YOGA TIBETANO y DOCTRINAS SECRETAS. LIBRO II :LA PRIMERA de las PRÁCTICAS EXTRAORDINARIAS: EL YOGA de la TRANSMUTACIÓN de los FENÓMENOS y LA MENTE en la UNICIDAD. Meditación sobre el agua y el hielo. Meditación sobre el agua y las olas
[LA PRIMERA de las
PRÁCTICAS EXTRAORDINARIAS:
EL YOGA de la
TRANSMUTACIÓN de los
FENÓMENOS y LA MENTE en
la UNICIDAD]
108) Primero vine la práctica
del Yoga de Transmutar todos los Fenómenos y la Mente, qe son
inseparables, en la Unicidad [o Unidad]:
Por medio del símil del
sueño y los sueños, reconoce que todos los fenómenos son la mente.
Por medio del símil del agua y el hielo, reconoce que lo pensado y
los fenómenos son una unidad. Por medio del símil del agua y las
olas, transmutan todas las cosas al estado común de la unicidad.
[Meditación sobre el sueño
y los sueños]
109) De estas tres, la primera
práctica, el Reconocimiento de todos los Fenómenos como Mente, por
medio del símil del sueño y los sueños es de acuerdo a la
siguiente meditación:
Cualquiera sea la cosa
que se vea durante el sueño,
no se trata de nada fuera
de la mente.
De modo similar, todos
los fenómenos del estado de
vigilia no son sino el
contenido onírico del Sueño de
la Oscurecedora
Igniracia106.
Fuera de la mente [que
les da un ser ilusorio]
carecen de existencia.
110) Permitiendo que la mente
en relajación descanse sobre cualquier clase de ideas [o visiones]
que surjan, todos los fenómenos externos y la propia mente [con
todos sus fenómenos externos y la propia mente [con sus fenómenos
internos] se perciben como inseparables, uno del otro; y se
transmutan en la unicidad.
111) El Señor de los Yogins
[Milarepa], ha dicho:
“El sueño que soñé
anoche,
en el que vi los
fenómenos y la mente como una sola cosa,
fue un maestro; ¡No lo
entiendes así [oh discípulo]?”
112) También se ha dicho:
“Transmutan las Tres
Regiones107,
sin omitir nada de ellas,
dentro de la Esencia de
la Gran Pasión Única,
[el Divino Amor que
abarca el Universo108]”.
106.- El hombre, inmerso en el
Sangsára, es sabio sólo en sensaciones, en conocimiento derivado de
experiencia del universo senible. Todo su saber mundano es, de
hecho, irreal; y por su carácter egoísta, ocurre la Sabiduría
Verdadera. Es por esta razón que los yogins lo llaman
Avidya, “ignorancia [de la verdad]”; en cuyo estado la no
iluminada multitud existe, como una febril pesadilla, que desconoce
por completo el Camino que conduce al Supremo Despertar en la
Libertad.
107.- Estas son las Tres
Regiones en las que los budistas dividen el cosmos, para que
coincidan con las tres condiciones de la existencia sangsárica,
antes descrita.
108.- La transmutación es un
proceso místico que depende de una exaltada visualización inducida
yóguicmente. Su finalidad es ayudar al yogin, tanto mental
como espiritualmente, para la realización del completo desinterés
del estado Bodhisattvico, al cual aspira. El yogin, al
ponerla en práctica, es dirigido por el gurú en cierta manera como
sigue: “El cosmos, como las tres regiones, ha de visualizarse como
una dualidad en la unidad. Visualiza al aspecto energetizador del
cosmos como si fuese el padre divino (tibetano: Yab) y el
aspecto intelectual del cosmos como si fuese la madre divina
(tibetano: Yum). Piensa en ellos como si estuviesen en unión
(tibetano: Yab-Yum), y fuesen una inseparable unidad. La
percepción de esta divina unidad es la meta, el Gran Símbolo”.
En la etapa ahora
alcanzada por el yogin, las enseñanzas del Gran Símbolo
podría resumirlas el gurú de esta manera: “Mediante la percepción
del estado verdadero, más allá de la vida y de la muerte, más allá
de la impermanencia y del sufrimiento, donde mente y materia,
fenómenos y lo pensado, y las dualidades se conocen como inseparable
unidad, uno alcanza la bienaventuranza de la Iluminación Perfecta.
En virtud de haber concretado el verdadero estado, surge, en posee
mente Bodhisattvica, un amor arrollador y compasivo hacia todos los
seres sensibles todavía inmersos en la ignorancia y el deseo de
elevarlos hasta la luz de la verdad”. De modo acorde, el
conocimiento del divino, amor, de la Gran Pasión Única que abarca
el universo, nace del ingreso en el Camino bodhisattvíco de la
evolución superior.
[Meditación sobre el agua
y el hielo]
113) La segunda práctica, la
identificación de los fenómenos como lo pensado, por medio del
símil del agua y el hielo, es de acuerdo a la siguiente meditación:
Dado que todos los
fenómenos que surgen [o cosas que aparecen fenoménicamente] no
ofrecen realidad en sí misma, se dice que pertenecen a lo
pensado109.
Aunque no formados en nada, con todo dan forma a todo. Es así,
como los fenómenos y lo pensado están en unión110,
y se dice que son de una sola naturaleza. Ellos son, por ejemplo,
como el hielo y el agua [dos aspectos de una cosa singular].
114) Por ese medio, uno viene
a conocer que las tres dualidades, la Bienaventuranza y el Vacío, la
Clara Luz y el Vacío, la Sabiduría y el Vacío111,
son unidades112, y esto se llama: “Percepción de la unicidad de todas
las experiencia espirituales!”.
115) Se ha dicho:
“Si uno ha comprendido
plenamente, todas las cosas son Eso;
nadie descubrirá otra
cosa que Eso.
Lo que se lee es Eso,
lo que se memoriza es Eso,
y lo que se medita es
también Eso”.
109.- En otras palabras
pertenecen al Vacío considerado como trasfondo o fuente de lo penado
del universo físico de los fenómenos.
110.- En toda la perspectiva
del simbolismo mahayánico nada fue más erróneamente interpretado
por los europeos que las imágenes del divino Padre-Madre (tibetano:
Yab-Yum) en unión sexual, que simbolizan esta unidad de
fenómenos, al igual que la unidad de todas las dualidades, incluida
la suprema dualidad concebible, a saber, la del Sangsára con el
Nirvana.
111.- En cada dualidad el Vacío
tipifica la fuente de lo pensado de la que surgen todas las
experiencias espirituales, incluso las supremas. La bienaventuranza
es la bienaventuranza de la iluminación; la Clara Luz, es la
iluminación interior; la sabiduría es la sabiduría divina.
112.- O “están en unión”,
tal cual lo simboliza la imagen correspondiente del yab-yum.
[Meditación sobre el agua
y las olas]
116) El tercer proceso, la
transfiguración de todas las cosas del único estado común de la
unicidad, por medio del símil del agua y las olas, es de acuerdo a
la siguiente meditación:
Así como las olas son
producidas por el agua marina,
de igual manera ha de
entenderse que todas las cosas
son vástagos de la mente
que, en su propia naturaleza,
es Vacío.
117) Saraha ha dicho:
“Dado que todas las
cosas nacen de la mente,
por lo tanto la mente
misma es el gurú113”.
118) Esta enseñanza se llama
La Única Verdad que penetra en el reino de la verdad114;
y, por lo tanto se la conoce como la unidad que se manifiesta en los
muchos. El yogin que la ha dominado, percibe el Vacío en todo
estado [de conciencia], como fruto del conocimiento.
113.- Es regla fundamental de
todas las escuelas budistas que el gurú humano es un mero guía,
como lo fue el Gran Gurú, Buda Gautama. Cada aspirante a la
iluminación nirvánica debe ser ley en sí mismo; cada cual, no el
gurú, debe recorrer el camino. Uno debe comer su propio alimento
por sí; y, como lo enseñara el Buda, cada caminante de la Gran
Peregrinación debe ser realmente su propia luz y su propio refugio.
El nirvana no ha de realizarse por meditación del gurú, sino por el
yogin mismo.
114.- O el Dharmadhátu
(tibetano: Chos-kyi-dvyings) literalmente: “Semilla (o
potencialidad) de la verdad”.
Dr.Walter Yeeling Evans-Wentz, editor.
Kazi Dawa Samdup, traductor.
Los méritos son ofrecidos a todos los seres para que
alcancen la Iluminación en esta vida.
Qué todos los seres sean felices.
Qué se liberen del sufrimiento.
Qué no se separen nunca de la felicidad.
Qué permanezcan en la gran ecuanimidad.
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