[El
sexto día]
[La
visión de de las cinco familias de Budas]
Al
ser puesto así, cara a cara en las diversas etapas, por débiles que
sean las propias conexiones kármicas, el difunto ha de
reconocer en una u otra de ellas; y cuando el difunto ha reconocido a
cualquiera de ellas, es imposible no se liberarse. Empero, aunque
sea puesto así cara a cara con tanta frecuencia, al estar habituado
por mucho tiempo a fuertes inclinaciones y escaso de familiaridad y
afecto para con la Sabiduría, puede ser conducido hacia atrás por
el poder de las propias malas inclinaciones a pesar de la ayuda de
las presentaciones con las visiones. Es posible que los anzuelos de
los rayos luminosos de la compasión no pueden atrapar al difunto;
puede vagar hacia abajo, debido a que engendra sentimientos de miedo
y temor hacia las luces y los rayos.
Inmediatamente,
brillaran sobre, sobre el difunto, de manera simultánea, todos los
Divinos Padres-Madres de las Cinco Órdenes [Familias]
[de Dhyáni Buddhas] con sus auxiliares. Al mismo tiempo, de
modo parecido brillará sobre el difunto simultáneamente las luces
procedentes de los Seis Lokas [los
seis mundos o reinos].
La
puesta cara a cara, llamando al difunto por su nombre se le puede
ayudar, así:
Oh
noblemente nacido, hasta ayer cada uno de las Cinco Órdenes
[Familias]
de Deidades brilló sobre ti, una por una; y has sido puesto cara a
cara, pero, debido a la tendencia de tus propias inclinaciones, te
produjeron miedo y terror, y por esto te mantienes aquí.
Si
hubieses reconocido los resplandores de las Cinco Órdenes [Familias]
de la Sabiduría como emanaciones de tus propias formas del
pensamiento, habrías obtenido el Estado Búdico en el Sambhogakáya,
y te habrías disuelto en el halo de luz de arco iris en uno u otro
de las Cinco Órdenes [Familias]
de Budas. Pero ahora mira sin distraerte. Ahora vendrán a
recibirte todas las luces de las Cinco Órdenes [Familias],
llamadas las Luces de la Unión de las Cuatro Sabidurías115.
Procede de modo para reconocerlas.
Oh
noblemente nacido, en este Sexto Día, brillarán sobre ti
simultáneamente los cuatro colores de los estados prístinos de los
cuatro elementos [agua, tierra, fuego y aire]. Entonces, desde el
Reino Central del Desparramo de la Semilla [o,
Despliegue de Fuente Luminosa, o, la Tierra pura de la Gota que todo
lo Impregna], vendrá a brillar sobre ti el Buda116
Vairochana, el Divino Padre-Madre, con las [deidades] auxiliares.
Desde el Reino Oriental de la Felicidad Preeminente [o,
Actuación de la Alegría, o Gozo Manifiesto (Abhirati)],
vendrá a brillar sobre ti el Buda Vajrasattva, el Divino
Padre-Madre, con las [deidades] auxiliares. Desde el Reino del Sur
dotado de Gloria, [Gloria
Esplendorosa, o, Shrimat], vendrá a brillar sobre
ti el Buda Ratnasambhava, el Divino Padre-Madre, con las [deidades]
auxiliares. Desde el Feliz Reino Occidental117,
de los Lotos Acumulados, [o,
Campos de Felicidad, o, Lugar de Beatitud, Sukhavati],
vendrá a brillar sobre ti el Buda Amitabha, el Divino Padre-Madre,
junto con las [deidades] auxiliares. Desde el Reino del Norte de las
Buenas Acciones Perfeccionadas, [o,
Perfeccionamiento de los Actos Excelentes, o, Perfecta Beatitud,
Prakuta], el Buda Amoghasiddhi, el Divino
Padre-Madre, junto con las [deidades] auxiliares, vendrá en medio
[con
un fondo] de un halo de luz de arco iris, a brillar
sobre ti en este mismo momento.
Oh
noblemente nacido, en el círculo exterior de estas cinco parejas de
Dhyáni Buddhas, los cuatro Guardianes de las Puertas, las
Iracundas [los
terroríficos guardianes]: el Victorioso118,
el Destructor del Señor de la Muerte119,
el Rey de Cuello de Caballo120,
la Urna de Néctar121;
con las cuatro Guardianas de la Puertas: la Portadora de la
Aguijada122,
la Portadora del Lazo123,
la Portadora de la Cadena124,
y la Portadora de la Campana125;
junto con el Buda de los Devas, denominado El de Poder
Supremo126,
el Buda de los Asuras, denominado [El de] Fuerte Contextura127,
el Buda de la Humanidad, denominado el León de los Shakyas, el Buda
del reino de las animales, denominado el León Inconmovible, el Buda
de los Pretas, denominado El de Boca Llameante, y el Buda del Mundo
Inferior [infiernos],
denominado el Rey de la Verdad128;
–estos, los Ocho Guardianes de las Puertas Padre-Madre y los Seis
Maestros, los Victoriosos – también aparecerán brillantemente.
El
Padre Todo-Bueno, y la Madre Toda-Buena129,
los Grandes Ancestros de todos los Budas: Samantabhadra [y
Samantabhadri], el Divino Padre-Madre –estos dos, también vendrán
a brillar.
Vendrán
a brillar estas cuarenta y dos deidades perfectamente dotadas,
salidas del interior de tu corazón, siendo el producto de tu amor
puro. Reconocerlas.
Oh
noblemente nacido, estos reinos no han de venir de parte alguna fuera
de ti mismo. Vienen del interior de las cuatro divisiones de tu
corazón que, incluso su centro, suman las cinco direcciones. Salen
de interior de allí, y brillan sobre ti. Las deidades tampoco han
de venir de ninguna parte más: existen desde la eternidad dentro de
las facultades de tu propio intelecto130.
Reconócelas como de esa naturaleza [acepta
lo que son].
Oh
noblemente nacido, el tamaño de todas estas deidades no es grande ni
pequeño, sino proporcionado. También sus ornamentos, sus colores,
sus posturas, sus tronos, y los emblemas que cada una lleva.
Estas
deidades están formadas en grupos de cinco pares, y cada grupo de
cinco está rodeado por un círculo quíntuple de resplandores; los
bodhisattvas masculinos participan de la naturaleza de los Padres
Divinos, y los bodhisattvas femeninos participan de la naturaleza de
las Madres Divinas. Toda esta asamblea de divinos vendrán a brillar
sobre ti en un mandala completo131.
Son tus propias deidades tutelares132.
Reconócelas como tales.
En
el sendero del resplandor vendrán a brillar gloriosas esferas de
luz, de color azul, que emitirán rayos, la Sabiduría misma del
Dharmadhátu, apareciendo cada uno como una copa turquesa invertida,
rodeada de esferas con esferas similares, de tamaño más pequeño,
gloriosas y deslumbrantes, radiantes y trasparentes, cada una más
glorificada con cinco esferas satélites más pequeñas, punteados
alrrededor con cinco puntos estrellados de luz de la misma
naturaleza, no quedando ni el centro ni los bordes del luminoso
sendero azul sin que los glorifiquen las esferas y las esferas
satélites más pequeñas.
Oh
noblemente nacido, de los corazones de los Padres Divinos y de las
Madres Divinas de las cinco Órdenes [Familias],
vendrán a brillar sobe ti y golpearán tu corazón los rayos de la
luz de las Cuatro Sabiduría unidas, extremadamente claros y finos,
como los rayos del sol hilados en filamentos.
El
primero que verás surgir desde el centro del corazón de Vairochana
un tejido de los terribles brillantes rayo de luz blanca de la
sabiduría de la perfección de la realidad, que alcanza el centro de
tu corazón. En el interior de ese tejido brillan blancas gotas con
sus rayos, como espejos invertidos hacia ti, muy claros, brillantes y
tremendamente penetrantes, estando cada una de las gotas adornadas de
manera natural con otras cinco gotas. Así está adornado el tejido
de luminosidad con otras gotas y gotitas sin limite ni centro.
Desde
el corazón del Vajrasattva, brillará el azul sendero luminoso de la
Sabiduría Espejada, azul y trasparente, glorioso y deslumbrante,
rodeado con esferas de esferas más pequeñas, de luz trasparente y
radiante sobre él.
Desde
el corazón de Ratnasambhava, brillará el luminoso sendero amarillo
de la Sabiduría de la Igualdad, [realzado] con esferas amarillas [de
resplandor], cada una de ellas como una copa de oro invertida,
rodeado de esferas más pequeñas, y éstas con otras esferas más
pequeñas aún.
Desde
el corazón de Amitabha, brillará el luminoso sendero rojo luminoso
y trasparente y brillante de la Sabiduría Discriminadora, sobre el
que hay esferas, como copas coralinas invertidas, que emiten rayos de
Sabiduría, extremadamente brillantes y deslumbrante, cada una
realzada con cinco esferas [satélites] de la misma naturaleza, –no
quedando ni el centro ni los bordes [del rojo sendero luminoso] sin
glorificar con esferas y esferas-satélites más pequeñas.
Éstos
son los que brillarán simultáneamente llegando a tu corazón133.
Oh
noblemente nacido, todo esto es un despliegue luminoso de tus propias
facultades mentales. No han venido de ningún sitio. Que no te
atraigan; no seas débil; no sientas miedo; permanece en la
disposición de no-formación de pensamientos134
[relaja
profundamente tu espíritu en el estado de no-conceptualización].
En ese estado, se fundirán en ti todas las formas y resplandores, y
obtendrás el Estado Búdico.
El
verde sendero luminoso de la Sabiduría de las acciones
Perfeccionadas no brillará sobre ti debido a que la facultad de la
Sabiduría de tu intelecto no ha sido perfectamente desarrollada
[puesto
que las potencialidades de tu supremo conocimiento todavía no han
alanzado la perfección].
Oh
noblemente nacido, esas Luces se llaman de las Cuatro Sabidurías
Unidas, [de donde procede lo] que se llama el [camino
secreto o interno] Sendero Interior a través de
Vajrasattva135.
Entonces,
debes recordar las enseñanzas de la puesta cara a cara [las
orientaciones previamente dadas] que has recibido
de tu maestro. Si recuerdas lo que significan estas orientaciones,
habrás reconocido todas estas luces que brillan sobre ti, como el
reflejo de tu propia luz interior, y, habiéndolas reconocido como
amigas íntimas, creerás en ellas y las entenderás al verlas, como
un hijo entiende a su madre.
Y
al creer en la inmutable naturaleza de la Verdad pura y perfecta,
habrás producido en ti el samádhi que fluye tranquilamente
[el
samádhi de continuidad]; y habiéndote fundido en
el cuerpo del intelecto perfectamente evolucionado, [el
cuerpo del gran conocimiento espontáneo], habrás
obtenido el Estado Búdico en el Sambhogakáya, de donde no
hay retorno.
Oh
noblemente nacido, junto con los resplandores del la Sabiduría,
también vendrán a brillar la impuras luces ilusorias de los Seis
Lokas. Si te preguntas: ¿Qué son?, pues, son, la tenue luz
blanca de los devas, la tenue luz roja de los asuras,
la tenue luz azul de los seres humanos, la tenue luz verde de los
animales, la tenue luz amarilla de los pretas, y la tenue luz
gris humo de los infiernos136.
Estas seis luces vendrán brillar junto con los seis resplandores de
la Sabiduría; entonces no temas ni seas atraído por ninguna, sino
que permítete descansar en el estado de no-pensamiento
[en la ausencia de toda concepción de pensamientos].
Si
te asustan los resplandores puros de la Sabiduría y te atraen las
luces impuras de los Seis Lokas, entonces asumirás un cuerpo
en cualquiera de los Seis Lokas y sufrirás miserias
sangsáricas; y nunca te emanciparás del Océano del
Sangsára, donde girarás una y otra vez en remolinos y padecerás
sus sufrimientos.
Oh
noblemente nacido, si no has obtenido las sabias palabras del
maestro, tendrás miedo de los resplandores de la Sabiduría y de sus
deidades. Si te asustas, serás atraído hacia los impuros objetos
sangsáricos. No procedas de ese modo. Confía humildemente
en los deslumbrantes resplandores puros de la Sabiduría. Dirige tu
mente con fe, y piensa: “Los compasivos resplandores de la
Sabiduría de las Cinco Órdenes de Budas137
han venido a rescatarme por compasión: en ellos me refugio”.
Sin
ceder a la atracción hacia las luces ilusorias de los Seis Lokas
y consagrando de modo unidireccional toda tu mente hacia los
Padre-Madre Divinos, los Budas de los Cinco Órdenes, reza así:
“¡Ay
de mi!, cuando vague en el Sangsára por el poder de los
cinco
venenos virulentos138,
sea
conducido por los Cinco Conquistadores Victoriosos
en
el brillante sendero luminoso de las Cuatro Sabidurías unidas,
que
las Cinco Órdenes de las Madres Divinas sean mi guardaespaldas;
que
sea rescatado de los impuros senderos luminosos de los Seis Lokas;
y,
al ser rescatado de los engaños del temible Bardo,
colocadme
en los puros cinco Reinos Divinos”.
Al
rezar así, uno reconoce su propia luz interior; y al fundirse uno
allí, en unicidad, se alcanza el Estado Búdico; a través de
humilde fe, el devoto corriente llega a conocerse, y alcanza la
Liberación; hasta los seres con pocas facultades, por el poder de la
pura plegaria, pueden cerrar las puertas de los Seis Lokas y,
al entender el significado real de las Cuatro Sabidurías unidas,
obtener el Estado Búdico psiguiendo el camino que lleva al seno de
Vajrasattva140.
Así,
la mayoría de hombres, claramente llevados unos tras otros a la
visión, llegarán a reconocer [la Verdad141];
de ese modo muchos alcanzarán la Liberación.
Lo
peor, son aquellos seres de pesado karma negativo, que al no
tener la mínima predilección por alguna creencia –y algunos que
no cumplieron sus votos– por el poder de las ilusiones kármicas,
al no reconocer, [la Verdad] aunque fueron puestos cara a cara, se
pierden hacia abajo.
115.-
Los términos tibetanos filosóficamente descritos no contenidos en
nuestro texto) correspondientes a estas Cuatro Sabidurías son: - 1)
Snang-Stong (pronuncia, Nang-Tong), “Fenómenos y
Vacuidad”; - 2) Gsal-Stong, (pronuncia, Sal-Tong), “Resplandor y
Vacío”; - 3) Bde-Stong, (pronuncia, De-Tong), “Felicidad y
Vacuidad”; - 4) Rig-stong (pronuncia, Rig-Tong), “Consciencia y
Vacuidad”. Corresponden a las cuatro etapas del dhyána que
surgen en el mismo orden. Probablemente corresponden también, pero
de una manera menos exacta, a las Cuatro Sabidurías; la Sabiduría
semejante a Espejo, la Sabiduría de la Igualdad, la Sabiduría
Omni-Discriminadora, y la Sabiduría Omni-Realizadora. “Dhyána
consiste en estados mentales progresivos; análisis (sánscrito,
vitarka), reflexión (sánscrito, vichara), gozo
(sánscrito, priti), felicidad (sánscrito, ananda), y
concentración (sánscrito, ekagrata). En la primera etapa
del dhyána, el devoto se pregunta: “¿Qué es este cuerpo?
¿Es duradero? ¿Es lo que hay que salvar?”, y decide que no es
deseable apegarse a una forma corporal corruptible e impermanente,
tal como comprende que lo es. De modo parecido, una vez ganado el
conocimiento de la naturaleza de la Forma, analiza y reflexiona sobre
el Tacto, el Sentimiento, las Formaciones, el Conocimiento y el
Deseo; y al descubrir que la Mente es la realidad aparente, llega a
la concentración correcta. “En la segunda etapa del dhyána,
sólo se emplea la reflexión; en otras palabras, la reflexión
trasciende el proceso mental inferior, llamado análisis. En la
tercera etapa, la reflexión da paso a un estado de felicidad de la
conciencia; y esta felicidad, por ser al principio una aparente
sensación física, se funde en un éxtasis puro, en la cuarta etapa.
En la quinta etapa, la sensación de éxtasis, aunque siempre
presente en una condición suprimida o secundarla, da paso a la
concentración completa”. –Lama Kazi Dawa Samdup.
116.-
Hasta ahora, cada una de las principales deidades fue llamada
Bhagaván (“El Victorioso”), pero aquí la designación es
Buddha (“El Iluminado”). El texto contiene el tibetano
Sangs-rgyas (pronuncia, Sang-ye) = sánscrito, Buddha;
Sangs = “despierto [del sueño de la ignorancia]” + rgyas
= “plenamente desarrollado [en todos los atributos de la perfección
(o virtudes morales)]”.
117.-
entre esta barra y la de la oración siguiente se halla la traducción
del texto tibetano correspondiente al folio superior de nuestro
Frontispicio.
118.-
Texto: Rnam-par-rgyal-va (pronuncia, Nam-par-gyal-wa);
sánscrito, Vijaya: “El Victorioso”, el guardián de la
Puerta del Este.
119.-
Texto: Gshin-rje-gshed-po (pronuncia, Shian-je-shed-po),
sánscrito, Yamantaka: “Destructor de Yama (la Muetre)”,
el guardián de la Puerta Sur, una forma de Shiva, y el
aspecto iracundo de Avalokitesvara. Como deidad Furiosa personifica
a una de las diez formas de la Ira (tibetano, K'ro-bo, pronuncia
T'o-wo; sánscrito, Krodha).
120.-
Texto: Rta-mgrin-rgyal-po (pronuncia, Tam-din-gyal-po);
sánscrito, Hayagriva: “Rey de Cuello de Caballo”, el
guardian del la Puerta del Oeste.
121.-
Texto: Bduad-rtsi-hkhkyil-va (pronuncia,
Dü-tsi-khyil-wa); sánscrito, Amrita-Dhara: “El que es
la Urna de Néctar”, cuya función divina es trasmutar todas las
cosas en néctar (en el sentido esotérico del Yoga tántrico);
amrita significa “néctar” exotéricamente, y
esotéricamente, “vacío”. Es el guardián de la Puerta del
Norte.
122.-
Texto: Chags-kyu-ma (pronuncia, Chak-yu-ma); sánscrito,
Ankusha: “La que sostiene la Aguijada”, la shakti,
o shakti, o
contraparte femenina de Vijaya.
123.-
Texto: Zhags-pa-ma (pronuncia, Zhag-pa-ma); sánscrito,
Pashadhari: “La que sostiene el Lazo”, la shakti de
Yamantaka.
124.-
Texto: Lghags-sgrog-ma (pronuncia, Cha-dog-ma);
sánscrito Vajrashringkhala: “La que sostiene la Cadena”,
la shakti de Hayagriva.
125.-
Texto: Dril-bu-ma (pronuncia, Til-bu-ma); sánscrito,
Kinkini-Dha-ri: “La que sostiene la Campana”, la shakti
de Anrita-Dhara. Todos los Guardianes de la Puertas y sus shaktis
poseen significado oculto en relación con los cuatro puntos
calcinares y con el mandala (o asamblea de deidades) a que
pertenecen. Como deidades tántricas guardianas de la fe (tibetano
Ch'os-skyin; sánscrito, Dharmapala), están en el
nivel de los bodhisattvas. Simbolizan también los cuatro métodos
tranquilos o pacíficos que los Seres Divinos emplean para salvar a
las criaturas sensibles (de las que la humanidad es la más elevada),
que son: Compasión, Gozo, Amor y Justicia Rigurosa.
126.-
Texto: Dwang-po-rgya-byin (pronuncia, Wang-po-gya-jin):
“El Poderoso de un Centenar de Sacrificios”; sánscrito,
Shata-Kratu, un nombre de Indra (“Uno de Poder Supremo).
127.-
Texto: Thag-bzang-ris (pronuncia, Thag-zang-ri); “El de Fuerte
Contextura (sánscrito, Virachara), nombre que e refiere a la fuerza
corporal, o la cota de malla usada por este Señor del Asura-loka, el
mundo en el que la guerra es la pasión predominante de la
existencia.
128.-Texto:
Chös-kyi-rgyal-po (pronuncia, Chö-kyi-gyal-po);
sánscrito, Dharma-Raja.
129.-Texto:
Küntu-bzang-mo (pronuncia, Küntu-bzang-mo); “Madre
Toda Buena”, sánscrito, Samantabhadri. La Escuela Tántrica
sostiene que cada deidad incluida la Suprema, tiene su shakti.
Sin embargo, se describen comúnmente pocas deidades como carentes
de shakti; por ejemplo, Mañjushri o Mañjughosha; aunque
puede haber alguna representación simbólica de una shakti,
como en el caso del Prajñaparamita (llamado a menuda la Madre) que
esta deidad sostiene. Con todo, en un análisis posterior, como
todos los pares opuestos se contemplan como teniendo un Solo Origen
(en el Vacío del Dharmakáya), el dualismo aparente se
convierte en monismo.
130.-
Según el esoterismo del budismo Norteño, en el sentido implícito
por las filosofías místicas del antiguo Egipto y de Grecia, el
hombre es el microcosmos del macrocosmos.
131.-
Texto: dkyil-hkhor (pronunica, kyil-khor); sánscrito,
mandala, i. e. la asamblea de la deidades.
132.-
Las Deidades Tutelares son también, en análisis posterior, las
visualizaciones de la persona que cree en ellas. El Demchok Tantra
dice que “Devatas no son sino símbolos que representan las
diversas cosas que ocurren en el Sendero, como los impulsos
auxiliares y las etapas alcanzadas por su intermedio”, y que “si
surgiese la duda en cuanto a la divinidad de estos Devatas uno habrá
de decir: “La Dakini es sólo memoria del cuerpo” y recordar que
las deidades constituyen el Sendero”. (cf. Tantrik Texts, por A.
Avalon, Londres, 1919.
133.-
Cada uno de estos resplandores místicos simboliza la particular
cualidad Búdica o de Sabiduría del Buda, desde donde brilla. En el
tibetano de nuestro texto hay un fervor tal en la descripción
poética de los senderos luminosos que el traductor, a fin de
traducir algo de la belleza del idioma original, ensayó varias
versiones, de las que surgió la real aquí ofrecida.
134.-
“La disposición de la no-formación de pensamientos” se alcanza
en el samádhi-yoga. Este estado, considerado como el estado
primordial de la Mente, es ilustrado por la siguiente figura:
Mientras un hombre flota en un río se somete pasivamente a la
corriente, será llevado con suavidad; pero si intenta aferrar un
objeto fijo en el agua, se interrumpe la tranquilidad de su
movimiento. De modo parecido, la formación de pensamientos detiene
el flujo natural de a mente.
135.-
En el estado trascendental de la Iluminación del Estado Búdico,
sobre el Sendero Interior, o Secreto, se funde en Vajrasattva, en
unificación, todas las Deidades Pacíficas e Iracundas del mandala
mayor que describe nuestro texto; en total, son ciento diez; cuarenta
y dos en el centro cardíaco, diez en el centro laríngeo, y
cincuenta y ocho en el centro cerebral.
136.-
En la Xilografía (25b) y en nuestro Manuscrito hay diferencias
irreconciliables entre los colores asignados a estos senderos
luminosos.
137.-Bde-var-gshegs-pa
(pronuncia, De-war-sheg-pa); sánscrito Sugata, que
literlmente significa “Los que penetraron en la Felicidad (o
alcanzaron el Nirvana)”, i. e. los Budas.
138.-
Los cinco venenos virulentos que, como las drogas, esclavizan y atan
a la humanidad a los sufrimientos de la existencia dentro de los
confines de los Seis Lokas, son: la lujuria, la necedad, el orgullo o
egoísmo, y los celos.
139.-
Texto: rang (“yo”) + sNang (“Luz”); “luz del
yo” o “luz interior”, i. e. los pensamientos o las ideas que
aparecen en el resplandor del principio de la consciencia. El ser en
el bardo es el estado onírico post-mortem al que sigue
el estado de vigilia o de vida en la Tierra; y la aspiración cabal
de la enseñanza del Bardo Thödol es despertar al Durmiente
respecto a la Realidad, respecto a un estado supramundano de la
consciencia, de una aniquilación de todos los lazos de la existencia
sangsárica, de la Iluminación Perfecta, del Estado Búdico.
140.-
Vajrasattva, como deidad simbólica, el reflejo de Akshobhya, en los
rituales ocultos tibetanos, se visualiza como internamente vacío.
Como tal, representa el Vacío, a cuyo respecto hay muchos tratados
que elaboran comentarios, esencialmente esotéricos. A través de
Vajrasattva hay cierto pasadizo hacia la Liberación, pues es la
encarnación de las ciento diez deidades en total que constituyen el
mandala de los Pacíficos y los Iracundos. Para recorrer con
buen éxito este sendero, el Hierofante deberá instruir al Neófito.
141.-
Esta Verdad consiste en que no hay realidad detrás de cualquiera de
los fenómenos del plano bárdico, salvo las ilusiones
almacenadas en la propia mente como acumulaciones de experiencias
sangsáricas. Reconocer esto acuerda automáticamente la
Liberación.
Dr.Walter Yeeling Evans-Wentz, editor.
Kazi Dawa Samdup, traductor.
Los méritos son ofrecidos a todos los seres para que
alcancen la Iluminación en esta vida.
Qué todos los seres sean felices.
Qué se liberen del sufrimiento.
Qué no se separen nunca de la felicidad.
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