YOGA TIBETANO y DOCTRINAS SECRETAS. LIBRO IV. EL CAMINO de la TRANSFERENCIA: EL YOGA de la TRANSFERENCIA de la CONCIENCIA. Introducción. I. El Powa y su dominio. II. La doctrina del Trongjug. III. Relato yóguico narrado por los gurús. IV: Relato yóguico relativo a Tiphoo.
LIBRO IV.
EL CAMINO de la
TRANSFERENCIA:
EL YOGA de la TRANSFERENCIA
de la CONCIENCIA1.
Introducción.
I. El Powa y su dominio.
La versión del Powa
aquí se presenta, forma parte integral del ciclo de doctrinas del
Bardo Thödol, como lo pone en evidencia El Libro Tibetano
de los Muertos. La primera parte, para uso particular del
devoto, es, como el texto mismo lo aclara, igual que todas las
doctrinas secretas documentadas por escrito, mas bien sugerente que
detalla y completa. Esto es igualmente cierto con relación a la
versión complementaria que comprender la última de las Seis
Doctrinas. La segunda parte, principalmente para uso de los lamas
que cumplen ritos funerarios o mortuorios, es, sin embargo, bastante
completa para comprender y ser aplicada, a un moribundo, si no se
halla un lama, por cualquier yogin o lego que haya recibido
sólida instrucción de un gurú sobre el modo de aplicación
práctica.
El dominio del Arte del
Powa confiere primeramente el poder yóguico de
producir un uno mismo, a voluntad y en esencia, el mismo proceso, que
bajo condiciones normales se llama muerte, con la diferencia de que
en la muerte natural el principio de la conciencia abandona la forma
humana permanentemente, mientras que la muerte yóguicamente
inducida ese abandono es temporario. En segundo término, confiere
el poder yóguico de dirigir el alojamiento del principio de
la conciencia de otra persona, o de influir el principio de la
conciencia de una persona recientemente fallecida de un modo tal que
le proporcione guía espiritual en el estado post-mortem y en
la elección de la matriz en el tiempo de su renacimiento.
Todos los gurús
tibetanos familiarizados con el Powa, teórica o
prácticamente, coinciden en que, debido a que en la práctica pueden
abusar de él discípulo faltos de principios o de fe, su aplicación
técnica jamás debe enseñarse a nadie con excepción con excepción
de quienes pasaron un prolongado periodo de prueba y fueron
considerados dignos. De modo acorde, se da por sentado que todas las
doctrinas documentadas referidas al Powa, tales como las
contenidas en nuestros textos, se estudiarán y pondrán en práctica
sólo bajo la guía personal de un gurú viviente que las domine y
esté calificado, en virtud de haber recibido las iniciaciones
apropiadas, como para aportar sus necesarias ampliaciones y
explicación detallada.
1.- El doble manuscrito
tibetano sobre el que se basa nuestra traducción, lleva los
siguientes títulos: 1) Snyan rgyud gsang-vahi Mthar-thung Las zab
lam hpho-vahi gdampa snyng thigle bzhugs-so, que significa: “Aquí
está el profundo camino de la Doctrina de la Transferencia [de la
conciencia], “La semilla del corazón”, de los secretos finales
de los tantras [recitados] al oído”. 2) Sang-lam pho-wai dam-pa
lay tshe day nam-she par-wai mi-pa zhu-so, que significa: “Aquí
está la visualización de la Transferencia de la conciencia de un
difunto, de las enseñanzas concernientes al Camino Secreto de la
Transferencia.
II. La doctrina del
Trongjug2.
De acuerdo con la
traducción, hace unos novecientos años, procedente de fuentes
súper-humanas, fue revelada, a unos pocos escogidos entre los más
santos gurús tibetanos e hindúes, una ciencia secreta llamada por
los tibetanos Trongjug, que significa “Transferencia e
Inspiración”. Por medio de este arte yóguico, se cree que
los principios de la conciencia de dos seres humanos pueden
mutuamente intercambiarse, o, en otras palabras, que la conciencia
que anima, o inspira, a un cuerpo humano, puede transferirse y hacer
animar a otro cuerpo humano; y, asimismo, que la vitalidad animal y
la inteligencia instintiva pueden desasociarse de los elementos
humanos de la conciencia e infundirse temporalmente dentro de la
formas sub-humanas y dirigirse por medio de los ultra-tenebrosos
mamas de la personalidad desencarnada. De esa manera, se dice
que el adepto del Trongjug es capaz de desechar su propio
cuerpo y tomar el cuerpo de otro ser humano, mediante consentimiento
o despojamiento forzoso; y entrar y resucitar, y después de eso, ser
dueño del cuerpo de una persona recién muerta. Quitar por la
fuerza a alguien su propio cuerpo es, por supuesto, un acto de magia
negra, que sólo realiza el yogin que sigue el camino de la
oscuridad.
2.- Tibetano:
Trong-jug, o como en El Gran Yogi Milarepa del Tíbet
le menciona como: Grong-jug.
III. Relato yóguico
narrado por los gurús.
La siguiente historia,
con diversas versiones entre los gurús, sirve para ilustrar cómo
puede abusarse del Trongjug. Los gurús la narran a menudo
para así explicar su severo rechazo a divulgar indiscretamente las
doctrinas secretas.
El relato se refiere a un
príncipe y al hijo de un primer ministro, que eran muy íntimos
amigos, y a un adepto del Trongjug. Un día, mientras
paseaban juntos, encontraron un nido con una cantidad de pajaritos
recién nacidos, y en el instante en que los contemplaban, observaron
cómo un halcón mataba a a madre. Muy conmovido el príncipe
resolvió poner en práctica el arte secreto y así se lo comentó a
su compañero: “por favor, vigila mi cuerpo mientras resucito a la
madre de estos pajaritos y permito que vuele hasta ellos y los
aliente”. Al tiempo que miraba la forma aparentemente sin vida del
príncipe, el hijo del primer ministro fue vencido por la tentación
y, abandonando su propio cuerpo, entró en el del príncipe, pues
luego se probó que estaba secretamente enamorado de la esposa de
éste. El príncipe no tuvo más remedio que ocupar el cuerpo
desechado po su falso amigo; y se dice que pasaron varios años antes
que el hijo del primer ministro pudiera ser persuadido a renunciar al
cuerpo del príncipe y reingresar en el propio.
Debido a abusos de esta
índole, el Trongjug llegó a mantenerse tan en secreto que,
como norma, se estableció enseñarlo sólo al discípulo con gran
cuidado probado, elegido para convertirse en gurú de la sucesión
apostólica de los gurús, y unicamente poco antes de morir el gurú
principal que lo ha de enseñar.
IV: Relato yóguico
relativo a Tiphoo.
A Marpa, favorecido con
esta singular iniciación del Trongjug, su iniciador y gurú,
Naropa, le aconsejó que transmitiera la enseñanza Milarepa, el más
grande discípulo de Marpa. En lugar de seguir este sabio consejo,
Marpa la transmitió a su propio hijo, Doday-Bum, yogin de
excepcional capacidad. Pero, como lo previera Naropa, el plan
sucesorio de Naropa se malogró. Doday-Bum tuvo tan súbita e
inesperada muerte que no hubo cuerpo humano al alcance como para
transferir su conciencia; y se vio obligado a hacer uso pasajero del
cuerpo de una paloma recién muerta. Luego de eso, tan pronto se
aplicó el Trongjug, Mapa dirigió yóguicamente la
paloma, de modo que ésta voló directamente hacia un crematorio de
la India donde, sobre una pira funeraria yacía el cadáver de un
niño Brahmin. Antes que pudiera prenderse fuego a la pira, la
paloma se posó sobre el cadáver y, tras arrullar tres veces, cayo
muerta. En el mismo instante el niño revivió y fue llevado a su
casa en medio de fuerte regocijo, y sus padres le cambiaron el nombre
por el de Tiphoo que significa “Paloma”. El muchacho creció
fuerte y sano, y se convirtió en un gran famoso filósofo y yogin
de la India. La historia ahora se conoce como el Gran Santo budista
tántrico, Tiphoo.
Dr.Walter Yeeling Evans-Wentz, editor.
Kazi Dawa Samdup, traductor.
Los méritos son ofrecidos a todos los seres para que
alcancen la Iluminación en esta vida.
Qué todos los seres sean felices.
Qué se liberen del sufrimiento.
Qué no se separen nunca de la felicidad.
Qué permanezcan en la gran ecuanimida
Comentarios
Publicar un comentario