Los Kargyütpas comparados con los gnósticos cristianos.
Como base de esta explicación comparativa de este sistema Kargyütpa de intuición mística, podemos tomar, por ejemplo, el de los gnósticos cristianos (“Los Conocedores”), probablemente lo que es más parecido entre los sistemas conocidos del pensamiento europeo, en el que hallamos muchos paralelos notables.
De esa manera, cada una de las numerosas comunidades gnósticas –aunque no se fundiesen en una totalidad orgánica como las comunidades Kargyütpa– parece haber tenido su propio Maestro Principal (como Valentino, Marción y Basílides) y sus maestros subordinados y Sucesión Apostólica sobre la Tierra y su Jefe Espiritual Supremo, en el Christos, de Quien, a través de los Santos y los Eones de Inteligencias Súper-Humanas, fue trasmitida la Bendición Divina del Padre a Sus seguidores. Saturnino de Antioquía, otro de los grandes maestros gnósticos cristianos (que vivió hacia 120 de nuestra era), enseñó que esta abstención de la carnalidad y la observancia de un escrito ascetismo –como lo practican os Kargyütpas– conduce hacia el Supremo a través del Hijo, el Christos Eón (o Encarnación del Padre). De acuerdo con algunas de la muchas Escuelas Gnósticas, Dios Padre fue místicamente el Hombre Primordial, el Anthropos)11, comparable al Adi (o “Primordial”) Buda de los Kargyütpas y otras Escuelas del budismo norteño.
11.- Cf. el Eón Iaó (o Jeú) de la Pistis Sofhia, uno de los principales evangelios gnósticos cristianos de los valentinianos; ver la traducción de G. R. S. Mead (Londres, 1921) y sus Fragments of a Faith Forgotten, Londres, 1900.
De acuerdo en general con los budistas, los gnósticos cristianos no reconocen la doctrina de Expiación Vicaria tal como la elaboraron los Concilios de la Iglesia convirtiéndola en dogma pues para ambos credos por igual, la Liberación depende enteramente del propio esfuerzo, considerándose al Buda y al Cristo como Guías y no como Salvadores. También hay perecido entre la ceremonia de Iniciación de los Gnósticos Cristianos y la de la Mahayanistas, y en el empleo de Mantras por parte de ambos. La Sophía (“Sabiduría”) Gnóstica y el Prajña (“Sabiduría”) del Prajñaparamíta se hallan personificados por igual como el Principio Femenino de la Naturaleza o Shakti (tibetano, Yum). El Increado, el No-Ser, o Cuerpo de la Omni-Inteligencia, la Deidad Impersonal del gnosticismo cristiano, puede compararse con el -vacío de las Escuelas Mahayánanicas. Y el Pleroma Supremo de la Luz Infalible, de la Pistis Sophia no difiere del Nirvana que trasciende la Naturaleza.
Al plantear todas estas afinidades, es necesario diferenciar el ideal gnóstico cristiano de ascetismo y renunciamiento, del ideal de los ermitaños no gnósticos cristianos que moraban en los desiertos de Egipto y en otros sitios del Cercano Oriente12, y de sus sucesores en las diferentes órdenes monásticas de la Iglesia cristiana, como está organizada en la actualidad.
12.- Cf. The Paradise of the Holy Fathers, según traducción del siríaco de E. A. Wallis-Budge, Londres, 1907.
El gnóstico cristiano, como el budista, pero a diferencia del posterior cristianismo del Concilio Eclesiástico, sostuvo como fundamental la doctrina del renacimiento13; de modo que su ideal supremo consistía en adquirir un grado tal de intuición espiritual positiva y directa durante su estada en la Tierra para que se produjera en él, en última instancia, tras muchas vidas piadosas, la Iluminación Cristiana. Y el gnóstico dotado del poder de ayudar a toda la humanidad para que alcanzase la misma Meta. Por otra parte, el cristianismo del Concilio Eclesiástico, al tener prohibido, por el Segundo Concilio de Constantinopla del año 553 de nuestra era, creer en la doctrina del renacimiento14, fue incapaz de sostener el ideal altruista de su hermano gnóstico, y de ese modo llegó a abordar el ideal inferior de salvación personal, por fe en la infalibilidad de los decretos y doctrinas de la Iglesia. El efecto sobre la sociedad humana del ideal altruista del ermitaño gnóstico es positivo y creador, e ilimitado,mientas que el del ermitaño cristiano del Concilio Eclesiástico es, por contraste, negativo, no creado y egoísta.
13.- Cf. G. R. S. Mead, Pistis Sofhia, Londres, 1921, y Fragments of a Faith Forgotten, Londres, 1900.
14.-El decreto es el siguiente: “Quien sostenga la doctrina mítica de la pre-existencia del alma, y la consiguiente opinión prodigiosa de su retorno, que sea anatema”. De modo que recién el año 553 de nuestra era, la doctrina del renacimiento se convirtió para la cristiandad oficial en “herejía”. Es de presumir que antes de esa fecha fuese tolerada entre los cristianos del Concilio Eclesiástico, en especial entre los afectos a la forma gnóstica de la cristiandad.
El gnóstico cristiano busca el Conocimiento; y como los Kargyütpas, y los yogis entre los hindúes, y los sufíes entre los musulmanes, rechaza aquella forma peculiar del intelectualismo occidental favorecida por los Concilios Eclesiásticos que conduce a la formulación de credos que empiezan con “Yo creo” y de decretos de anatemas para quienes no creen, y sólo adhiere al Conocimiento Realizado o Realizable.
Desde este punto de vista, los seguidores de Milarepa son los gnósticos (”Conocedores”) entre los budistas, así como los seguidores de Valentino y Marcino lo eran entre los cristianos y, como todos los gnósticos cristianos, son los opositores “heréticos” de todo dogma y credo basado intelectual y totalmente sobre las Escrituras y las Tradiciones, como lo demuestran inequívocamente las doctrinas de Milarepa aquí contenidas.
Del lbro:: EL GRAN YOGI MILAREPA DEL TIBET
Editorial: Kier
Editorial: Kier
Dr.Walter Yeeling Evans-Wentz, editor.
Kazi Dawa Samdup, traductor.
Los méritos son ofrecidos a todos los
seres para que alcancen
la Iluminación en esta vida.
Qué todos los seres sean felices.
Qué se liberen del sufrimiento.
Qué no se separen nunca de la felicidad.
Qué permanezcan en la gran ecuanimidad.
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