YOGA TIBETANO y DOCTRINAS SECRETAS. LIBRO IV. La plegaria del Gurú-Raíz La plegaria a los gurús. Meditación sobre el gurú. Visualización de Vajra-Dakini y los gurús. COLOFÓN.
[La plegaria a los gurús]
5) La Plegaria [que sigue] es:
“A
Ti, el del puro y santo Reino de los Verdad6,
de donde ya
no se cae en la
generación,
oh
Señor, Portador del Cetro Divino7,
el mismísimo Sexto
Dhyáni Buddha,
yo, tu hijo, ruego con
ardiente fe y humildad.
Otorgarme
una práctica perfeccionada
en el Camino de la
Transferencia de
Conciencia;
y que, en el glorioso
y celestial Reino Divino,
pueda yo alcanzar el
Estado Inmutable del Dharmakáya primordial.
“A vosotros, los del
Santo Reino del Paraíso,
oh,
Señores Tilopa, Naropa, y Marpa, Padre e Hijos8,
yo, vuestro hijo,
ruego con ardiente fe y humildad.
Otorgarme una
práctica perfeccionada en e Camino de la
Transferencia de
la Conciencia;
y que, en el
glorioso y celestial Reino Divino,
pueda yo alcanzar el
Estado Inmutable del Dharmakáya primordial.
“A ti, el de los
Auto-Emanados Rayos de la Percepción de la
No-realidad de
las Apariencias Fenoménicas,
oh tú, el
Venerable, Anciano Milarepa, cuya gracia jamás
puede
reponerse,
yo, tu hijo, ruego
con ardiente fe y humildad.
Otorgarme una
práctica perfeccionada en el Camino de la
Transferencia
de Conciencia;
y que, en el
glorioso, y celestial Reino Divino,
pueda yo alcanzar
el Estado Inmutable del Dharmakáya primordial.
“A ti, el de los
Auto-Emanados Rayos de la Verdad Prístina,
Fundamento de
todos los Fundamentos –la Mente,
oh tú,
Shákya-Shri, la no impedida manifestación del poder
de
la mente9,
yo, tu hijo, ruego
con ardiente fe y humildad.
Otorgarme una
práctica perfeccionada en el Camino de la
Transferencia
de Conciencia;
y que, en el
glorioso y celestial Reino Divino,
pueda yo alcanzar
el Estado Inmutable del Dharmakáya primordial.
“A Ti, sentado
sobre el trono de loto coronado por e disco solar,
encima de
mi coronilla,
o Tú Gurú Raíz,
cuya gracia jamás puede reponerse,
yo, tu hijo,
ruego con ardiente fe humildad.
Otorgarme una
práctica perfeccionada en el Camino de la
Transferencia
de Conciencia
y que, en el
glorioso y celestial Reino Divino,
pueda yo alcanzar
el Estado Inmutable del Dharmakáya primordial.
“Conmovida por
su sincera fe y humildad,
que la Sucesión
de Gurús, encima de mi cabeza, finalmente
se
disuelva en la luz,
y se
convierta en el Señor Mismo, Dorje Chang, el Gurú Raíz”.
6.-
O Dharmadhátu que aquí equivale a Ogmin. Ogmin,
(Akanishta),
[que
no es inferior a nada, o estado de no retorno]
el cielo del
Adi-Buddha, estado superior asequible dentro del Sangsára, Vestíbulo
del no-sangsárico Estado del Nirvana. A partir del Ogmin
ya no hay necesidad kármica de asumir el renacimiento humano. Sin
embargo, como Maestro Divino, un Bodhisattva
que mora en el Ogmin
puede de allí reencarnar, o, como es más usual, inspirar a los
superiores encarnados en la Tierra. El Adi-Buddha renunció al
derecho a salir del Sangsára y, de este modo, permanece en el Ogmin
a fin de que los seres sangsáricos puedan ser divinamente guiados
hacia la Libertad como El, y en incontables edades pasadas, una vez
fue guiado por un Buda que le precedió.
7.-
O Dorje Chang (Vajradhára)
“Portador del Dorje” (el Cetro Divino, o Místico). Siendo el
primero de los Budas Celestiales y, por lo tanto, el Supremo Señor
de los cinco Dhyani
Buddha, Dorje Chang es
también llamado el Sexto de los cinco Dhyani Buddas.
8.-
Tilopa, como fundador humano de la Sucesión Kargyüpa de los Gurús
es llamado Padre Espiritual; y Naropa y Marpa, y sus sucesores son
conocidos como Hijos Espirituales.
9.-
Shakya-Shri, uno de la Sucesión Kargyüpa de los Gurús, fue célebre
por su santidad y dominio
del yoga.
A través de él se manifestó en la tierra el poder de la mente
sobre la materia. Se dice que nació en Kashmir. Hacia el año 1200
de nuestra era marchó al Tíbet, y parece que pasó el resto de su
vida allí, practicando yoga y ayudando a los lamas a traducir al
tibetano tratados religiosos hindúes.
[La plegaria del Gurú-Raíz]
6) Luego, con gran fervor,
ruega al Gurú-Raíz de la manera siguiente:
“¡Pleitesía a todos
los Conquistadores del Cuerpo Único de la Unicidad!
Oh Tú, la Verdadera
Personificación de todos los Protectores,
el Señor de la Gran Fe
Mística en su integridad,
el Santo Señor de todo
lo que constituye mi Refugio,
ahora y de aquí en
adelante.
Oh, Tú, cuya gracia
jamás puede reponerse,
Tú Sabes, oh Tú, Gurú
Raíz de sobresaliente benevolencia,
Tú Sabes, que Te refugio
desde lo más profundo de mi corazón
para que yo pueda
alcanzar rápidamente la Perfección en el
Camino Profundo de la
Transferencia de Conciencia.
Oh Tú, el del Cielo
Akanishta, la emanación del Puro Reino
del Dharmakáya,
otórgame Tus
bendiciones10 para que pueda alcanzar el
Auto-Conocimiento, el
Estado Inmutable del Dharmakáya.
10.- Bendiciones aquí
también se refiere a las valiosas influencias de naturaleza psíquica
transmitidas telepáticamente desde el Gurú Raíz del Cielo
Akanishta, al digno discípulo de la tierra. Con una
estructura mental similar el yogin cristiano ruega por la
gracia divina del Padre en el Cielo.
[Meditación sobre el gurú]
7) Habiendo así rezado rezado
con mucho fervor, una y otra vez, crea estas imágenes mentales:
Primero piensa:
“Conduciré a todos los seres sensibles, tan innumerables como el
ilimitado espacio, al estado de la Perfección Suprema; y con ese fin
meditaré sobre el Camino Profundo de la Transferencia de
Conciencia”.
8) La meditación que acompañe
a este pensamiento es la siguiente:
“Mi Gurú, la
Manifestación Verdadera del Triple Refugio11, está
presente ante mí en el firmamento. Todos los seres sensibles, tan
innumerables como el ilimitado espacio, y yo mismo, toman refugio en
El hasta que cada uno de nosotros haya realizado la Esencia de la
Perfección. Obramos de ese modo para conducir a toda criatura
viviente de las cuatro clases de nacimiento12 hacia
el logro del Camino Supremo”.
9) Luego de haber meditado de
esa manera, concluye absorbiendo la forma visualizada del Gurú
dentro de ti mismo.
11.- A saber, el Buda,
el Dharma (o Escrituras), y la Sangha [comunidad]
(o Sacerdocio).
12.- Como se indica en El
Libro Tibetano de los Muertos, o Bardo Thödol: “Hay
cuatro clases de nacimiento: por huevo, [que
concierne a numerosos animales], por vientre [que
concierne a los seres humanos y a un cierto número de animales y de
preta], aparición milagrosa [que
concierne principalmente a los dominios divinos (devas) a ciertos
tipos de seres humanos, a los seres en el estado intermedio, a una
parte de los pretas y a los seres de los infiernos], y a partir del calor y de la humedad, [que
concierne a un cierto número de animales inferiores].
[Visualización de
Vajra-Dakini y los gurús]
10) Luego piensa que tu propio
cuerpo se transmuta en el vacío, en el estado de no pensamiento; y
que del no-obstruido y auto-emitido resplandor, del aun vacío
[intelecto], surge, de repente, Vajra-Dakini13, de
color rojo, con ornamentos y atuendos claramente definidos.
11) Visualiza, como si se
extendiese a través del centro de su cuerpo, el nervio-medio, del
tamaño de una flecha común, blanco por fuera y rojo por dentro,
dotado de las cuatro características [i. e. color rojo, brillo,
recta y hueca] la parte inferior cerrado y terminando cuatro dedos [o
de tres a cuatro pulgadas] debajo del ombligo [i. e. en el perineo,
en la base del órgano generativo], y la superior abierta saliendo de
la coronilla [en la Abertura de Brahma].
12) [Visualiza el nervio medio
como si se extendiese a través del corazón; y, en el pericarpio de
un loto de cuatro pétalos, dentro del corazón, visualiza un puto,
que es, en realidad, la corporación simbólica del aliento y la
mente inseparablemente unidos, de color blanco, con un matiz rojizo,
y boyante [o con tendencia a subir].
13) Que estas visualizaciones
sean muy vividas.
14) Luego, como ensombreciendo
excesivamente la coronilla [de tu cuerpo visualizado como
Varja-Dakini] visualiza con eficacia tu propio gurú raíz con
la Forma de Vajradhára; y encima de esa forma, sentados, uno sobre
la cabeza de otro, los Gurús de la Doctrina de la Transferencia de
Conciencia [desde tu propio gurú humano] hasta el Maestro
Vajradhára13bis.
15) Manifiesta con humildad y
devoción sincera hasta que los pelos mismos de tu cuerpo se ericen y
las lágrimas caigan por tus mejillas, y, con esa disposición de
ánimo, recita la Plegaria de la Sucesión de Gurús que empieza como
antes: “A Ti, el del Puro y Santo Reino de la verdad”.
16) Luego, una vez dicha la
Plegaria, imagina que todos los lamas de la Sucesión de Gurús [i.
e. los de la Sucesión que fueron o son Superiores en la Tierra] se
disuelven gradualmente en el resplandor, que finalmente se funde en
el Gurú Raíz.
17) Hacia el Gurú Raíz, que
corporiza la verdadera protección, empeña la más ferviente y
humilde fe, con la disposición de ánimo del “Tu sabes”, y ruega
[a El] con devoción tantas veces como puedas.
18) Luego, una vez cumplida la
plegaria, visualiza en el corazón del Gurú la sílaba HUM,
que personifica la real esencia de la Mente de todos los
Conquistadores [o Budas], de color azul14,
emitiendo el resplandor de las Cinco Sabidurías15.
19) Habiendo visualizado esto
eficazmente, entonces, mientras recientes las visualización, expresa
el sonido HEEG
en alta voz, imaginando, en el mismo instante, el punto en el corazón
[de Vajradakini] subiendo al corazón del Gurú.
20) Luego, permitiendo que el
punto se funda con el HUM
en el corazón del Gurú, en el estado de unicidad, mora en ese
estado por algún tiempo.
21) Luego pronuncia KA,
y deja que el punto caiga hacia atrás, en su propio sitio [i. e. en
el corazón de Vajra-Dakini].
22) Practicando reiteradamente
este ejercicio, el yogin muy avanzado debe con máxima
certidumbre ser capaz de producir señales de pericia después de
veintiún HEEG;
un yogin de habilidad media, en un periodo de plegaria [i. e.
en una hora y media]; e incluso in yogin de mínima habilidad,
en la práctica de un día,.
23) Estos signos son los
siguientes: hinchazón de ls carne en la coronilla [alrededor de la
Abertura de Brahma] manando sangre y amarillentas secreciones
acuosas; y la capacidad de perforar el hinchazón con un tallo de
hierba [i. e. hacer pasar un fino tallo de hierba por la Abertura de
Brahma, de donde se ha de proyectar la conciencia].
24) Habiendo obtenido estas
señales, no es menester continuar la práctica.
25) Luego, tras completar
exitosamente el período de ejercicio, visualiza a Vajradhára como
si se hubiese transformado en Amitayus16,
sosteniendo en sus manos la Urna de la Vida, de donde la ambrosía
fluye y llena tu propio cuerpo, y sus cuerpos de la palabra y de la
mente, hasta su máxima capacidad; y piensa que así ha sido
alcanzando el don de Vida Infinita.
26) Recita reiteradamente el
mantra esencial de Amitayus17, y visualízalo
como transformado en un orbe de resplandor, que entonces es absorbido
dentro de ti mismo.
27) Luego [con disposición de
ánimo de exaltación divina], ascendiendo, como asciende un dios
[que, en sí mismo, se auto-libera], o o como el pájaro que, en su
vuelo, no deja huella, tu has de continuar en el Estado de la
Realidad del Incomprensible Dharmakáya; y ruega para que puedas
realizar este Supremo Estado.
28) Y el devoto del Camino de
la Transferencia de Conciencia ha de preservar para adquirir
longevidad18.
29) Tal es la parte de la
Doctrina de la Transferencia de la Conciencia que es permitido
expresar por escrito19.
13.- Vajra-Dakini es
aquí como visualización, equivalente a la visualización de
Vajrayogini de Las Seis Doctrinas.
13 bis.- Se dice que la
Sucesión de los Gurús de la Apostólica Sucesión Kargyüpa,
comienza y termina en Vajradhára (Dorje Chang). De modo acorde, El
ha visualizarse como sentado, en la Postura Buda, en un trono de
león, y como cerniéndose sobre la cabeza del discípulo
directamente encima de la Abertura de Brahma, a través de la cual
tiene su salida el nervio medio. El gurú humano ha de visualizarse
encima de la cabeza de Vajradhára , en la misma postura y posición
correspondiente. Encima de la cabeza del gurú g¡humano en la
misma, en la misma postura y correspondiente posición, ha de
visualizarse el Gurú de la Sucesión que aun está en la Tierra, y,
correspondientemente uno encima de otro en linea perpendicular y cada
uno en el debido orden de precedencia, los Gurús desencarnados de la
Sucesión, con Tilopa en primer lugar. Y encima de Tilopa ha de
visualizarse el Gurú Raíz, Vajradhára, que místicamente cierne su
sombra sobre toda la Sucesión perpendicular de los Gurús
visualizados, al igual que, al pie de la visualización, cierne su
sombra, en forma refleja, sobre el discípulo humano (el mismo
visualizado como Vajra-Dakini).
14.-Aquí el HUM
es azul, en correspondencia con el cuerpo azul del Gurú Raíz; el
azul simboliza, como el azul del cielo, inmutabilidad y eternidad.
Cuando la visualización es la del propio cuerpo del yogin
como Vajra-Dakini (o Vajrayogini), o la del cuerpo de un difunto,
como en la segunda parte de nuestro manuscrito, el HUM
es rojo, en correspondencia con el cuerpo de la Diosa.
15.- Ver el Libro VI,
que expone las Cinco Sabidurías en su correlación con los Cinco
Dhyani Buddhas. Aquí en este contexto, las Cinco Sabidurías se
relacionan con los Budas.
16.- Texto:
Tshe.pag.med, Amitayus = “El de Vida Infinita”, o “El
Eterno”, reflejo de Amitabha, el Buda de la Luz Infinita.
17.- Este mantra
es: AUM-AH-MA-RA-NI-JI-VAN-TI-YE-SVAH-HAH
! Que significa: ¡Aum! (OM) ¡Sea otorgada la Vida inmortal!
¡Svah-Hah!.
18.- La continua
práctica de estos ejercicios tiene a acortar la vida, pues madura
rápidamente el cuerpo físico para la muerte. De esa manera, como
un antídoto, o influencia contraria, ha de propenderse a la
longevidad mediante indómita resolución de larga vida, con el
auxilio de la súplica al Buda de la Vida Eternamente Durable,
Amitayus.
19.- Las partes más
técnicas y prácticas de esta enseñanza esotérica ha de ser
impartida oralmente por el gurú el yogin. La materia que no aporta
este tratado la contiene el de Las Seis Doctrinas. Esto ejercicios,
tal como se ofrecen a la práctica preliminar, mientras que los de la
Transferencia en las Seis Doctrinas, son, más o menos,
complementarios, aunque muy condensados. La segunda parte de este
Libro IV, que trata sobre la Transferencia aplicada a una persona a
punto de morir, también ha de estudiarse cuidadosamente para logar
una idea cabal de la Doctrina de la Transferencia.
COLOFÓN.
[Sigue ahora un breve
relato, sobre el origen superior de esta parte de la Doctrina de la
Transferencia de Conciencia, del yogin que compuso el texto].
Mientras pasaba mi tiempo
en recogimiento retiro disfruté de muchas entrevistas, en el Estado
de la Clara Luz, con el Reverendo Señor Milarepa; y con disposición
de ánimo de amor y fe exaltados, recibí de ese Santo múltiples
enseñanzas profundamente místicas.
Al final, una mujer
anciana, de cejas amarillas rojizas y una mata de pelo sobre su labio
superior, se me apareció diciendo: “Hermano mio, te solicito las
enseñanzas relativas a la Transferencia de la Conciencia”; y luego
se desvaneció como se desvanece un arco iris20.
Y en ese tiempo, a
solicitud del Avatára [o Tulku] del Norte, el Maestro
de los Seres, este mendigo loco, Shákya Shri21,
compuesto cuanto surgió [como por inspiración divina], en su mente.
QUE ESTE TRATADO SEA
AUSPICIOSO.
20.- La anciana era una
dakini disfrazada; vale decir, era uno de los seres al estilo de las
hadas que se dice enseñan, al yogin sincero, poderes
superiores e intuición espiritual.
21.- No hay seguridad
que el Shákya Shri aquí citado y en el Colofón de la segunda mitad
de este texto, sea el Gran Gurú de la Sucesión Kargyüpa referido
anteriormente, en la Plegaria, o se trate de algún venturoso yogin
que tomó el nombre, creyéndose inspirado por el Gran Gurú para
comprender este tratado, o haber sido su tulku, o encarnación.
Por el otro Colofón notamos que el Avatára del Norte fue el
discípulo principal del “mendigo loco”, alusión que los yogins
les gusta aplicarse. La afirmación en el sentido de que la
petición de transición de las enseñanzas proviniera de dakini
puede ser meramente metafórico para implicar que le fue transmitido
telepáticamente al “mendigo loco”.
Dr.Walter Yeeling Evans-Wentz, editor.
Kazi Dawa Samdup, traductor.
Los méritos son ofrecidos a todos los seres para que
alcancen la Iluminación en esta vida.
Qué todos los seres sean felices.
Qué se liberen del sufrimiento.
Qué no se separen nunca de la felicidad.
Qué permanezcan en la gran ecuanimida
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