercado, los seres humanos
se juntan y luego se separan. ¿Por qué pues afligirse por la
separación? Ésta esa la Rueda del Mundo; renunciamos a ella y
fijemos nuestros pensamientos en el logro de la Liberación. Estoy
decidido a seguir la carrera religiosa; y prepararé el camino para
vuestra propia salvación, de modo que podáis reuniros conmigo más
adelante. Por el momento, permaneced aquí”. Porque al irse
prometió regresar a ellas cuando hubiera alcanzado la Verdad, lo
nombraron “El Rey que Recuerda a la Gente”.
El
asesinato kármico.
En
otra región de Urgyen, a donde se dirigió el Nacido del Loto, había
un hombre que, de nacimiento, tenía órganos sexuales por todo el
cuerpo, porque, siendo en su vida anterior un sacerdote, había
violado el voto de celibato al cohabitar con una cortesana. La
cortesana renació como hijo de un rey; y el hombre, asumiendo la
forma de una mosca, se posó sobre la frente del niño. El Nacido
del Loto arrojó una piedra a la mosca, con tal fuerza, que no sólo
la mató sino que además penetró en el cerebro del niño,
arrastrando con ella al insecto; y así murieron las mosca y el niño.
Cuando
se le acusó del crimen, el Nacido del Loto explicó que en una vida
anterior, había sido contemporáneo de la cortesana, conocido como
Gautama; que Padma Tsalag, el amante de la cortesana, la había
matado en un arranque de celos, al enterarse, por boca de la propia
doncella de cámara de la cortesana, de que ésta había aceptado
secretamente un rival, el mercader Hari, y que Gautama sufrió la
pena de muerte, porque Padma Tsalag, lo había acusado falsamente del
crimen. Puesto que la mosca era Padma Tsalag7 y el
hijo del Rey, la cortesana, el Nacido del Loto fue impulsado por
karma a cometer ese hecho. Dijo: “De no haber sido por karma, la
piedra no hubiera podido matar al mismo tiempo, a la mosca y el
“niño”. El Nacido del Loto pidió al Rey Indrabhodi que dejara
seguir su curso a la ley del imperio, y fue encarcelado en el
palacio.
Entonces
la ciudad real se vio asolada por diez mil espíritus perversos que
querían impedir que el Nacido del Loto se convirtiera en un notable
y erudito sacerdote, que destruyera el prestigio y poder de tales
espíritus. Debido a la invasión, las puertas de la ciudad y del
palacio estaban celosamente custodiadas. El Nacido del Loto pensó
cómo podría escapar. Entonces, quitándose las ropas, puso sobre su
cuerpo desnudo ornamentos mágicos hechos con huesos humanos y,
tomando un dorje y un tridente se dirigió al techo del palacio y
allí bailó como un loco. Dejó caer abajo el tridente y el dorje,
las puntas del tridente, al golpear el pecho de la esposa de uno de
los ministros de estado, le destrozó corazón, y el dorje golpeando
la cabeza de su pequeño hijo, penetró en el cerebro, y ambos
murieron.
7.-
hay dos interpretaciones de la doctrina del renacimiento: la
esotérica o vulgar, como la que ilustra este relato folklórico, y
la interpretación esotérica de los iniciados, que no justifica la
creencia popular muy difundida en la transfiguración de los seres
humanos a formas infrahumanas. Mientras que la mayoría, es decir,
los esotéricos, pueden aceptar extraño relato folklórico en forma
literal, los devotos más espiritualmente avanzados del Gran Gurú lo
interpretan simbólicamente, como lo hacen con todo lo demás que
figura en la Biografía, siendo para ellos la mosca un símbolo de
las indeseables características de la sensualidad descontrolada de
Padma Tsalag.
La
ida al destierro.
Los
ministros aconsejaron que el Nacido del Loto fuera ahorcado, pero el
Rey dijo: “Este hijo no es de origen humano; y como tal vez se
trate de una divinidad encarnada, no puede infligírsele la pena
capital. Por consiguiente, decreto que sea exiliado”.
El
Rey mando llamar al Nacido del Loto y le dijo que el decreto entraría
en vigor transcurridos tres meses. El Nacido del Loto explico que,
como en el caso del asesinato del niño y la mosca, existía también
una razón kármica para la muerte de la esposa y el hijo del
ministro. El hijo del ministro había sido en vida anterior, la
doncella de cámara de la cortesana, que había revelado a Padma
Tsalag la clandestina relación entre la cortesana y el mercader Hari
y la esposa del ministro era la reencarnación de este mercader Hari.
Aunque no estaba arrepentido, el Nacido del Loto no abrigaba
animadversión hacia ninguno de los dos.
Diferentes
partes de la India, también de China, Persia y el misterioso país
llamado Shambhala fueron considerados como lugares de exilio para el
Príncipe, pero el Rey le dijo que ir adonde quisiera. “Para mí –
dijo el Príncipe – todos los países son agradables; solo necesito
emprender una tarea religiosa y entonces cualquier lugar se convierte
en mi monasterio”.
En
secrero, el Rey le regaló al Príncipe la gema otorgadora de deseos,
diciéndole: “Esto significará todas tus necesidades”. El
Príncipe se la devolvió con estas palabras: “Todo cuanto yo
contemplo se convierte en mi gema otorgadora de deseos”; y cuando
el Rey, a petición del Príncipe, extendió su mano abierta, éste
escupido en ella, e instantáneamente la saliva se convirtió en una
gema otorgadora de deseos.
Llorando,
Bhasádhara se prendió a la mano del Príncipe y le rogó que le
permitiera marchar con él al exilio. Luego pidió al Rey que no
dejara irse al Príncipe. Mientras tanto, el Príncipe partió y se
dirigió a un huerto donde arengo a la multitud que lo seguía con
las siguientes palabras:
“El
cuerpo es transitorio; es como el borde de un precipicio8.
El aliento es transitorio; es como la nube. La mente es
transitoria; es como el relámpago. La vida es transitoria; es como
el rocío sobre la hierba”.
Entonces
aparecieron los Reyes Guardianes de los cuatro puntos cardinales, con
sus deidades auxiliares y se prosternaron delante del Príncipe y lo
alabaron. También llegaron con música y cantos las Cuatro
Dakinis9. Colocaron al Príncipe sobre un caballo
celestial, y éste desapareció en los cielos, rumbo al sur. Al
atardecer bajó a tierra y se encamino a una gruta donde se entregó
al culto y a las oraciones durante siete días; todas las deidades
benéficas10 se le presentaron como en un espejo, y
le confirieron la trascendencia sobre nacimiento y muerte.
8.-
Así como el cuerpo nos lleva a la muerte, así lo hace el borde de
un precipicio.
9.-
Estas son cuatro principales Dakinis, a saber, la Divina (o Vajra)
Dakini asociada con la dirección Este, en un mandala; la Preciosa (o
Ratna) Dakini de la dirección Sur; la Dakini Loto, del Oeste; y la
Dakini de la Acción (o Karma), del Norte. El centro, o posición
central, es asignada a la Dakini de la Iluminación, o la Dakini
Buddha .
10.-
En el culto tántrico las principales divinidades, incluyendo los
Budhhas, están simbólicamente representados en los aspectos
dualistas benéfico y maléfico.
El
dios de los cadáveres.
De
allí marchó al cementerio “Frío Sándalo” a unas diez millas
de Bodh Gaya. Sentándose sobre los cadáveres, permaneció allí
cinco años practicando meditación. Su alimento era el alimento
ofreciendo a los muertos y sus ropas eran las mortajas de los
cadáveres. La gente lo llamaba “el Dios de los Cadáveres”.
Fue aquí donde expuso por primera vez, a las dakini las nueve etapas
progresivas del Gran Sendero.
Cuando
sobrevino una época de hambre, una multitud de cadáveres fue
depositada en el cementerio sin alimentos ni mortajas; y Padma, como
llamaremos desde ahora al Gran Gurú, transmutó la carne de los
cadáveres en alimento fresco merced al cual subsistió, y la piel de
los cadáveres le sirvió como ropaje. Sometió a los espíritus que
habitaban el cementerio, convirtiéndolos en sus servidores.
La
derrota de los irreligiosos.
Indrarája,
un insignificante rey del país de Urgyen, habíase vuelto enemigo de
la religión, y lo mismo hicieron todos sus súbditos siguiendo el
ejemplo. Padma se presentó allí bajo el aspecto de una de las
Divinidades destructivas, y despojó al rey y a todos los hombres no
creyentes de sus cuerpos, privándolos así de la posibilidad de
seguir sembrando karma malo; luego, transmutando mágicamente los
cuerpos, bebió la sangre y comió la carne. Liberó los principios
conscientes11 de esos seres, e impidió que cayeran
en los infiernos12. Poseyó a todas las mujeres
que encontró, con el objeto de purificarlas y prepararlas para ser
en el futuro madres de hijos con inclinaciones religiosas.
11.-
El término “alma”, tal como es entendido en Occidente, no tiene
equivalente en el pensamiento buddhista, que niega la existencia de
una entidad personal inmutable. Aquí igual que en cualquier otra
parte, es preferible el término principio consciente.
12.-
Ésta leyenda, para los tibetanos, demuestra que es correcto que un
Gran Yogi acorte la trayectoria de un malvado quitándole el cuerpo y
orientando su principio consciente (que es totalmente diferente del
“alma” de la teología occidental) de tal manera que pueda
renacer con un medio ambiente religioso. Pero quitar la vida sin
tener el poder yógico de orientar el principio consciente es un
horrendo pecado.
Del:
Libro tibetano de la Gran Liberación.
Editorial:
Kier
Dr.Walter Yeeling Evans-Wentz, editor.
Kazi
Dawa Samdup, traductor.
El
capítulo correspondiente al: Epítome de la Vida y Doctrina del
Gran Gurú tibetano Padmasambhava.
Los
méritos son ofrecidos a todos los seres para que alcancen la
Iluminación en esta vida.
Qué
todos los seres sean felices.
Qué
se liberen del sufrimiento.
Qué
no se separen nunca de la felicidad.
Qué
permanezcan en la gran ecuanimidad.
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