[El
undécimo día]
[Visión
de Padma-Heruka]
Aún,
si la tristeza surgen en el difunto por los oscurecimiento de su
karma, no los reconoce y huye, causado por el miedo y el temor, y al no
reconocerlas como sus deidades tutelares, entonces el Undécimo Día,
la Orden Bebedoras de Sangre del Loto vendrá a recibirlo. En
consecuencia, en la puesta cara a cara, hay que volver ayudar al
difunto para que reconozca esa visión penetrante, llamándole por su
nombre, así:
Oh
noblemente nacido, el Undécimo Día, saldá del sector occidental de
tu cerebro, de tu mente, y brillara sobre ti, tu Yidam, la deidad
tutelar bebedora de sangre la Orden del Loto, el Bhagaván
Padma-Heruka, de color rojo oscuro, tiene tres cabezas, seis brazos y
cuatro piernas asentadas con firmeza. Su cabeza derecha es blanca,
la izquierda es azul y la central es roja oscura; sosteniendo en su
primera mano derecha un loto, en la del medio un tridente, en la
última una maza; en la primera de la izquierda una campana, en la
del medio un cuenco de calavera lleno de sangre170,
y en la última un pequeño tambor. Su cuerpo está abrazado por la
Madre Padma-Krodhesvari, el brazo derecha por el cuello, la izquierda
de ella ofreciendo a la boca un cráneo lleno de sangre; el Padre y
la Madre están unidos. No temas nada. No tengas miedo. Reconoce
que son el producto de tu propio intelecto, como el propio cuerpo de
tu espíritu. Alégrate, pues son tu propia deidad tutelar, tu
Yidam, no la temas. En realidad son el Padre-Madre Bhagaván
Amitabha. Cree en ellos. Al instante de reconocerlos vendrá la
liberación. En el reconocimiento como tus deidades tutelares, te
fundirás en unión con ellas, y obtendrás el Estado Búdico.
170.-
Literalmente, “lleno de sustancia roja”; y de modo similar en los
siguientes pasajes paralelos. En los rituales lamáicos se utilizan
comúnmente un rojo pigmento para representar la sangre (símbolo de
renuncia a la vida, o de la existencia sangsárica), tal como el vino
rojo empleado por los cristianos en la eucaristía.
Dr.Walter Yeeling Evans-Wentz, editor.
Kazi Dawa Samdup, traductor.
Los méritos son ofrecidos a todos los seres para que
alcancen la Iluminación en esta vida.
Qué todos los seres sean felices.
Qué se liberen del sufrimiento.
Qué no se separen nunca de la felicidad.
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