EL LIBRO TIBETANO DE LOS MUERTOS.La influencia omnideterminante del pensamiento. [Instrucciones para aquellos cuya experiencia espiritual es insuficiente].
[La influencia
omnideterminante del pensamiento]
[Instrucciones para
aquellos cuya experiencia espiritual es insuficiente].
Para poder ayudar al difunto a
obtener la visión penetrante, se aconseja al oficiante, de esta
manera: Puesto que en las anteriores instrucciones dadas, no has
podido liberarte, siguiendo estas nuevas directrices, con seguridad
obtendrás46
aquí la liberación. Hay que volver a llamar al difunto por su
nombre y decirle estas palabras, que son de suma importancia.
Oh noblemente nacido, tus
experiencias o tus impresiones, serán de estados de jubilo,
momentáneos, seguidos de pena momentáneas, de gran intensidad, como
las acciones mecánicas tensas y débiles, como si te lanzaran en
una catapulta47.
No te sientas atraído en lo mínimo a las sensaciones de júbilo,
ni tengas repulsa por ningún sentimientos de pena. Si has de
renacer en los planos celestes, en el mundo de los devas, se te
aparecerán las visiones de ese plano celeste.
Tus familiares, a modo de
dedicarte los beneficios, pues eres el difunto, pueden sacrificar
animales48,
y celebrar ceremonias. Debido a que tu visión no está purificada,
puede provocar visiones impuras que saldrán a tu encuentro y te
causarán gran ira por aquellos actos; ésto puede producirte un
renacimiento en los infiernos, así pues, cualquier cosa que hagan
los familiares que dejaste atrás, actúa de modo que en ti no surja
ningún pensamiento de ira, y medita sobre el amor que les tienes.
Si sientes aún apegado a los
bienes mundanos que dejaste atrás, ver que lo disfrutan otras
personas, pueden engendrar ira, haciéndote renacer en los reinos
infernales o de los pretas, aunque estés destinado a nacer en planos
superiores y más felices. Así pues, aunque estés apegado a esos
bienes, que no puedes poseerlos, no serán de utilidad, abandona y
renuncia. Renuncia a ellos con desinterés. Sin importar quien
disfruta esos bienes, no crees sentimientos de tristeza y renuncia a
ellos voluntariamente. Piensa más bien en ofrecerlos a las Tres
Preciosas Joyas y a tu maestro, y permanece en el estado de
ecuanimidad, que está exenta de la debilidad del deseo.
Además, cuando se recita el
mantra Kamkani49,
como rito en tu funeral, el poder superior que posees bajo el efecto
de tu karma, te permite ver si la ceremonia se realiza de forma
incorrecta, con pereza, con distracción, y la falta de observancia
de los votos, por parte del oficiante, te pueden llevar a nacimientos
en regiones inferiores, y también por carecer de fe y manifiesta
incredulidad espiritual, puesto que tales cosas puedes verlas porque
estás dotado del limitado poder kármico de la presencia50.
Podrás percibir cualquier miedo y temor, cualquier mala acción,
conducta irreverente, y rituales recitados incorrectamente51.
En tu mente puedes pensar: “Esos oficiantes me están engañando”.
Pensando de este modo te puede invadir la tristeza, y con
resentimiento, dejarás de creer y perderás la fe, en vez de afecto
y humilde confianza, así pues, descenderás a estados inferiores de
existencia. Tal pensamiento, pues, no te resultará de utilidad,
sino que te hará gran daño. Por incorrecto que sea ese ritual e
impropia la conducta de los oficiantes, piensa: “¡Eh, mis
pensamientos deben ser impuros!” Cómo es posible que las palabras
del Buda sean incorrectas? Piensa que eso procede de la percepción
impura de tus propias impresiones, que esa percepción procede de las
impurezas de tu karma que se refleja en un espejo.
En cuanto a los oficiantes,
sus cuerpos es la Sangha, el Dharma es su expresión, y en su mente,
ellos en realidad son el Buda; en ellos me refugio.
Llénate de aspiración hacia
ellos, que tu visión sea pura, y ejercita sincero amor hacia ellos.
Entonces, cualquier cosa que hagan aquellos que dejaste atrás, te
será beneficioso. Por tanto es muy importante que ejercites ese
amor; no olvides esto.
Aunque hayas de nacer en un
estado miserable y la luz de ese estado brille delante de ti, serás
feliz en cuanto veas que tus allegados que quedaron atrás practican
el Dharma52
según una conducta pura, libre de acciones adversas, y que los lamas
y maestros se consagran en cuerpo, palabra y mente, a la celebración
de los correctos rituales meritorios, por su propia virtud, gracias a
esa actitud, aunque tuvieras que nacer en estados infelices, se
producirá tu nacimiento en un plano superior y más feliz. Por
tanto, no has de crear pensamientos impuros, sino ejercitar puro
afecto y humilde de hacia todos con imparcialidad. Así pues ten
mucho cuidado.
Oh noblemente nacido, para
resumir; como tu actual intelecto está en el Estado Intermedio,
cualquiera que sean tus pensamientos, buenos o malos, pueden ser muy
poderosos. Por tanto, no pienses en malas acciones, sino recuerda la
práctica de hacer el bien; o si no estuvieras acostumbrado a ninguna
de tales acciones, reza al Compasivo y a tu deidad titular, con plena
devoción, formulando esta plegaria:
!Ay de mi, estoy solo,
separado de mis queridos amigos53.
Cuando aparezcan ante mi las
formaciones vacuas, reflejos de mis propensiones mentales mentales.
Que los Budas me concedan el poder compasivo, que libera de todo
miedo y temor en el Bardo. Que las deidades tutelares disipen esos
sufrimientos. Cuando retumben los mil truenos del Sonido de la
Realidad, la conciencia universal, todos se conviertan en sonido de
las Seis Silabas54.
Cuando el karma actúe sin que yo tenga ningún protector, ruego al
Señor Compasivo para que me proteja. Cuando experimente aquí, en
el estado intermedio, las penas de las propensiones kármicas, que el
resplandor de a Clara Luz feliz del Samádhim, se presente ante mi.”
De esta forma, la fervorosa
plegaria te guiará con seguridad; puedes estar seguro de que no
serás engañado. Esto es de gran importancia; mediante la
recitación de ella, sobreviene de nuevo el recuerdo; y se logrará
el reconocimiento y la liberación.
46.- Literalmente:
“será obtenida”.
47.- Es decir, en una
ocasión el karma bueno será operativo y elevará al difunto a un
estado espiritual de la mente; y en otra ocasión, el mal karma, al
prevalecer, hará que el difunto sea empujado hacia abajo en la
depresión mental. El que opera la catapulta en el karma, que estira
la catapulta hasta su límite, y luego la afloja, con alternancia.
48.- cada vez que se
sacrifica un animal (presumiblemente para preparárselo después como
alimento) dícese que el difunto no puede escapar del resultado
kármico, pues el sacrificio se realiza en su nombre, de modo que los
horrores se abaten sobre él directamente. Clama para que los vivos
se detengan, pero como no le escuchan, tiende a enfurecerse; y la ira
deberá evitarse a toda costa, pues si se permite que surja en el
plano bárdico, como un gravoso peso, le fuerza hacia abajo hasta el
estado mental más bajo, llamado Infierno. El sacrificio de
animales, tanto en el Tíbet como en la India, se originó en la
antigüedad mucho antes del surgimiento del budismo que, por
supuesto, lo prohíbe. Pervive aún en el Tíbet pero sin la
aprobación de los lamas, como lo demuestra claramente nuestro texto;
y si se lo practica en la actualidad, es sólo raramente, y por parte
de gente inculta de distritos remotos, que son budistas meramente de
nombre. Salvo el yogi, o el lama ávido del desarrollo espiritual
supremo (para quienes se dice que la ingestión de carne es
incompatible), los tibetanos, confirmados consumidores de cadáveres
animales, como los brahmines de Karhmir (que consiguintemente no son
reconocidos como brahmines por los brahmines de vida pura, de la
India) excusan su ingestión de carne sobre la base de la necesidad
climática y económica. Aunque el Tíbet es pobre en cereales,
legumbres y frutas, esto parece ser principalmente un intento de
encubrir una predisposición racial, heredada de antepasados nómadas
y pastores, en favor de una diete de carne. Incluso en Ceilán,
donde no puede haber excusa para que los budistas desobedezcan el
precepto que prohíbe quitar la vida, el hecho de comer carne ya
progresó rápidamente desde la llegada del cristianismo, el cual, a
diferencia del budismo, lamentablemente no enseña la bondad para con
los animales como principio religioso, y el mismo san Pablo era de
opinión de que Dios no tiene cuidado de los bueyes. Empero, en el
Sagrado Monte de Mihintale, en Ceilán aún está, como testimonio de
un budismo más puro, el antiguo edicto, grabado en una laja,
prohibiendo (como lo prohíben los Edictos de Ashoka) la matanza de
cualquier animal, tanto en sacrificio como para comida.
49.- Se cree que este
mantra tienen el poder milagroso de transmutar de tal modo el
alimento a los muertos como para que aquél sea aceptable para éstos.
50.- En su plenitud,
este poder de la presencia incluye el conocimiento del pasado, del
presente y del futuro, la capacidad de leer los pensamientos de los
demás, y el diáfano conocimiento de las propias capacidades y
limitaciones. Solo los seres altamente desarrollados, como, por
ejemplo, los adeptos del yoga, disfrutan del completo poder de la
presencia. En el plano bárdico (a diferencia del mundo humano) todo
ser posee, en virtud de la libertad respecto del pendiente cuerpo
físico burdo, cierto grado de ese poder, como lo calara el texto.
51.-Esto es, miedo, o
incorrección, o descuido por parte de alguna persona que lleve a
cabo los tiros funerarios.
52.- “Blancos” en
contraposición a los “negros” (como en la magia negra o
hechizaría).
53.- Cf. lo siguiente,
del Horologium Sapientiae, de. De Comper: “¿Dónde está
ahora a ayuda de mis amigos? ¿Dónde están ahora los buenos
preceptos de nuestros parientes y demás?”.
54.- stas
corresponden al mantra esencial de Chenrezig (Avalokiteshvara), OM
MANI PADME HUM,
Chenrezig es el patrón tutelar del Tíbet, y éste es su mantra; a
su repetición, tanto en el mundo humano como en el plano del Bardo,
se le puede acreditar poner fin al ciclo de renacimiento y de ese
modo acordar el ingreso en el Nirvana, de allí su importancia en la
oración bárdica. En la obra tibetana llamada “Historia del Mani
o Mantra de Chenrezig”, se dice que este mantra es “la esencia de
toda felicidad, prosperidad y conocimiento, y el gran medio de la
liberación”; asimismo, se dice que el OM cierra la puerta del
renacimiento entre kis dioses; MA, entre los asuras; NI, entre la
humanidad; PAD, entre los esanimales; ME, entre los pretas; HUM,
entre los infiernos. De manera acorde, cada una de las seis sílabas
recibe e color del sendero luminoso correspondiente a los seis
estados de la existencia, que libera, de esta manera: OM blanco; MA
verde; NI amarillo; PAD azul; ME rojo; HUM negro o color humo. Hay
una vieja leyenda tibetana de
un devoto que procuró inclinar a su madre hacia las observancias
devocionales, y lo logró con tan solo habituar-la a la recitación
de este mantra. Al predominar en ella su mal karma, al morir ingreso
en el mundo del infierno, donde su hijo, eficiente en el yoga, acudió
a rescatarla; y al verle, en virtud de haber recitado el mantra en la
tierra, pudo recitarlo en el infierno y al instante ella y todos
cuantos lo oyeron fueron liberados del infierno; pues como lo enseña
la narración, tal es el poder del mantra. Es posible determinar el
origen de este mantra a través de las obras tertön
concernientes a la instrucción, durante el siglo VIII, del budismo
tántrico del Tíbet.
Dr.Walter Yeeling Evans-Wentz, editor.
Kazi Dawa Samdup, traductor.
Los méritos son ofrecidos a todos los seres para que
alcancen la Iluminación en esta vida.
Qué todos los seres sean felices.
Qué se liberen del sufrimiento.
Qué no se separen nunca de la felicida
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