EL LIBRO TIBETANO DE LOS MUERTOS. PARTE II. El Bardo de la experiencia de la realidad. [Instrucciones introductorias concernientes a la experiencia de la realidad durante la tercera etapa del bardo, llamada el Chönyid Bardo, cuando se presentan las apariciones kármicas. La aparición de las deidades pacíficas desde el primero hasta el séptimo día.
PARTE
II.
[El
Bardo de la experiencia de la realidad]
[Instrucciones
introductorias concernientes a la experiencia de la realidad
durante
la tercera etapa del bardo, llamada el Chönyid
Bardo, cuando se
presentan
las apariciones kármicas]
Pero
aunque no se reconozca la Clara Luz Primaria, reconociéndose la
Clara Luz del segundo Bardo, se alcanzará la liberación. Si
con eso tampoco se libera, entonces aparece el tercer Bardo, o
el Chönyid [y
el] Sidpa Bardo.
En
esta tercera etapa del Bardo, llegan a brillar las ilusiones
kármicas. Es muy importante que se lea esta Gran Puesta cara
a cara del Chönyid Bardo; tiene mucho poder y puede hacer
mucho bien.
Hacia
el tiempo [en que el difunto] puede ver que la participación de la
comida se hace a un lado, que el cuerpo es despojado de sus ropas,
que se limpia su lecho60;
puede oír todo el llanto y lamento de sus amigos y parientes y,
aunque pueden verlos y oírlos llamándoles, ellos no puede oírle, de
modo que se marcha descontento.
En
este tiempo, se experimentan sonidos, luces y rayos –los tres juntos. Estos causan pavor, asustan y aterrorizan, y provocan mucha
fatiga. En este momento, ha de aplicarse esta puesta cara a cara con
el Bardo [durante la experiencia] de la realidad. Llamando al difunto por su nombre, correctamente y con claridad, explícale lo
siguiente:
Oh
noblemente nacido, escucha con suma atención, sin distraerte: Hay
seis estados del Bardo, a saber: el estado natural del Bardo
mientras se está en el útero61;
el Bardo del estado onírico62;
el Bardo del equilibrio estático, mientras se está en
profunda meditación63;
el Bardo del momento de la muerte64;
el Bardo [durante la experiencia] de la realidad65;
el Bardo del proceso de la existencia sangsárica66.
Estos son los seis.
Oh
noblemente nacido, experimentarás tres Bardos: el Bardo
del momento de la muerte, el Bardo [durante a experiencia] de
la realidad, y el Bardo mientras se busca el renacimiento. De
estos tres, hasta ayer, has experimentado el Bardo del momento
de la muerte. Aunque la Clara Luz de la realidad apareció sobre ti,
eres incapaz de persistir en ella, de modo que has de vagar por el Bardo. Ahora, de
aquí en adelante has de experimentar los [otros] dos: el Chönyid
Bardo y el Sidpa Bardo.
Prestarás
plena atención a lo que estoy a punto de ponerte cara a cara,
y lo retendrás:
Oh
noblemente nacido, ha llegado lo que se llama muerte. Estás
partiendo de este mundo, pero no eres el único; [la muerte] llega
para todos. No te apegues a esta vida por afecto ni por debilidad.
Aunque te desapegues de la debilidad, no tienes el poder para
permanecer aquí. No ganarás nada más que vagar en este
Sangsára67.
No te apegues [a este mundo]; se fuerte. Recuerda la Preciosa
Trinidad68.
Oh
noblemente nacido, cualquiera que sea el miedo y el terror que te
sobrevenga en el Chönyid Bardo, no olvides estas palabras; y,
llevando su significado en su corazón, sigue adelante; en ellas
radica el secreto vital del reconocimiento:
“¡Ay!,
cuando la incierta experiencia de la
realidad
aparezca aquí sobre mí69,
desechamos
todos los pensamientos de miedo, terror
o
pavor hacia todas [las apariencias espectrales],
que
yo reconozca cualquier [visiones] aparezcan,
como
los reflejos de mi propia consciencia;
que
yo conozca como de la naturaleza de lastimosamente
apariciones
en el Bardo;
cuando
esté en este momento de suprema importancia
[de
la oportunidad] de alcanzar un gran fin.
Que
yo no tema a la bandas de las [deidades] pacíficas
e
iracundas, a mis propias formas del pensamiento70.
Repite
estos [versos] claramente, y recordando su significado cuando las
repites, sigue adelante, [oh noblemente nacido]. De este modo cuando cualquier visión de pavor o terror aparezcan, reconocelos con creteza; y no olvides el arte vital secreto que allí radica.
Oh
noblemente nacido, cuanto tu cuerpo y tu mente se separen, deberás
haber experimentado un vislumbre de la verdad pura, sutil,
chispeante, brillante, deslumbrante, gloriosa y radiantemente
pavorosa, con la apariencia de un espejismo que se desplaza a través
de un paisaje primaveral en una continua corriente de vibraciones.
No te acobardes con eso, no te aterrorices, no tengas miedo. Este es
el resplandor de tu propia naturaleza verdadera. Reconócela.
Desde
la mitad de ese resplandor llegará el sonido natural de la realidad,
retumbando como mil truenos que sonarán simultáneamente. Es el
sonido natural de tu propio yo real. No te asustes de ello, no te
aterrorices, no tengas miedo.
Dispopnes de lo que se llama un cuerpo mental71.
Puesto que no tienes un cuerpo material de carne y sangre, cualquier
–sonidos, luces o rayos– te sobrevengan, son, los tres en conjunto, son incapaces de hecerte daño; eres incapaz de morir. Para ti es suficiente saber que estas apariciones son tus propias formas del
pensamiento. Reconoce esto como el Bardo.
Oh
noblemente nacido, si ahora no reconoces tus propias formas del
pensamiento, cualquier meditación o devoción que hayas alcanzado mientras estabas en el mundo humano –si no te encontraste con la
presente enseñanza– las luces te acobardarán, los sonidos te
causarán miedo, y los rayos te aterrorizarán. Si no conoces esta
clave de suprema importancia de las enseñanzas, –siendo incapaz de
reconocer los sonidos, las luces y los rayos– vagarás por el Sangsára.
60.-
Las referencias son a: – 1) la participación de la comida queda de
lado para el difunto durante los ritos funerarios; – 2) su cuerpo es preparado para la mortaja; y – 3) su lecho o sitio de reposo.
61.-
Texto: Skye-gnas Bardo (pronuncia, Kye-nay Bardo):
“Estado intermedio”, o “Estado de incertidumbre, del lugar de
nacimiento (o mientras se está en el seno materno)”.
62.-
Texto: Rmi-am Bardo (pronuncia, Mi-lam Bardo) “Estado
intermedio”, o “Estado de incertidumbre, [durante la experiencia]
del estado onírico”.
63.-
Texto: Ting-nge-hzin Bsam-gtam Bardo (pronuncia, Tin-ge-zin
Sam-tam Bardo): “Estado intermedio”, o “Estado de
incertidumbre [durante la experiencia] de Dhyana (meditación) [estabilidad
meditativa, nivel de absorción meditativa] en el samádhi (equilibrio estático) [recogimiento
meditativo] ”.
64.-
Texto: Hchi-khahi Bardo (pronuncia, Chi-khai Nardo):
“Estado intermedio”, o “Estado de incertidumbre, (del momento
de la muerte)”.
65.-
Texto: Chös-nyid Bardo (pronuncia, Chö-nyid Bardo):
“Estado intermedio”, o “Estado de incertidumbre, [durante la
experiencia] de la realidad”.
66.-
Texto: Lugs-nbyung Srid-pahi Bardo (pronuncia, Lu-juang Sid-pai
Bardo): “Estado intermedio”, o “Estado de incertidumbre, en el
proceso inverso de la existencia sangsárica; el estado en el que el
conocedor busca renacer.
67.-
Texto: Hkhor-va (pronuncia, Khor-wa): “cosa que
gira”; “molinete”; sánscrito: Samsara [ciclo
de existencias].
68.-
Es decir, el Buda, el Dharma y la Sangha.
69.-
La realidad se experimenta o vislumbra en un estado de incertidumbre,
porque el conocedor la experimenta l través de la contraparte bárdica
de la ilusorias facultades perceptivas del cuerpo del plano terreno,
no a través de la clara consciencia supramundana del puro
estado del Dharmakáya, en el que no puede haber Bardo (i. e. “Estado
incierto” o estado intermedio”).
70.-
Texto: rung-snang (pronuncia, rang-nang): “las
propias visiones (o formas del pensamiento) [mentales]”.
71.-
Texto: bag-chags yid-lüs (pronuncia, bag-chah yid-lü):
“cuerpo de la mente” o “cuerpo del pensamiento”;
bag-chags: “hábito”, “propensiones” (nacidas de la
existencia sangsárica o mundana).
[La
aparición de las deidades pacíficas
desde
el primero hasta el séptimo día].
[Dando
por sentado que el difunto está kármicamente obligado –como
el promedio de los difuntos– a atravesar los cuarenta y nueve días
de la existencia en el Bardo, a pesar de las muy frecuentes
puestas cara a cara, a continuación se le explican detalladamente
las pruebas y peligros diarios que deberá encontrar y sobre los que
deberá triunfar, durante los primeros siete días; el primer día, a
juzgar por el texto, se calcula desde el tiempo en que normalmente se
esperaría que despierte al hecho de que está muerto y en el camino
hacia atrás, hacia el renacimiento, o de unos tres días y medio a
cuatro después de la muerte].
Dr.Walter Yeeling Evans-Wentz, editor.
Kazi Dawa Samdup, traductor.
Los méritos son ofrecidos a todos los seres para que
alcancen la Iluminación en esta vida.
Qué todos los seres sean felices.
Qué se liberen del sufrimiento.
Qué no se separen nunca de la felicidad.
Comentarios
Publicar un comentario