[El
segundo día]
[La
visión de Vajrasattva Aksobhya]
Pero
si, no obstante, esta puesta cara a cara, por causa de la ira o del
karma negativo, uno se acobardara ante la penetrante luz y
huyera, o fuera vencido por las ilusiones, a pesar de la plegaria, el
Segundo Día, vendrá a recibirlo Vajrasattva y sus deidades
auxiliares, al igual que las propias malas acciones [que conducen] al
infierno [acudirán
a tu encuentro, se
acercarán para escoltarte hacia sus diferentes direcciones].
Por
tanto, [hay
que orientar al difunto] en la puesta cara a cara,
llamando al difunto por su nombre:
Oh
noblemente nacido, escucha vacilar, sin distracción. En este
Segundo Día, la forma pura del agua, [se
te aparece] brillando como una luz blanca. En ese
tiempo desde el Reino Oriental azul oscuro de la Felicidad
Preeminente [Acumulación
de la Alegría, o, Intenso Deleite], se te
aparecerá el Bhagaván Akshobhya [como] Vajrasattva83,
de color azul, llevando en su mano un dorje84
de cinco puntas, sentado sobre un trono de elefante, y abrazado por
la Madre Mamaki85,
secundado por los bodhisattvas masculinos Kahitigarbha86
y Maitreya87;
y con las bodhisattvas femeninas, Lasema [Lasya]
y Pushema88
[Pushpa].
Estas seis deidades Búdicas arquetípicas se aparecerán.
El
agregado de tu principio de la conciencia89,
al estar en su forma pura –que es la Sabiduría Espejada–
brillará como una luz blanca reluciente y radiante, desde el corazón
de Vajrasattva, el Padre-Madre90,
con un resplandor y una transparencia tan deslumbrantes que apenas
podrás mirarlo, [y] te golpeará. Junto con la luz de Sabiduría
Espejada, brillará desde el Infierno una luz opaca color humo
[gris],
que [también] te golpeará.
A
causa, del poder del odio y la ira, engendrarás miedo y te
intimidará la deslumbrante luz blanca y [desearás] huir de ella;
engendrarás un sentimiento de afecto hacia la luz opaca [tenue]
color humo, proveniente del Infierno. Actúa entonces de modo que no
temas esa luz blanca, brillante, deslumbrante y transparente. Tienes
que reconocer que es la clara luz de la Sabiduría. Pon tu fe
humilde y ardiente en ella. Esa es la luz de la gracia del Bhagaván
Vajrasattva. Piensa con fe: “Me refugiaré en ella”; dirige a
ella tus plegarias.
Aquélla
[luz] es el Bhagaván Vajrasattva que viene a recibirte y
salvarte del miedo y del terror del Bardo. Cree en ella; pues
es el anzuelo de los rayos de la gracia Vajrasattva91.
No
te aficiones a la luz color humo, proveniente del Infierno. Es el
sendero que se te ofrece procedente de tu mal karma acumulado,
producto de la violenta ira. Si eres atraído por ella, caerás en
los Mundos Infernales; y al caer allí, tendrás que padecer un dolor
insoportable, de donde no hay tiempo cierto de salida. Como aquélla
es una interrupción que obstruye el Sendero de la Liberación, no la
mires; abandona tu odio, tu ira92.
Que ella no te atraiga; no la anheles. Cree en la deslumbrante y
brillante luz blanca; [y] poniendo ardientemente tu corazón en el
Bhagaván Vajrasattva, haz la siguiente plegaria:
“'Oh,
cuando vague en el Sangsára, debido al poder de la ira violenta,
en
el radiante sendero luminoso de la Sabiduría Espejada
que
sea conducido por el Bhagaván Vajrasattva,
que
la Divina Madre Mamaki sea [mi] guardaespaldas;
que
sea conducido a salvo a través de la temible
emboscada
del Bardo;
que
sea puesto en el estado de la Perfecta Budeidad”.
Esta
plegaría, con fe intensa y humilde, te disolverás, en luz de arco
iris, en el corazón del Bhagaván Vajrasattva y obtendrás el Estado
Búdico en el Sambhogakáya, en el Reino Oriental llamado
Preeminente Feliz [Actuación
de la Alegría, Abhirati].
83.-
Rdorje-sems-dpah Mi-bskyod-pa, (pronuncia, Dorje Sempa
Mi-kyod-pa), sánscrito: Vajrasattva-Akshobhya. Akshobhya
(el Inagitado” o “Inmóvil”) [“El
Inmutable”, es
el agregado de la conciencia purificado. De color azul, tiene como
atributo el vajra (o vajra y campanilla bajo el aspecto de
Vajrasattva), símbolo de la indestructibilidad del espíritu y de la
familia vajra (“diamante”) su trono sostenido por elefantes, se
encuentra unido a Buddhalocana “el Ojo de los Buddhas” que
también simboliza el elemento tierra o bien a Mamaki (agua). Su
sabiduría es la que resulta «semejante al espejo», trasmutación
de la cólera], Dhyáni Buddha de la
dirección Este, aparece aquí, como en todo el texto, como
Vajrasattva (“El de Divina Mente Heroica” o “El de Mente
Indestructible”), su Sambhogakáya, o adornado reflejo
activo. Vajradhára (“El Sostenedor Indestructible o
Firme”) es también un reflejo de Akshobhya; y ambos reflejos son
importantes deidades de la Escuela Esotérica.
84.-El
dorje es el cetro lamáico, un tipo de rayo de Indra
(Júpiter).
85.-
Esta es la forma sánscrita, como se la incorpora en nuestro texto
tibetano. Aquí la Xilografía, evidentemente equivocada, contiene,
en tibetano. Sangs-rgyas-spyan (pronuncia, Sang-yay
Chan-ma), que significa “La del Ojo de Buda, quien en nuestro
texto manuscrito, llega el Tercer día con Ratnasambhava. Mamaki es
también uno de los 108 nombres dados a Dölma (sánscrito:
Tara), la diosa nacional del Tíbet. En el Dharma Samgraha
dícese que hay cuatro Devis, a saber: Rochani, Mamaki, Purana y
Tara.
86.-
Texto: Sahi-snying-po (pronuncia, Sayi-nying-po);
sánscrito: Kshitigarba: “Seno Materno (o Matriz) de la
Tierra”.
87.-
Texto: Byams-pa (pronuncia, Cham-pa) sánscrito:
Maitreya: “Amor”; el Buda venidero, que reformará a la humanidad
mediante el poder del amor divino. [Maitreya,
«El que es Amor», nombre el bodhisattva destinado a convertirse en
el próximo Buddha cuando el Dharma del Buddha Shakyamuni se haya
extinguido por completo. La tradición precisa que el bodhisattva
Maitreya reside actualmente en Tushita, uno de los reinos divinos del
mundo del deseo, esperando alcanzar el supremo Despertar para
manifestarse a
la tierra. En el Varjayána tibetano, es de color blanco, con los
atributos del Sambhogakáya, y tiene un árbol de naga a la derecha y
una campanilla a la izquierda, cuando aparece en el mandala de las
cien deidades apacibles y enojadas. Cuando se le asocia con
Akshobhya, se sitúa siempre al este. A veces se le representa de
color amarillo dorado, con tres rostros (negro a la derecha, blanco a
la izquierda) y cuatro brazos. Dos de sus manos hacen el mudra de
enseñanza a la altura de su pecho; la tercera mano, a la derecha,
lleva a cabo el
gesto del don, y la última, a la izquierda, sostiene un loto].
88.-
Lasema y Pushpema son formas sánscritas espurias
incorporadas al manuscrito. Sus equivalentes tibetanos son,
respectivamente: Sgeg-moma, (sánscrito, Lasya), que
significa “Bella” (o “Coqueta”), y Me-togma
(sánscrito, Pushpa), “La que ofrece (o sostiene) Flores”.
Pushpa, representada sosteniendo una flor en la mano, es una
personificación de los flores. Lasya, la Bella, representada
en sosteniendo un espejo en actitud de coquetería, personifica la
belleza.
89.-
Texto: Rnampar-shes-pahi-phung-po (pronuncia,
Nampar-dhe-pay-phung-po), “agregado del principio de la
conciencia”, el Conocedor. La Xilografía, en lugar de esto,
contiene Gzugs-kyi-phung-po (pronuncia, Za-kyi-phung-po),
“agregado del cuerpo”. O “agregado Corporal”.
90.-
Aquí, como en los siguientes pasajes paralelos, la deidad principal
personifica en sí misma tanto el principio femenino como el
masculino de la naturaleza, y de ahí que se la llame Padre-Madre,
representada, como la describe el texto, con apropiados colores
simbólicos.
91.-
Los rayos de la gracia divina son un anzuelo de salvación para
atrapar a los difuntos y rescatarlos de los peligros del Bardo.
A veces, cada rayo es imaginado con un garfio, tal como cada rayo
que emana de Ra, el dios-sol, y que desciende como un rayo de gracia
sobre un devoto, es representado en los antiguos templos de Egipto,
terminando en una mano. De modo parecido, piensa el cristiano con
respecto a la salvadora gracia de Dios.
92.-
Tal vez se juzga aquí al difunto como capaz de ver a los suyos en la
Tierra y propenso a enojarse si los observa discutiendo sobre la
división de sus bienes, o si percibe avaricia por parte del lama
que lleva a cabo los ritos fúnebres. Pero la prohibición relativa
a la ira es esencialmente yóguica; los yogi de todas
las religiones reconocen que la ira impide el progreso espiritual,
asimismo, aquella prohibición guarda paralelismo con la enseñanza
moral que previene contra dar curso a la ira, y que está contenida
en los antiguos Preceptos egipcios de Ptah-hotep.
Dr.Walter Yeeling Evans-Wentz, editor.
Kazi Dawa Samdup, traductor.
Los méritos son ofrecidos a todos los seres para que
alcancen la Iluminación en esta vida.
Qué todos los seres sean felices.
Qué se liberen del sufrimiento.
Qué no se separen nunca de la felicidad.
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