YOGA TIBETANO y DOCTRINAS SECRETAS. LIBRO III. CAPITULO II: LA DOCTRINA DEL CUERPO ILUSORIO. PARTE I: PERCEPCIÓN DEL IMPURO CUERPO ILUSORIO COMO MAYA. PARTE II: PERCEPCIÓN DEL PURO CUERPO ILUSORIO COMO MAYA..El Maya del estado perfeccionado
CAPITULO II: LA DOCTRINA
DEL CUERPO ILUSORIO.
1) La segunda doctrina, el
Cuerpo Ilusorio, consiste en tres partes: Percepción del Impuro
Cuerpo Ilusorio como Maya, Percepción del Puro Cuerpo
Ilusorio como Maya, Percepción de Todas las Cosas como Maya125.
125.-
Texto: Gyúma; sánscrito: Maya: “Ilusión” con referencia
a todas las cosas de la naturaleza como no más reales que las de un
hábil mago hindú hace ver a su audiencia como no más reales, pero
que son meras visualizaciones se su propia mente, impresas
telepáticamente en las mentes de los espectadores influidos
hipnóticamente. El “impuro Cuerpo Ilusorio” se refiere al
cuerpo humano, y el “Puro Cuerpo Ilusorio” a la visualización
del cuerpo de una deidad.
[PARTE I: PERCEPCIÓN DEL
IMPURO CUERPO ILUSORIO COMO MAYA]
2) De la primera, percepción
del Impuro Cuerpo Ilusorio como Maya, se ha dicho:
“Del
karma que
ha madurado
nace el cuerpo ilusorio”.
3) Deja que tu cuerpo se
refleje en un espejo sujeto en, una estaca o, algún otro apoyo
frente a ti.
4) Dado que aplicar al cuerpo
reflejado en el espejo cosas agradables como honor, fama y adulación
le son gratos, y privado de sus bienes y aplicarle epítetos
desaprobatorios y desagradables, lo afectan en sentido contrario, por
lo tanto, visualizándolo como si estuviese entre ti y el espejo,
aplícale estas cosas agradables y desagradables126.
5) Luego, considerándote de
ningún modo diferente a esa forma reflejada en el espejo, aplícale
las Dieciséis Semejanzas127; habituando así a la
mente a considerar a su propio cuerpo como maya y por lo
tanto, irreal.
126.-
En el pasaje original más o menos es irónico; la práctica tiene a
hacer que el discípulo vea por sí mismo la necedad de su propio
egoísmo, del que depende por entero el maya de su forma
corporal. En el espejo puede verse como lo ven los demás, y
observar en secreto las diferentes respuestas puramente humanas y
simiescas, a los diversos estímulos del pensamiento, agradables y
desagradable, aplicados, tal como se esparcen sobre su ser. Si la
práctica fuese meditada con seriedad no podría haber sino un sólo
resultado, a saber, disgusto hacia el propio sentido egoísta de
auto-importancia, o falso orgullo. El pensamiento de que uno es más
sabio, o más santo, o en algún aspecto digno de diferenciarse de
los seres sensibles, considerando en total, es incompatible con el
progreso en el Sendero del Desinterés.
127.-
Estas son dieciséis semejanzas que ilustran la naturaleza ilusoria
del cuerpo físico; es como un espejismo, como nubes, como la luna
reflejada en el agua, como las ilusiones producidas mediante magia,
como la sustancia de los sueños, como la reflexión vista en un
espejo etc.
PARTE II: PERCEPCIÓN DEL
PURO CUERPO ILUSORIO COMO MAYA.
6) La segunda parte,
percepción del Puro Cuerpo Ilusorio como Maya, consiste en
dos divisiones: el Maya del Estado de Visualización, y el
Maya del Estado Perfeccionado.
7) De la primero, el Maya del
Estado de Visualización, se ha dicho:
“La forma reflejada ha
de parecerse
a un bien dibujado
retrato de Vajrasattva,
visto en la superficie
de un impoluto espejo
durante la mística
concesión del poder128”.
8) DE modo acorde, habiéndose
dibujado ya sea la figura de Vajrasattva o de cualquier otra deidad
tutelar, deja que su forma superficial se refleje en un espejo129.
9) Mirando esa forma reflejada
en el espejo con fijeza visual y mental, y meditando sobre ella, la
figura llegará a parecer como si estuviese animada.
10) Visualiza de esa manera
como si estuviese entre el espejo y tu.
11) Luego visualiza tu cuerpo
como si fuese el cuerpo reflejado de la deidad; y si la visualización
se vuelve lo suficientemente sustancial como para tocarla130,
procede a visualizar cualquier otro cuerpo que puedas ver como si
fuese también el cuerpo de la deidad, y si esta visualización se
vuelve viviente, de modo parecido, entonces visualiza todas las
formas visibles como si fuesen el cuerpo de la deidad tutelar.
12) Obrando de esta manera,
todas las cosas aparentemente fenoménicas surgirán ante ti como si
fuesen la diversión [i. e. las múltiples manifestaciones] de la
deidad.
13) Esto se llama “La
Percepción de Eso de la Deidad”; asimismo, “La Visualización
Ilusoria”, o, “La Transmutación de todas las Cosas Objetivas en
un Dios o Diosa131”.
128.-
Durante
la iniciación mística, llamada aquí otorgamiento místico del
poder, se emplea un espejo, símbolo del Espejo del Karma, en el que
se dice que se reflejan místicamente todos los actos buenos y malos
del neófito; y, asimismo, un bien confeccionado retrato de,
comúnmente pintado con colores, de Vajrasattva (“El Indestructible
Mentalizado”) uno de los dos reflejos Bodhisat
del Dhyáni
Budha Akshobhya,
con
quien se asocia la Sabiduría Espejada. Esta estrofa de cuatro
versos se dirige al discípulo al que se apresta para recibir su
primera iniciación, la que se extiende durante un número de días;
y sirve de preparación para la solemne ceremonia de su nuevo
nacimiento como Hijo de la Sabiduría, orientándosele para que
practique este rito del Cuerpo Ilusorio.
129.-
El retrato ha de sostenerse, o preferentemente fijarse a una estaca,
de modo que el yogin,
sentado y meditando, pueda verlo reflejado en el espejo.
130.-
Esta es la prueba corriente aplicada a las visualizaciones yóguicas.
Si la práctica del yogin
fuera exitosa, la visualización se le presentará como sustancial, o
vívida. Existen informes del Tíbet relativos a notables y bien
comprobados ejemplos de visualizaciones yóguicamente
inducidas,palpables y objetivas, y dotadas por sus creadores de
ficticias volición y conciencia, de vívida funcionalidad activa, e
individualizada existencia. El “medium espiritualista”
occidental atribuye comúnmente similares materializaciones a fuerzas
aparte de él mismo, ignorando que su verdadero origen ha de hallarse
en los pensamientos
proyectados como visualizaciones del propio contenido mental,
consistente o inconscientemente, y a veces, posiblemente, que pueden
ser centros encarnados o desencarnados de conciencia. La transmisión
artificial del pensamiento, como en telegrafía, es en la actualidad
tema de conociiento corriente por parte de las razas europeas, así
como la telepatía, o la transmisión natural del pensamiento (i. e.
son el engorros mecanismo de la ciencia occidental) lo que fue desde
tiempo inmemorial por parte del yogin.
Aun resta para os físicos el descubrimiento del medio mecánico que
materialice, o dé objetividad, a los pensamientos, del mismo modo
que el yogin
lo efectúa por medios naturales. Para el científico, el paso
ulterior consistirá en inventar un método no sólo encaminado a
integrar la materia en torno de cierto modelo de pensamiento, sino
también a desintegrar cualquier objeto material, y, en su forma
electrónica e invisible, transmitirlo de un sitio a otro y luego
reconstituir su objetividad, o aspecto, en su calidad de sólido.
131.-
El
dios y la diosa simbolizan los dos aspectos de Eso –el positivo, o
masculino, y el negativo, o femenino– (tibetano: yabyum). En otras
palabra, el yogin vislumbra la unidad de todas las cosas, o la Real
Unidad, que es la Mente primordial.
[El Maya del estado
perfeccionado]
14) De la segunda, el Maya del
Estado Perfeccionado, se ha dicho:
“Es la raíz del
Conocimiento Total;
ingresando en él, la
Meta se torna más próxima”.
15) De modo acorde, asume las
siete posturas asociadas con Vairochana132, por la
que se entienden todos los procesos psico-físicos.
16) No permitas que la mente
analice la huella del pasado, no anticipes el futuro; no des forma al
presente; y fija la vista unidireccional en el espacio vacío del
cielo.
17) Entonces el poder de la
mente, junto con la fuerza vital, entra en el nervio medio; y se
tranquiliza el proceso del pensamiento.
18) Este estado hace que uno
vea los Cinco Signos, que son el numo aparente y los otros fenómenos
[mencionados antes, en el párrafo 123 de la Doctrina del Calor
Psíquico].
19) En particular, uno debería
tener una visión de la Forma de Buda delineada contra un cielo sin
nubes, como la forma reflejada de la luna vista en el agua133.
20) O uno ve, como se aprecia
un a forma reflejada en un espejo, el no oscurecido y radiante
Nirvanakáya [i. e. el cuerpo puro e ilusorio en el que un
Buda se encarna en la tierra], dotado de los signos de la belleza y
gracia perfectas134.
21) Entonces surge el
Sambhogakáya [i. e. el cuerpo agregado invisible y
superfísico de los perfectos atributos espirituales de un Buda]
experimentado como sonido135.
22) De esto, Arya Deva136
ha dicho:
“Todos los fenómenos
aparentes son como sueños e ilusiones mágicas,
como o aseveran todos
los seguidores de Buda;
mas aquellos [de la
Escuela Sureña] que se opone a la práctica de
inducir la concesión
sobre uno mismo de la 'onda-graciosa' [bendiciones]137,
no ven como percepción
real esta naturaleza onírica e ilusoria de las cosas”.
132.-
Cada una de estas posturas está explicada en el texto de El Epítome
del Gran Símbolo. Otra más detallada descripción de aquellas se
halla en la Doctrina del Calor Psíquico(notas 49-50). Los yogins
las mencionan como las siete posturas para a realización de todas
las cosas psíquicas y espirituales. De ahí que se asocie con ellas
el primero de los Cinco Dhyani Buddhas, Vairochana, el Manifiestador,
“El Que Hace Visible en las Formas [el Universo de la Mente]”.
Vairochana simboliza la Omni-penetrante Sabiduría o el Conocimiento
Total, que nace del Vacío. En virtud de estas siete posturas todas
las intuiciones espirituales se vuelven conscientemente cognoscibles,
aproximándose más a la Meta.
133.-
Este es un criterio adicional por el que uno puede medir el buen
éxito en la visualización. En un sentido, esta visión se parece a
las visiones apreciadas en el estado post-mortem llamado Bardo, en
que depende del contenido mental de quien la percibe, y carece de
existencia fuera de la mente. Un no budista necesita primero fijar
la impresión mental de la forma de Buda en su mente y, en el estado
normal, poder de ese modo modelar la visualización y proyectarla.
134.-
Se trata de un criterio no sólo en cuanto a la eficiencia de la
visualización sino también de un criterio para medir la capacidad
cultural del discípulo con respecto a la belleza.
135.-
Esta experiencia es altamente oculta. El sonido se refiere a una
suerte de melodía perfecta, nacida de las sesenta perfecciones
vocales de Brahma o Buda. Como forma, el Sambhogakáya
resulta mentalmente inconcebible; como sonido no se halla en su
plenitud más allá de la comprensión mental.
136.-
Arya Deva es uno de los seis ilustrísimos patriarcas de la Escuela
Mahayána de la filosofía budista. Fue discípulo y personal del
Gran sabio Nagarjuna.
137.-
Esto se refiere a la práctica común de los budistas norteños, del
Tíbet, China, Mongolia, y Japón, rechazada por los sureños, de
Ceilán, Burmah, y Siam, de emplear rituales que implican una
apelación o visualizaciones contenidas en los diversos textos de
este volumen, o fueras reales, divinas e impersonales, como las
simbolizadas por el Dharmakáya. Algunos, pero muy escasos budistas
norteños, se alinean en este aspecto con los budistas sureños. Las
'ondas-graciosas', o poder espiritual transmitido telepáticamente
por el gurú super-humano a los gurús de la tierra y de ahí a los
discípulos, se invocan en virtud de un proceso yóguico afín
a la autosugestión. En otras palabras, el yogin tiende a
hacer conocer su deseo de guía divina proyectando conscientemente
ondas perceptibles de influencia psíquica hacia los reinos
superhumanos en los que existen los Grandes Maestros, los cuales ya
no están encarnados. Para ello emplean la concentración mental
sobre rituales y visualizaciones de deidades, ya sea puramente
imaginarias o relativamente reales. Los críticos europeos del yoga
han juzgado que tales prácticas inducen una suerte de
auto-hipnotismo. Si, en algún grado, esta crítica estuviese bien
fundada, debemos, no obstante, tener en cuanta el hielo de que el
hipnotismo, por propio esfuerzo, tiene un resultado diametralmente
diferente, por lo que hasta ahora se conoce, del hipnotismo efectuado
por otra persona. En el auto-hipnotismo, el yogin es dueño
de sí mismo por completo, mientras que en el trance hipnótico
inducido en una persona por parte de otra, el sujeto hipnotizado
pierde el dominio de sí y queda, más o menos sometido, a la
voluntad del hipnotizador, y, al quedar libre de la hipnosis, tiene
escasa o nula memoria consciente de la naturaleza del estado
hipnótico o del carácter de la reacción mental hacia los estímulos
externos que tal estado induce. Por el contrario, el yogin
ingresa en el estado plenamente consciente de lo que hace, y mientras
se halla en él, prepara su mente para guardar memoria de lo que allí
se percibe o experimenta. El hipnotismo en sí presenta un campo
vasto pero aún poco conocido por la investigación psicológica; y
estamos satisfechos de que el yogin sepa mucho más de lo que vale la
pena conocer sobre el estado hipnótico per se que cualquiera
de nuestros psicólogos aficionados de Europa y América. Ellos,
como nuestros patólogos, prefieren experimentaciones y teorizaciones
de segunda mano, empleando cerebros y cuerpos de animales o de otros
seres humanos, antes que, como el yogin, el conocimiento de primera
mano de los hechos psicológicos, experimentando en los propios
cerebros y cuerpos. Los budistas sureños, con el criterio de Arya
Deva, se opone a estas prácticas yóguicas de los budistas
norteños, de modo muy perecido al psicólogo que busca el
conocimiento de segunda mano o en fuentes externas antes que dentro
de sí mismo. La enseñanza esencial de nuestros textos mahayánicos
consiste en que la Sabiduría Divina, el Conocimiento Total, es
innato, o internos; en el sentido cristiano, en que el Reino de los
Cielos está adentro.
Dr.Walter Yeeling Evans-Wentz, editor.
Kazi Dawa Samdup, traductor.
Los méritos son ofrecidos a todos los seres para que
alcancen la Iluminación en esta vida.
Qué todos los seres sean felices.
Qué se liberen del sufrimiento.
Qué no se separen nunca de la felicidad.
Qué permanezcan en la gran ecuanimida
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