[El Juicio]
[El peso de los actos]
Si el muerto no ha reconocido
la Verdad, motivado por su mal karma, se tendrá que prestar ayuda
para que reconozca la visión penetrante, llamando al difunto por su
nombre, se le dice:
Oh noblemente nacido, (el
nombre del difunto), escucha sin distracción. El sufrimiento que
experimentas está motivado por tu mal karma; no es fruto de otra
causa; ruega a las Tres Preciosas Joyas que ellas te protegerán, si
no sabes como hacerlo, si no sabes como meditar sobre el Gran
Símbolo, ni sobre tu deidad tutelar alguna, verás el Buen Genio33,
nacido simultáneamente contigo, contar tus buenas acciones con
guijarros blancos, y el Genio Malo34,
que también nació simultáneamente contigo, contará tus malas
acciones con guijarros negros. En ese momento sentirás gran miedo,
gran angustia, y temblando mentirás diciendo: “No he cometido
ninguna mala acción”.
Entonces, Yama, el Señor de
la Muerte dirá: “Consultaré el espejo del karma”.
Al decir esto, mirará en el
Espejo, donde están reflejados todos los actos buenos y malos. De
nada te servirá mentir.
Entonces una de las furias
ejecutorias del Señor de la Muerte, te atará una soga al cuello y
te arrastrará, cortará tu cabeza, extraerá tu corazón, arrancara
tus entrañas, lamerá tu cerebro, beberá tu sangre, comerá tu
carne, y roerá tus huesos35;
pero tu no puedes morir. Aunque tu cuerpo sea cortado en pedazos,
revivirá nuevamente, y nuevamente te cortara y tendrás que soportar
intensas torturas y sufrimientos.
No te asustes. Nada temas
cuando se cuenten los guijarros; no mientas, y no temas al Señor de
la Muerte.
Puesto que tu cuerpo es un
cuerpo mental, es incapaz morir realmente aunque lo decapiten y o
destrocen. En realidad tu cuerpo es de naturaleza del vacío36;
no tienes nada que temer. Los Señores de la Muerte37
son tus propias alucinaciones. Tu cuerpo del deseo es un cuerpo de
propensiones, de ilusiones, en realidad es vacuo. El vacío no puede
dañar al vacío; lo que no tiene cualidades no puede dañar a lo que
carece de cualidades.
Aparte de tus propias
alucinaciones, fuera de uno mismo no existen cosas tales como el
Señor de la Muerte, o dioses, o demonios, o el Espíritu Cabeza de
Toro de la Muerte38.
Reconócelo.

Tienes que admitir, ahora, que
te encentras en el Bardo. Medita sobre el samádhi del Gran Símbolo.
Si no sabes como meditar, entonces analiza unicamente, con cuidado,
la naturaleza real de lo que te atemoriza. En realidad, eso no está
formado de nada, que no es más que Vacuidad, que es el Dharmakáya39.
Pero esa Vacuidad no es de la
naturaleza de la nada en sí, sino un Vacío cuya verdadera
naturaleza te causa miedo, y ante el cual tu intelecto brilla clara y
más lucidamente; ese es el estado de la mente del Sambhogakáya.
En ese estado en el que
existes, estás experimentando, con insoportable intensidad, el Vacío
brillante por naturaleza, y el Brillo por naturaleza, vacío, y el
Brillo inseparable del Vacío, un estado del intelecto primordial, o
unificado, que es el Adibuddha40.
Y el poder de éste, brillando son obstrucción, resplandecerá por
doquier; es el Nirmanakáya.
Oh noblemente nacido, escucha
sin distracción. Con el solo reconocimiento de los Cuatro Kayas,
tienes la seguridad de obtener la Emancipación Perfecta en
cualquiera de Ellos. No te distraigas. Aquí radica la linea que
separa a los Budas de los seres ordinarios41.
Este es un momento de gran importancia; si ahora te distraes, te
exigirá innumerables eones de tiempo salir42
del Pantano de la Miseria. Este instante puede cambiarlo todo, es el
que puede hacer de ti un Buda.
He aquí el dicho cuya verdad
es aplicable: “En un instante, se crea una marcada diferenciación;
en un instante se obtiene la Iluminación Perfecta”.
Todo esto acaba de ocurrir
hasta ahora, todo esto es el Bardo que no lo reconociste, por
distracción. Por esa razón, experimentas todo ese miedo y
angustia. Si te distraes se romperán los hilos de la compasión de
los Ojos Compasivos43;
y entrarás en el lugar donde no hay liberación inmediata. Por
tanto ten cuidado. Estate vigilante. Aunque con anterioridad no
hayas reconocido esto, a pesar de ser puesto cara a cara, al
reconocerlo aquí obtendrás la liberación.
El Bardo Thödol
aconseja dos métodos para quienes no saben meditar y a quienes las
instrucciones anteriores no han sido posible que les ayudara: - 1)
dirigir sus pensamientos hacia Chenrezig (Avalokiteshvara); - 2)
meditar sobre el amor.
Avalokiteshvara es una de los
grandes bodhisattvas llenos de compasión para todos los seres que
sufren. Había prometido libremente a uno de los Budas se antaño
que socorrer a todo ser humano que rezase con fe en su nombre y que
le llamase en su ayuda con confianza. Esa es la razón de que todo
tibetano aprovecha cualquier momento libre para tomar su rosario y
recitar su mantra: OM MANI PADME HUM; visualizando al poderoso
bodhisattva. Todo un pueblo acostumbrado así a llamar en su ayuda.
Estas son instrucciones para
el oficiante: Si fuese un laico que no supiera cómo meditar,
entonces di esto:
Oh noblemente nacido, si no
sabes cómo meditar actúa de modo que recuerdes al Compasivo, y a
las Tres Joyas Preciosas, y reza. Piensa que todos estos miedos y
apariciones terroríficas son tu tu propia deidad tutelar, o el Señor
Compasivo44.
Recuerda el nombre místico que te dieron en tu iniciación, cuando
eras un ser humano, y el nombre de tu maestro, y los nombras a el
Recto Rey del Señor de los Señores de la Muerte45.
Aunque caigas en precipicios, no resultarás herido. Evita el
miedo, el terror y la angustia.
33.- Divinidad (o
espíritu, o genio bueno) nacido simultáneamente, la personificación
de la naturaleza superior, o divina, de un ser humano; en Sikkim se
le conoce popularmente como “diosecillo blanco”.
34.- Dominio (o
espíritu o genio malo) nacido simultáneamente, la personificación
de la naturaleza inferior, o carnal, de un ser humano; en Sikkim se
le conoce como “pequeño mara (demonio) negro”.
35.- Estas torturas
simbolizan las angustias de la conciencia del difunto; pues el
Juicio, como aquí se lo describe, simboliza el surgimiento del Genio
Bueno, en el juicio, contra el Genio Malo, y el Juez es la conciencia
misma en su firme aspecto de imparcialidad y amor por la rectitud; el
Espejo es la memoria. Se adelanta un elemento (puramente humano) del
contenido de la conciencia del difunto y, ofreciendo falsas excusas,
trata a las acusaciones en su contra, diciendo: “Debido a tales y
tales circunstancias tuve que actuar de esta y de aquella manera”.
Se adelanta otro elemento del contenido de la conciencia y dice: “Te
guiaron tales y cuales motivos; tus acciones participan del color
negro”. Entonces se alza uno de los más amistosos de tales
elementos y protesta: “Pero tengo tal y tal justificación; y el
difunto merece el perdón por estas razones”. Y, como lo explican
los lamas, así prosigue el Juicio.
36.- Significa que el
cuerpo de deseo, o ”astral”, es incapaz de una lesión física
corriente. “Igual que a través de una nube, una espada puede
atravesar el cuerpo bárdico sin dañarle”, explican los lamas; o
se parece a las formas que se ven en las sesiones de
materializaciones de necromantes y mediums esperitistas.
37.- Estos Señores de
la Muerte son Yamarája y su Corte de Asociados, incluidas tal vez,
las Furias Ejecutivas. Estas últimas, como Furias Atormentadoras,
son comparables a las Euménides del gran drama de Esquilo; elementos
del contenido de la conciencia de uno mismo. Destrás del
Abhidharma, del budismo sureño, están la mente y los impulsos de la
mente, y los impulsos de la mente son la Furias.
38.- Espíritu de la
Muerte, con Cabeza de Toro, descrito comúnmente con cabeza de
búfalo. La principal deidad tutelar de la escuela Gelupa, o de os
Sombreros Amarillos, llamada Jampal, que significa: “Jampal
(Mañjushri) el Destructor del Señor de la Muerte
(Yamantaka), a menudo es represantado como una deidad azul con
cabeza de búfalo.
39.- El primer aspecto
del Dharmakáya es el cuerpo de esencialidad única. Se trata de la
dimensión de vacuidad del Despertar, sin nacimiento ni muerte,
potencialidad pura sin características que abraza el conjunto de los
cuerpos y simboliza en consecuencia lo indivisible de los tres
cuerpos, de los tres kayas. También cabe designarla como el
Dharmakáya o cuerpo de realidad. Dos purezas lo adornan, pureza de
naturaleza y pureza de accidentes adventicios. En el Dharmakáya ya
no hay aspectos cognoscibles, pues se han consumido en el fuego de la
sabiduría. Por lo tanto ya no hay ninguna dualidad, sino ausencia
de producción y de cese, y cese del espíritu, es decir,
desaparición de los pensamientos discursivos y del espíritu que
aprehende los objetos. La sabiduría no conceptual conoce la
vacuidad sin diferenciarse de ella, como el agua vertida en el agua.
40.- Primer Cuerpo que
es sinónimo del Dharmakáya.
41.- En virtud de
conocer la verdadera naturaleza de la existencia sangsárica (que
todos los fenómenos son irreales) los Budas, o Perfectamente
Iluminados, son seres cabalmente aparte de los seres sensibles
(ordinarios) no iluminados.
42.- Literalmente “no
habrá tiempo en que puedas salir”.
43. Esta es una
traducción literal; significa que los rayos de la gracia o la
compasión de Chenrezig cesarán de aparecer.
44.- La idea que se
pretende transmitir es que las pruebas y tribulaciones, aunque
kármicas, actúan como pruebas divinas, y por ello, al ser para bien
del difunto, deberán incluso visualizarse como tales, i. e. como la
deidad tutelar o como Chenrezig.
45.- Esta revelación
del nombre iniciático tiene por finalidad establecer la conexión
oculta entre el difunto y el Rey d la Muerte (i. e. entre lo humano y
o divino en el hombre) con el mismo sentido con que un francmason se
hará reconocer por otro dándole una contraseña secreta.
Dr.Walter Yeeling Evans-Wentz, editor.
Kazi Dawa Samdup, traductor.
Los méritos son ofrecidos a todos los seres para que
alcancen la Iluminación en esta vida.
Qué todos los seres sean felices.
Qué se liberen del sufrimiento.
Qué no se separen nunca de la felicida
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