Valor histórico de la narración.
En su conjunto, la narración biográfica, tal como llegó hasta nosotros, puede aceptarse como fiel relato de los dichos y obras de Jetsün, con cierta salvedad de la leyenda y mitología popular que se le incorpora. Como Evangelio de la Escuela Kargyütpa, es uno de los muchos Libros de Oriente; y como tales, quizás tan precisos históricamente como partes del Nuevo testamento, si no más.
Ha de resultar extraordinariamente interesante para los estudiosos orientales el complejo problema de la evolución de las religiones tibetanas y mongólicas. Este libro procurará una renovada introspección a todos cuantos aprecian la filosofía budista y, más en especial, en su forma Mahayána. Para los místicos de todo el mundo demostrará ser, como lo llamara Rechung, su autor, una preciosa joya, un tesoro que la mentalidad humana jamás puede agotar, y un manojo de preceptos que sólo pueden entender sometiéndolos al examen de la práctica.
En la primera parte de a Biografía vemos a Jetsün en su juventud, dominado, como muchos grandes santos de otros credos, por la naturaleza inferior. Alentado por su vengativa madre, llegó a ser, por un tiempo, un maléfico profesional, un experto en magia negra, que recorría el Sendero de la Oscuridad. Luego, en la segunda parte, se arrepiente, convirtiéndose a la Fe Blanca, que es el Budismo. De ahí en más, tras soportar muy severas pruebas y penitencias impuestas por su Maestro Marpa, entra en el Sendero de la Luz; y eventualmente alcanza, según las palabras de la narración, “el máximo de todos los grandes logros que jamás puede tocar en suerte al mortal”.
Tal vez gran parte del material de este último capítulo parezca redundante a algunos lectores. Sin embargo, debe tener en cuanta el hecho de que es sólo a través de este capítulo que Rechung nos habla como testigo ocular de los sucesos; en todos los capítulos anteriores nos refiere meramente lo que el Maestro narrara, pues Rechung recién fue discípulo de Jetsün cuando éste era un anciano que se aproximaba a fin de sus días. Para los Kargyütpas, este último capítulo, relativo a la desaparición de su maestro, es, sin duda, casi el más importante de todos. En él se halla contenido no sólo el relato de los fenómenos maravillosos de la cremación y de cómo Jetsün reanimo su cadáver a fin de responder a la ferviente plegaria de Rechung (quien, habiendo estado ausente en ocasión del Nirvana de Jetsün, llegó tarde al lugar de la ceremonia fúnebre; sino que también está la quintaesencia de los preceptos del Maestro, ordenadas a todos los shishyas (o discípulos) por el Maestro viviente o preceptor espiritual. Es más, se trata de un resumen de las enseñanzas más esenciales del Budismo norteño, como cantadas por las dakinis (o ángeles 'femeninos'); y rebosa interés para el amante de lo maravilloso.
Para los seguidores de Jetsun, esto extraños sucesos, que se centran en torno a la desaparición y pira funeraria de su Maestro, son tan dignos de crédito como la historia de la Transfiguración y Ascensión de Jesús para los cristianos. En cuanto al valor histórico que puede adscribirles, cada lector debe decidir por sí, con la debida salvedad de añadidos derivados de la tradición y la creencia popular.
Escuelas tibetanas de filosofía budista3.
3. Como referencia general, y en orden a mayores detalles, el estudiante puede remitirse a L. A. Waddell, The Buddhism of Tibet, Londres 895.
En todo el Tíbet y extendiéndose dentro de Nepal, Bhutan, Sikkim, Kashmir y partes de Mongolia, hay tres Escuelas principales de filosofía budista:
1. la Madhyamika, o “Camino Medio”, conocida por los tibetanos como Uma-pa (Dbus-ma-pa), originada en la India bajo Nagarjuna, durante el siglo II de nuestra era;
2. Mahámudra, o “Gran Símbolo”, (tibetano, Phyag-Ch'en), y
3. Adi-Yoga, también conocida como la “Gran Perfección” (tibetano, Dzogchen).
Los adherentes de la primera son los Gelugpas: los “seguidores de la Orden Virtuosa”, popularmente conocidos como los Gorros Amarillos. Escuela fundada en el Tíbet al comienzo del siglo XV de nuestra era, por el reformador Ysong-Khapa (“Nativo del País de la Cebolla”), de la provincia de Amdo, noreste del Tíbet, sobre la fronteras de China, que naciera en el año 1358 de nuestra era y murió en 1417, surgió de la Escuela de los Kahdampas (“Los atados por las disposiciones”) y actualmente la Escuela establecida del budismo norteño, que a través de su jefe espiritual, el Dalai Lama, el Rey Divino del Tíbet, ejerce el poder temporal y espiritual.
Los adherentes de la escuela Mahamudra son los Kargyütpas, los “seguidores de la sucesión apostólica” (o “seguidores de las ordenes sucesivas”) de la cual Milarepa es el máximo apóstol tibetano. La historia de esta escuela se halla contenida en la siguiente relación acerca de la sucesión apostólica.
Los seguidores de la “Gran Perfección”o escuela Adi-Yoga, son los Ningmapas, los de “viejo cuño” [“escuela de los antiguos”], conocidos popularmente como los Gorros Rojos, los adherentes de la escuela no reformada, fundada por el filósofo hindú, Padmasambhava, en el año 749 de nuestra era4.
4.- Atal Bihari Ghosh efectúa el siguiente comentario: “Madhaváchárya, en el Eavardarshana-Samgraha, menciona cuatro escuelas de pensamiento budista, a saber: la Madhamika, la Yogáchára,la Sautrántika y laVaibháshika. La escuela Madhamika enseña que todo es vacío o irreal (sánscrito, Sarva-Shúnyatva); la Yogáchára, que el universo externo o material es irreal (sánscrito, Vahya- Shúnyatva); la Sautrántika, que el universo externo o material es una materia de inferencia (sánscrito, Vahyámumeyatra); y la Vaibháshika, que el universo externo o material es real en la medida en que puede experimentarse o ser objeto de los sentidos (sánscrito, Váhyártha-Pratyakshatva). En lo que concierne a los budistas tibetanos, éstos, en conjunto, siguen la doctrina Madhyamika de Shúnya (o Vacío) que se asemeja a la concepción monística del Brahman en su aspecto Nishkala (o sin atributos). “Según mi criterio , las tres escuelas tibetanas principales marcan tres etapas del Sendero de la Iluminación o progreso espiritual. En la primera, el devoto está sujeto a órdenes y prohibiciones, i. e. 'atado por as disposiciones'. En la segunda, adhiere a los métodos tradicionales, en los que las restricciones ordinarias se aflojan hasta cierto punto, aunque el devoto no es todavía libre del todo. En la tercera, el Adi-Yoga, cuando se ve la Luz a través de las prácticas yóguicas, ya no hay restricción alguna; pues se alcanzó el estado Búdico o Siddha. Estas tres etapas corresponden, en general, a lo que los Tantras significan con Pashu-bhava (Estado del hombre-animal), Virabhava (Estado del héroe) y Diryabhava (Estado del divino o iluminado). “Las enseñanzas de Padmasambhava son 'viejas' en el sentido de que la verdad que contienen precedió a todas las cosas, existió siempre, y se transmitió 'a la antigua' usanza. De esta manera, su escuela fue la Adi (o primera) también conocida como Sanátana. Los maestros que sucedieron a Padmasambhava no 'reformaron' la sustancia de sus enseñanzas; meramente adaptaron la 'forma' de su propia instrucción a la capacidad limitada de sus discípulos, preparándolos para adquirir la capacidad de entender las doctrinas del Adi-Yoga. El Pashu (hombre-animal) se convierte en Vira (héroe) y luego en un Divya (ser divino o iluminado); este es siempre el proceso. El editor añade: “hoy en día, los gorros amarillos se oponen a la vieja escuela irreformada de gorras rojas y a su ilustre Gurú y fundador Padmasambhava, en gran medida como los cristianos protestantes se oponen al catolicismo romano y al papado. Sin embargo, los Kargyütpas, al ser un cuerpo semirreformado, evitan sabiamente cualquier externos y a este respecto, entre los budistas norteños son como anglicanos modernos entre los cristianos.
Este, mejor conocido por los tibetanos como Gurú Rinpoche (“El Gurú Precioso”), o como Padma Jungne (sánscrito, Padma Janma; “el Nacido del loto”), fue un profesor de ciencias ocultas de la gran universidad budista de Nalánda, entonces el Oxford de la India. El rey del Tíbet, Trisong De-Tsen, al tener noticias de la fama del Gurú, lo int¡vitó al Tíbet. El Gurú aceptó la petición real; y llegando en el año 747, a Samye, unas cincuenta millas al Sureste de Lhasa5, donde de inmediato fundó un monasterio, introdujo entre los tibetanos los aspectos Tántricos y Mantrayánicos del budismo Maháyana.
5.- Cf. Sir Charles Bell, Tibet past and present, Oxford 1924.
Una cuarta escuela, la Sakyapa (derivado de Sakya, que significa “Tierra tostada”, con referencia al color del suelo en el sitio de su primer monasterio del Tíbet occidental), que empezó como escuela reformada, tuvo en su principio considerable importancia; pero hoy en día difiere muy poco de la Escuela de Gorras Rojas del viejo cuño.
Además de estas escuelas principales, y de una cantidad de escuelas apartadas de aquéllas, hay órdenes monásticas sobreviviendo de la primitiva religión prebudista del Tíbet, llamadas Bön, que, con su doctrina del renacimiento, prepararon favorablemente el suelo para la siembra de la semilla del Budismo. La Biografía registra que Milarepa cumplió en una ocasión un rito Bön, indicando de esta manera su familiaridad con la Fe más antigua. En otra oportunidad hizo que su Magia prevaleciera sobre la de un famoso hechicero Bön. Los seguidores del Bön, en contraposición a los Gorros Amarillos y los Gorros rojos, se llaman Gorros Negros; cada uno de estos tres grupos llevan gorras y ropas de estos respectivos colores.
Dr.Walter Yeeling Evans-Wentz, editor.
Kazi Dawa Samdup, traductor.
Los méritos son ofrecidos a todos los seres para que alcancen
la Iluminación en esta vida.
Qué todos los seres sean felices.
Qué se liberen del sufrimiento.
Qué no se separen nunca de la felicidad.
Qué permanezcan en la gran ecuanimidad.
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