YOGA TIBETANO y DOCTRINAS SECRETAS. LIBRO III. Prevención de la dispersión del conocimiento onírico. PARTE II: TRANSMUTACIÓN DEL CONTENIDO ONÍRICO. PARTE III: PERCEPCIÓN DEL ESTADO ONÍRICO, O CONTENIDO ONÍRICO, COMO MAYA.
[Prevención de la
dispersión del conocimiento onírico]
14) La prevención de la
Dispersión del Contenido Onírico tiene cuatro divisiones: la
Dispersión en el Estado de Vigilia, la Dispersión debida ala fatiga
[por los Ejercicios], la Dispersión debida al Sufrimiento Físico o
Mental, y la Dispersión en Negatividad.
15) La Dispersión en el
Estado de Vigilia ocurre cuando uno está a punto de comprender y
entonces se despierta148.
16) El antídoto para esto
consiste en ingerir comida nutritiva y efectuar trabajo corporal [o
ejercicio] hasta que uno se fatigue. De ese modo el sueño se vuelve
más profundo; y eso cura.
17) La Dispersión debida a
Fatiga ocurre cuando se produce con frecuencia que vuelva a ocurrir
el sueño sin cambio alguno de contenido.
18) El antídoto consiste aquí
en meditar a menudo sobre ese sueño y decidir con más firmeza a
comprender su naturaleza esencial; combinando el proceso del
ejercicio respiratorio “con el pecho en forma de olla” con la
visualización del entre las cejas149.
19) La Dispersión debida al
Sufrimiento Físico o Mental ocurre cuando uno tiene muchos sueños y
no recuerda nada de ellos al despertar.
20) El antídoto consiste aquí
en evitar contaminaciones e impurezas150, en tomar
la Iniciación del Samádhi151, y en
visualizar el punto como si estuviese dentro de la raíz del órgano
de la generación. De ese modo se curará esta dispersión.
21) La Dispersión en
Negatividad en la no inclinación de los sueños a presentarse.
22) Para vender esto,
visualiza el punto, mientras meditas sobre el ejercicio “con el
pecho en forma de olla”, como si estuviese en la raíz del órgano
generativo, y, en particular, rinde culto, con ofrendas
propiciatorias, a los Viras y Dákinis152.
148.-En
otras palabras, el despertar del sueño cuando uno está tratando de
captar el significado del estado onírico se llama dispersión del
contenido onírico en el estado de vigilia.
149.-
La finalidad de esta combinación de ejercicios es obgtener un mejor
control de la mente, pues el indomable control mental impide y cura
todas las dispersiones del contenido onírico.
150.-
Estas contaminaciones e impurezas son las que surgen de estar en un
sitio donde se produce una muerte o un nacimiento, una batalla o un
crimen, o se lleva a cabo una pelea avivando las malas pasiones, o un
herrería donde se forjan armas mortíferas, como espadas, flechas,
lanzas, y armas de fuego; o por tomar alimento de una persona
contrario a uno.
151.-
Este rito iniciático, conocido en tibetano como “Concesión del
Poder” o “Conferir la Transmisión de Poder”
(Rig-pahi-rtsal-dvang), tiene por finalidad desarrollar las
facultades intelectuales superiores. Se confiere sólo a los
discípulos que se consideran dignos de él, y tras largo periodo de
prueba. En tibetano moderno, tal como se expresó en la antigua
Grecia clásica “Muchos son los que portan el bastón de mando;
pocos los elegidos.
152.-
Hay ilustrados gurús que afirman que, en esta etapa, o bajo estas
circunstancias, los elementales, comparables a los de los místicos
medievales, o similares entidades no humanas, procuran evitar que el
yogin adquiera poderes siddhicos, o supernormales, que
resultan esenciales en este yoga. Consiguientemente, antes
que el yogin pueda establecerse a salvo en el plano “astral”
y liberarse de todas esas interferencias, debe trabar amistad con sus
habitantes, los elementales, llamados en sánscrito Viras (“Héroes”)
y Dákinis (“Hadas”). Cuando un viajero procedente de lejanas
tierra llega a un país nuevo e inexplorado, poblado por salvajes
incultos, primero los apacigua mediante simples regalos. De ese modo
parecido, según la opinión del gurú, deben primero efectuarse
ofrendas propiciatorias a los habitantes del reino extraño en el que
el yogin espera ingresar y explorar. Las ofrendas rituales consisten
en comida, de la que los “Héroes” y “Hadas” extraen
invisibles esencias espirituales, con las que se alimentan. Esta
moderna práctica tibetana, y también hindú, corre paralela con la
de los antiguos griegos, altamente evolucionados, de efectuar
sacrificios a los demonios, en la creencia de que disfrutan de olor
de los holocaustos. El uso del incienso, ahora adoptado por el
ritual cristiano, tuvo originalmente, y todavía tiene, en el
Oriente, similar finalidad propiciatoria y exorcizadora. Y el
campesino Celta, en la Noche de Noviembre, todavía efectua ofrendas
alimentarias a la “buena gente”, “animas”, “espíritus” y
otras entidades, al igual que el campesino bretón hace lo propio con
los espiritus de los muertos, para que los moradores del Otro Mundo
Céltico sean amistosos antes que hostiles, bendigan el hogar y la
familia, aumenten el grano, y produzcan abundantes cosechas durante
el año por llegar.
PARTE II: TRANSMUTACIÓN
DEL CONTENIDO ONÍRICO.
23) En la segunda parte, la
Transmutación, como se la llama, el proceso es como sigue:
Si, por ejemplo, el
sueño fuera sobre fuego, piensa: “¡Qué miedo puede haber al
fuego que ocurre en sueños!” Centrado en este pensamiento,
pisotea el fuego. De modo similar, pisotea cuanto sueñes.
24) Tras haber ganado pericia
en esto, entonces vuelca tu pensamiento hacia los diversos Reinos de
Buda pensando que son asequibles].
25) De modo acorde, cuando
estés a punto de dormir, visualiza un punto rojo como si estuviese
centro del chakra de la garganta, y creencia firme que de ese
modo verás cualquiera de los Reinos que desees ver, con todas sus
características y máxima vivacidad.
26) Concentrando la mente de
esa manera, uno contempla el Dominio de Buda que ha deseado
contemplar –el Cielo Tushita153, o el
Feliz Reino Occidental154, o el llamado “Feliz de
Conocer155”, o cualquiera de los otros Reinos.
27) Esta práctica sirve como
una prueba de eficiencia [en el arte de transmutar los sueños156].
153.-
Texto: Gah-dan; sánscrito: Tushita, paraiso en el que
moran los bodhisattvas antes de su final encarnación en la tierra
para convertirse en Budas. Maitreya, el próximo Buda, actualemtne
se halla en el Reino de Tushita, esperando el momento
destinado para su descenso entre los hombre.
154.-
Texto: Dewa-chen; sánscrito: Sukhavati, o “Tierra
Feliz”; el Feliz Reino Occidental del Dhayani Buda Amitabha.
155.- Texto:
Ngon-par-gah-wa; este es el paraíso de Vajrasattva, el
“Adamantino” o “Eterno”, reflejo esotérico del Dhayani Buda
Aksobhya, el “Inagitado”, asignado a la Dirección Oriental,; o,
de acuerdo con su nombre tibetano, el Reino “Feliz de Conocer”.
156.-
El objeto de esta práctica consiste en capacitar al discípulo para
comprender por si que todas las cosas fenoménicas del Sangsára,
incluso estos paraísos sensoriales (que están dentro de los
Universos del Deseo, la Forma y la No Forma, donde la existencia es
aun individualizada y personal, como de vigilia y del onírico, sólo
maya. Una vez que se comprende esta poderosa verdad, el
discípulo está preparado para un ulterior avance en el Sendero,
cuya Meta es el Estado Exento de Sueño (libre de la ilusorio estado
de vigilia y de sueño) –el Estado Exento de Deseo, el Estado más
allá de la Forma y No Forma– el Nirvana. Los dioses mismo y sus
cielos, como todas las cosas sensibles que tienen forma y lugar de
existencia, son, en el útimo análisis de a Mente Plenamente
Iluminada, de la materia de que están hechos los sueños. La visión
por parte del yogin del reino en el que se concentra la mente, es la
prueba de su eficiencia y buen éxito de la práctica. El punto rojo
sirve a modo de visor de un telescopio espiritual, a través del
cual, en virtud de la visualización, se afirma que el reino se ve o
experimenta en realidad, mientras se está fuera del cuerpo, durante
el sueño. La práctica que se refiere pertenece a la naturaleza de
lo qu se halla expuesto en la última de las Seis Doctrinas y
repetido en el Libro IV, a saber, la de la transferencia de la
conciencia de reino a reino o de un estado de la existencia a otro.
PARTE III: PERCEPCIÓN DEL
ESTADO ONÍRICO, O CONTENIDO ONÍRICO, COMO MAYA.
28) La tercera parte,
Percepción del Estado Onírico [o espacio Onírico] como Maya,
ha sido expuesta como sigue:
“Al principio, en el
proceso de percibirlo como Maya,
abandona todo
sentimiento de temor [o miedo].
Y, si el sueño fuera
sobre fuego,
transforma el fuego
en agua,
antídoto del fuego.
Y si el sueño fuera de
objetos distintos,
transformarlos en
objetos grandes;
o si el sueño fuera de
objetos inmensos,
transformarlos en
pequeños;
de ese modo uno
comprende la naturaleza de las dimensiones.
Y si el sueño fuera de
una sola cosa, modifícalas en muchas.
O si el sueño fuera de
muchas cosas, modifícalas en una sola.
[De ese modo se llega a
comprender la naturaleza de lo diverso y de la unidad].
Persevera en esas
prácticas hasta ser un excelente experto en ellas157.
29) Luego, observa el propio
cuerpo percibido en el estado onírico, y todos los otros cuerpos de
modo similar, se los percibirá de manera158 como
si fuesen cuerpos máyicos de deidades.
157.- Por medio de tales
prácticas el yogin es instruido para que comprenda que la
materia, o la forma, en sus dimensiones, larga o pequeña, y en su
apariencia numérica, de diversidad y unidad, se halla enteramente
sujeta a la propia voluntad cuando, mediante el yoga, se han
desarrollado con eficacia los poderes mentales. En otras palabras,
el yogin aprende mediante experiencia real, como resultado de
la experiencia psíquica, que la naturaleza de cualquier sueño se
puede cambiar o transformar al disponer que así sea. Un paso más y
aprende que la forma, en el estado onírico, y todo el multitudinario
contenido de los sueños, son meros juguetes de la mente y, por lo
tanto, inestables como un espejismo. Un paso más lo conduce al
conocimiento de que la naturaleza esencial de la forma y de todas las
cosas percibidas por los sentidos en el estado de vigilia se igualan
en su irrealidad a sus reflejos en el estado onírico, siendo ambos
estados sangsáricos por igual. El pso final conduce a la Gran
Realización, de que nada dentro de Sangsára es ni puede ser sino
irreal como los sueños. La Creación Universal, con sus múltiples
mansiones de existencia, desde el ínfimo al supremo paraíso
búdico, y todos los fenómenos, orgánicos o inorgánicos,
materiales o de forma, en sus innumerables aspectos físicos, como
gases, sólidos, calor, frío, radiaciones, colores, energías,
elementos eléctricos, no son sino el contenido del Sueño Supremo.
Con la aparición de esta Sabiduría Divina, el aspecto microcósmico
del macrocosmos despierta por completo, la gota de rocío se desliza
hacia el Mar Brillante, en la Dicha Nirvánica y la unicidad, dueña
de Todas las Posesiones, Conocedora del Conocimiento Total, Creadora
de todas la Creaciones –la Mente Única, la Realidad Misma.
158.-
El estudiante ha de volver aquí a la Parte II de la Doctrina del
Cuerpo Ilusorio 11-12. Al yogin se le enseña que existe una real
unicidad entre dioses y humanos; pues ambos por igual descubren una
Unicidad común en Eso. La forma ilusoria que cada uno por igual
posee temporalmente les da una existencia individualizada y objetiva.
Y estas formas, incluso la de los dioses supremos, como Indra y los
Regentes de las Fuerzas Planetarias, son irreales como las formas
que se ven reflejadas en un espejo. Mas detrás de todos los
fenómenos, detrás de todas las formas, detrás de toda ilusión,
Maya, está la Realidad. Percibir esto mediante la
experiencia yóguica es entender el Eso de toda las cosas,
conocerse uno mismo, y haber alcanzado la Meta, que es la
Iluminación Nirvánica estando todavía en el Sangsára.
Dr.Walter Yeeling Evans-Wentz, editor.
Kazi Dawa Samdup, traductor.
Los méritos son ofrecidos a todos los seres para que
alcancen la Iluminación en esta vida.
Qué todos los seres sean felices.
Qué se liberen del sufrimiento.
Qué no se separen nunca de la felicidad.
Qué permanezcan en la gran ecuanimida
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