Capítulo X.
LA MEDITACIÓN EN SOLEDAD.
Continuación.
"Una vez, cuando volaba, sucedió que pasé sobre un pequeño villorrio, llamado Long-da, donde vivía un hermano de la nuera de mi extinto tío. Ella era una de las que fallecieron en el derrumbe de la casa. También tenía un hijo, y el padre -y el hijo se encargaban de arar un campo (cuando volé por encima de ellos). El hijo conducía la yunta (de bueyes), mientras que el padre guiaba el arado. El hijo me vio volando y dijo: '¡Mira, un hombre está volando!' Y abandonó su trabajo para mirarme. El padre dijo: '¿En qué hay que maravillarse o entretener la vista? Una mujer muy malvada de Nyang-Tsa-Kargyen, tuvo un maligno hijo, llamado Mila. Es aquel inútil muerto de hambre. Desplázate hacia un lado y no permitas que su sombra caiga sobre ti, y sigue guiando a la yunta (de bueyes). El padre inclinó su cuerpo para evitar así caer bajo mi sombra. Pero el hijo dijo: 'Si un hombre es capaz de volar no creo que sea una persona inútil; no puede haber nada más maravilloso que un hombre volando'. Diciendo esto continuó mirándome.
"Entonces juzgué que podría ayudar con eficacia, si lo deseaba, a todos los seres sensibles, de modo que me consagré a ayudar a los demás; pero recibí una orden directa de mi Deidad Tutelar en el sentido de que consagrara toda mi vida a la meditación, como me lo mandara mi Gurú. Por eso sólo serviría la Causa de la Fe Budista; y asimismo, al servir así a todos los seres sensibles, no podría hacer nada mejor; tal era el mandamiento que yo recibiera. Entonces, pensé que dedicando toda mi vida a la meditación, establecería un ejemplo para los futuros devotos, que así serían inducidos a pasar su vida en la devoción, luego de renunciar a todas las aspiraciones y perspectivas mundanas; y eso procuraría a la Causa de la Fe Budista y beneficiaría a todos los seres sensibles. De modo que resolví pasar toda mi vida en meditación.
"Además, pensé que había vivido largo tiempo en el lugar, durante el cual había sido visto por diversas personas con las que hablara sobre temas religiosos; y ahora, que había obtenido el conocimiento trascendente y el siddhi (los poderes supernormales), y que había sido visto volando por los seres humanos, si continuaba aquí la gente mundana acudiría a mí, rogando que la protegiera de los daños y satisficiese sus deseos egoístas34. Esto sería buscar las tentaciones del Hijo de los Celestiales35. La fama y prosperidad mundanas retardarían el progreso de mi devoción y oscurecerían mi conocimiento espiritual; de modo que resolví marcharme y llevar a cabo mi meditación en las soledades de Lapchi-Chübar (Entre Ríos36). En consecuencia, partí llevando sobre mi espalda la vasija de barro en la que cocinara mi alimento de ortiga desde la Cueva de Dragkar-Taso. Pero como había practicado largo tiempo la meditación y vivido dependiendo de tan pobre alimento y por completo desnudo la mayor parte del tiempo, las plantas de mis pies se habían endurecido, con callosas costras sobre ellas; y resbalé sobre una piedra precisamente detrás de mi cueva, cayéndome. Al romperse el asa de la olla de barro, ésta, a su vez, rodó y se rompió, a pesar de mis esfuerzos por cogerla. Del interior de la rota vasija rodó una perfecta imagen verde de ella, siendo ésta la endurecida incrustación del caldo de ortiga que había tomado la conformación de la vasija externa. El contratiempo me actualizó con viveza la naturaleza impermanente de todas las cosas mundanas. También entendí que se trataba de una especie de exhortación a perseverar en mis devociones. Pensando que todo lo ocurrido era muy maravilloso, canté el himno siguiente con espíritu de profunda fe:
34. Esta es una de las razones por la que el Buda y otros de los Grandes Rishis de la India prohibieron la realización de milagros, salvo en casos de extrema necesidad.
35. Vale decir, las tentaciones de Indra, o la gloria y prosperidad mundanas. Indra, ahora Rey de los Celestiales, aunque elevado a su estado actual desde el estado humano, fue una vez príncipe en la Tierra; se dice que usaba estas tentaciones contra cualquier hombre que practique grandes austeridades yóguicas, como las que el otrora practicara, para impedir que se convierta en su rival.
36. El traductor ha pensado que Lapchi-Chübar puede ser, posiblemente, otro nombre del Monte Everest, en cuyas cuevas, los seguidores de Milarepa, incluso hasta hoy, practican el sistema Kargyütpa de meditación yóguica. El nombre tibetano que comúnmente se le acuerda al Monte Everest es Lapchi-Kang, y este nombre lo emplea Milarepa en su canción a su hermana.
"Incluso la olla de barro, habiendo existido una vez,
y no existiendo ahora,
demuestra la naturaleza de todas las cosas (compuestas);
pero en especial esto simboliza la vida humana.
Por lo tanto, yo, Mila el Devoto,
resuelvo persisitr sin vacilaciones.
La olla de barro, que constituyera mi única riqueza, al romperse, se convirtió ahora en un Gurú37,
pues me predica un maravilloso sermón sobre la Impermanencia".
37. "Entre los Kaula Tántricos existe este precepto: 'Desde Brahma hasta una hoja de hierba, todas las cosas son mis Gurús'." — Atal Bihari Ghosh.
"Mientras yo cantaba esto, algunos cazadores, que se acercaban hacia mi sitio en busca de comida, lo oyeron. Dijeron: 'Oh ermitaño, posees una voz muy musical para el canto. ¿Qué haces con la olla de barro rota y la olla interior de endurecidas incrustaciones de espuma de caldo de ortiga? ¿Y cómo sucedió que estás tan escuálido y verduzco de apariencia?' Al explicarles la razón de mi escualidez se llenaron de asombro y me pidieron tomara parte de su comida. Mientras yo comía, uno de los cazadores más jóvenes dijo: '¡Vaya! Pareces ser un hombre de potente contextura. En vez de padecer tales trastornos y privaciones, si siguieses una carrera mundana, si las cosas fuesen bien, estarías montando un caballo como un león; y revestido de armas como un espino, someterías a tus enemigos. Acumulando riqueza protegerías a tus amados parientes y serías feliz. O podrías consagrarte al comercio, en cuya línea podrías ganar lo suficiente para ser feliz. En el peor de los casos, podrías trabajar de sirviente y obtener buena comida y ropas; en cuanto a tu cuerpo y mente estarías mucho mejor que ahora. Hasta aquí parece que no supieras esto; de manera que puedes establecerte en ello ahora'. Uno de los cazadores más viejos dijo: 'Me parece que es un devoto muy bueno, y no es probable que atienda nuestro consejo mundano; mejor tranquilizaos'. Entonces me dijo: 'Posees una voz muy delicada. Ten a bien entonar una canción para nosotros, que haga bien a nuestras mentes'. A lo cual repliqué: 'Todos parecéis juzgarme muy miserable, pero en el mundo no hay nadie que sea tan feliz como yo, ni que pueda ostentar una sensación mayor, ni de una vida mas noble y exitosa; vosotros no lo podéis entender. Disfruto de las siguientes cosas, que constituyen mi felicidad, tal como lo mejor para vosotros. Escuchadme. 'Tras decir esto, canté el himno de la Carrera de un Yogi.
"¡Me postro a los Pies de mi Gracioso Padre Marpa!
"Dentro del Templo de la Colina Bódhica, mi cuerpo,
dentro de mi pecho, donde está el Altar,
dentro de la cámara más excelsa y triangular en
el interior de mi corazón,
el Caballo de la Mente, desplazándose como el viento,
va cabalgando38.
38. Se da aquí por sentado que el corazón es el centro de donde se originan todos los impulsos mentales, los que, sin control, son indómitos como un caballo salvaje. El atrapar y atar al Caballo son los primeros pasos en la ciencia del control mental llamado Yoga. Una vez denominados los procesos mentales, el caballo con frenos, y ensillado lleva a su jinete revestido espiritualmente, el Joven del Intelecto, hacia el Estado Búdico.
"¿Qué Lazo debe usarse para atrapar a este Caballo?
¿Y a qué oste se debe atar, una vez atrapado?
¿Qué Alimento hay que darle, cuando tenga hambre?
¿Qué Bebida hay que darle, cuando tenga sed?
¿En qué Encierro se lo mantiene, cuando tiene frío?
"Para atrapar al Caballo, usa, como Lazo,
la Unidad de Propósito39;
al atraparlo debe ser atado al Poste de la Meditación;
cuando tenga hambre debe ser alimentado con las
Doctrinas del Gurú;
cuando tenga sed se debe dar de beber del
Arroyo de la Conciencia;
cuando tenga frío hay que mantenerlo en el
Encierro del Vacío.
Como Silla, usa la Voluntad; como Brida, el Intelecto; agrégale, como Cinchas y Gruperas, la Fijeza Inmóvil;
pásale alrededor, como Cabezal y Bocado, los Aires-Vitales.
39. Estos versos describen etapas progresivas de la práctica yóguica, empezando con Ekagratá, “Unidad de Propósito”, o Unidireccionalidad de la Mente, y que conduce hacia Dhyána y Samádhi.
"Su jinete es el Joven del Intelecto (Aguda Vigilancia):
el Casco, que él usa, es el Altruismo Mahayánico;
su Cota de Malla es la Comprensión, el Pensamiento
y la Contemplación;
sobre su espalda lleva el Escudo de la Paciencia;
sostiene, en su mano, la larga Lanza de la Aspiración;
y, a su lado, cuelga la Espada, la Inteligencia;
la bruñida Saeta de la Mente (o Causa) Universal
endurecida por falta de ira u odio40,
empenachada con las Plumas de las Cuatro
Ilimitadas (Virtudes),
con la punta de cabeza de Flecha del Intelecto aguzado, ubicada luego dentro del dúctil Arco de la Sabiduría Espiritual,
y fijada allí, en la Apertura del Sabio Sendero y
el Método Recto,
el lo extiende al máximo de la Amplia Comunión;
y tras tirar así, las flechas caen en medio
de todas las Naciones.
Golpean a los Fieles,
y matan al Duende del Egoísmo41.
Así son vencidos los Enemigos, todas las Malas Pasiones;
y son protegidos nuestros Parientes42.
40. La figura empleada aquí es la de un dardo de bambú, que por lo común se endurece y forma con calor, raspado y pulido.
41. Aquí Milarepa justifica la vida de ascética abstracción del mundo. Desconocido para la multitud mundana, que considera al yogi como miembro inútil de la sociedad, él es, de hecho, el más útil; debido a su fuerza de pensamiento, propaga la virtud y la bondad como flechas silenciosas e invisibles que caen entre todas las naciones; aquellas se conservan vivas en el mundo, y el Sendero que conduce al Olimpo de los Dioses es custodiado y se mantiene abierto. Ver también nuestra Introducción,
42. Estos son todos los seres sensibles de la totalidad de los Seis Lokas (o Mundos) del Sangsára. De manera que el Santo es no sólo el más esencial de todos los miembros de la sociedad humana, sino que su campo de servicio altruista es todo el universo.
"Este Caballo corre hasta el fin por la vasta
llanura de la Felicidad;
su Meta es el logro del Estado de todos los Conquistadores43. Su parte trasera abandona, en su retaguardia, el apego a la vida sangsárica;
su parte delantera sigue hacia el lugar seguro de la Liberación.
"Corriendo tal carrera, soy transportado hacia el Estado Búdico;
juzgad si esto se parece a vuestro concepto
sobre la felicidad:
no codicio la Felicidad Mundana.
43. O: sánscrito: "Jinas (los Conquistadores, los Budas)".
"Al oír esto, los conmovió la fe y con esa disposición
de ánimo se marcharon".
Entonces me dirigí hacia Chubar, yendo a través de Palkhung; y, habiendo llegado a Tingri, me eché en el camino para disfrutar una vista del lugar, cuando sucedió que siguiendo su ruta hacia Snag-mo pasó un grupo de doncellas, galanamente vestidas. Al ver mi cuerpo escuálido una de ellas dijo: "¡Ved qué miserable es la apariencia de este hombre! ¡Ojala que nunca nazca yo con tal forma!", a lo cual otra añadió: "¡Qué digno de lástima! Me pone muy nerviosa una visión de esa índole!" Juzgándolas pobres criaturas ignorantes, me apiadé de ellas y, levantándome, dije: "Muchachas, no habléis así. No tenéis por qué preocuparos por eso; no naceríais tal como yo, aunque lo desearais y rezarais fervorosamente para ello. La piedad es digno de alabanza, pero la piedad y el engreimiento se oponen recíprocamente, y son muy incoherentes. Escuchad una canción más". Dicho esto, les entoné esta canción:
"¡A Tus Pies, oh Gracioso Gurú, te ruego;
Concédeme Tus Bendiciones y Tu Gracia, oh Marpa!
"Aquellas criaturas, que en el mal karma están inmersas,
con desprecio contemplan a los demás, salvo a sí mismas;
las mujeres de mal karma juzgan la vida de casadas como
la más deseable de las cosas;
su engreimiento arde tan calurosamente como el fuego:
¡Ah, es lastimoso ver estas cosas así confundidas!
"En estos días sombríos, del Kali-Yuga44,
los bribones malévolos son adorados como si fuesen dioses,
y los impostores son premiados como si fuesen más preciosos que el oro;
los verdaderos devotos son echados a un lado, como piedras apartadas del sendero;
¡Oh, piedad para estos pobres seres ignorantes!
44. "Edad de Hierro", la "Edad Oscura", de la Religión en decadencia y del florecimiento de la Mundanalidad, en la que ahora está la raza humana.
Vosotras, grupo de doncellas hermanas, galanamente vestidas
y yo, Milarepa de Gungthang,
nos rechazamos mutuamente
y también mutuamente nos compadecemos;
mas al utilizar nuestra mutua compasión,
veamos quién gana finalmente45.
"Este sermón veraz es predicado por Milarepa,
en contestación a la insensata charla
de los seres ignorante;
esto es cambiar vino por agua
y devolver Bien por Mal".
45. Vale decir: si el goce mundano (sánscrito: Pravritti) o el renunciamiento del mundo (sánscrito: Nivritto) conduce a la Verdadera Sabiduría.
"Al terminar esta canción, la muchacha que se compadeciera de mí, dijo: 'Este es el famoso Milarepa de Gungthang, y hemos pronunciado diversas sandeces con espíritu engreido. Pidámosle perdón ahora'; y acto seguido indicaron a la muchacha que habló, que así lo hiciera. Ella también estaba muy compungida; y exhibiendo siete conchas, que a la sazón se usaban como moneda, me las ofreció prosternándose varias veces, y rogándome que tuviese a bien ofrecerles otro sermón, de modo que entonces les entoné la siguiente canción:
"¡Suplico a mi Gracioso Señor!
Predico un sermón breve sobre la Verdad.
"En los Palacios Celestiales de los Dioses Gahdánicos46,
no se premian las Verdades Espirituales sino las Verdades Científicas;
en las Regiones Inferiores, en la Palaciega Ciudad de Naga, no se premian las Verdades Profundas sino la Riqueza47;
en este Mundo de Seres Humanos,
no se premian los Sabios ni los Eruditos,
sino los Mentirosos.
46 . Los Dioses de los Cielos Tushita, que son más intelectuales que espirituales.
47. Los Nagas o Semidioses-Dragones, de la mitología hindú, son de cuatro clases: 1) celestiales, que custodian los Mundos Celestiales; 2) aéreos, que producen vientos y lluvia, para beneficiar a los seres humanos; 3) terrenos, que demarcan los cursos de ríos y arroyos; 4) como en este texto, amantes y guardianes de tesoros ocultos. De modo que se parecen algo a los Elementales de la Filosofía Medieval, que individualmente habitaban cada uno de los elementos.
“En las provincias de Ü y de Tsang y en los Cuatro Distritos, no se premia la Meditación sino la Exposición;
en la escoria restante de estos tiempos malignos
(de Oscuridad),
no se premia a los hombres buenos sino a los malvados.
"En los ojos de las jóvenes alegres
no se premia al devoto sino al libertino;
en los oídos de las jóvenes doncellas,
no suenan dulcemente los prosaicos sermones
sobre religión sino las canciones de amor.
"Estas son las verdades versificadas
cantadas en pago de las siete conchas,
y como canción jubilosa que manifiesta perdón total".
"Al oír esta canción se sintieron conmovidas por profunda fe, y prosiguieron su camino.
"Yo también continué en dirección a Brin (Drin), donde oí acerca de Lapchi-Chubar (¿Monte Everest?) y Kyit-Phug (Cueva Placentera), también conocida como Nyima-Dzong (Castillo Soleado), escogiendo la última. Pasé allí algunos meses, y progresé favorablemente en mi devoción y meditación; pero la gente de Brin me visitó, trayéndome provisiones de regalo. Sabiendo que esto llevaría, hasta cierto punto, a deteriorar mis prácticas devotas, pensé que si permanecía más en este lugar, la popularidad sólo dañaría mis devociones meditativas. Ya había estado allí demasiado tiempo aprovechando mucho mi permanencia. Debía entonces marchar hacia una región más solitaria y buscar allí una cueva. De modo que, de acuerdo con la orden de mi Gurú, resolví ir a LapchiChubar. Cuando estaba a punto de partir por mi camino hacia allí, vino mi hermana Peta a ofrecerme una pieza de cobertor, tejido con lana que recogiera de lo dejado por otros. Lo había llevado a Dragkar-Taso y al no encontrarme allí, vino en mi busca interrogando a todos; y al oír en Gungthang-Töt que un ermitaño parecido a una oruga, que se alimentaba con ortigas, había pasado desde Palkhung hacia La-Töt-Lho (Colinas Superiores que Enfrentan al Sud), vino siguiendo mis huellas. En Tingri había visto al Lama Bari-Lotsawa (El Gran Traductor de Bari) Sentado en un elevado asiento, con una sombrilla sobre él, vestido con sedas de cinco colores diferentes, y rodeado por sus discípulos, algunos de los cuales tocaban trompetas, címbalos, clarinetes y flautas, con una gran multitud congregada en derredor que en su totalidad le ofrecían te y chhang. Al ver esto, Peta pensó: 'Otros devotos y gente religiosa disfrutan de estas cosas, pero la religión de mi hermano es fuente de miseria y aflicción para mí, y de vergüenza para sus parientes. Si ahora encuentro a mi hermano, haré lo más que pueda para persuadirlo a que se convierta en discípulo de este Lama'. Pensado de esa manera, preguntó a algunos de la asamblea si había oído algo de mí o si me habían visto y al decirle que yo estaba en Brin, siguió preguntando por mí hasta Kyit-Phug, donde yo estaba entonces. Al verme, ella dijo al momento: 'Oh hermano, que dices vivir una vida religiosa. ¡Traspasaste (los límites) de la vergüenza y la decencia común! Con este cobertor hazte algo que te tape abajo y ve a lo del Lama Bari-Lotsawa, que en verdad es un Lama, pero muy diferente de ti en estilo y práctica. Tiene debajo de sí un trono, y sobre él una sombrilla; viste ropajes de seda, y sus labios están siempre mojados con te y chhang. Lo rodean sus discípulos y seguidores, que caminan delante de él, haciendo sonar trompetas a pares. Reúne una muchedumbre por dondequiera que vaya, y recoge sus ofrendas en grandes cantidades, beneficiando así a sus parientes; y es uno que puede preciarse de ser un Lama muy distinguido. Yo trataría de que entrases a su servicio y lo siguieses como discípulo. Aunque se te aceptase como el más insignificante discípulo, eso sería mejor que esta clase de vida. Tu devoción de penurias y mi vida sin suerte, a duras penas sirven en este mundo. De esta manera no podemos sobrellevar la vida'. Y entonces empezó a llorar amargamente, lamentando su suerte.
"Traté de consolarla diciendo: 'Peta, no hables de esa manera. Contemplas con vergüenza mi desnudez porque hice a un lado la ropa y las mantas. Estoy orgulloso de haber obtenido la Verdad siendo hombre; y en eso no hay vergüenza. Nací así; por tanto en eso no hay vergüenza.
Mas quienes, sabiendo que ciertos actos son pecaminosos, los cometen, destrozando de ese modo los corazones de sus padres, y quienes codiciando los bienes dedicados a los Gurús y la Trinidad, cometen diversos actos de engaño y mezquindad para alcanzar sus objetivos egoístas, causan dolor y sufrimiento a los otros seres y al fin se hieren a sí mismos. Son objetos de abominación y aborrecimiento para todo ser justo de entre los dioses y los hombres; y ellos sólo tendrían que tener vergüenza. Pero si hablas de vergüenza al ver mi cuerpo, entonces tú en especial debes sentir vergüenza por que tus pechos, que no existían en la época de tu nacimiento, se han desarrollado prominentemente. Es más, si piensas que medito en esta penuria sólo porque no puedo ganar y obtener comida ni vestido, estás completamente equivocada. Temo los dolores y Tribulaciones de este Sangsára. Los siento tan agudamente como si yo hubiese sido arrojado vivo a las llamas. Las adquisiciones mundanas de riqueza y la necesidad de apegarse a ellas, al igual que el perseguir las Ocho Ambiciones Mundanas48, lo considero con tanta abominación y repugnancia como un hombre que sufre por la bilis considera la vista de rica comida. No, los considero como si fuesen los asesinos de mi padre; por eso es que asumo este modo de vida de mendicidad y penuria. Es más, mi Gurú, Marpa el Traductor, me ordenó renunciar a todas las preocupaciones, aspiraciones y objetivos mundanos; soportar la pérdida de comida, vestido y nombre; vivir en varios lugares solitarios (sin fijarme permanentemente a un sólo lugar); y llevar a cabo mis devociones con mucho dinamismo, renunciando a todas las perspectivas de esta vida. Como esas fueron las órdenes de mi Gurú, yo las cumplo. Obedeciendo así a las órdenes de mi Gurú, no sólo podré otorgar comodidad y bienestar temporal a quienes me siguen, sino que también ganaré la felicidad eterna para todo ser sensible, incluido a mí mismo. Renuncié a todos los pensamientos de esta vida porque vi que no hay certidumbre acerca de cuándo puede llegar la muerte sobre mí. Si fuese a pensar en adquirir riqueza y comodidad, podría adquirir tanta como la que adquiere el Lama Bari-Lotsawa; por eso ¿qué necesidad hay de hablar de su más insignificante seguidor? Pero yo deseo el Estado Búdico en esta misma vida; por eso me consagro a la devoción y meditación de modo tan enérgico. Peta, renuncia tú también a todas las aspiraciones, y ven con tu hermano, que es más viejo, a pasar la vida en meditación en Lapchi-Kang49 Si puedes renunciar a los pensamientos mundanos y venir a pasar tu vida en devociones meditativas, entonces el sol de tu felicidad temporal y eterna brillará con pleno esplendor. Presta oídos a la canción de tu hermano'. Entonces entoné esta canción:
48. Estos son: Comodidad, Miseria, Riqueza, Pobreza; Fama, Oscuridad; Alabanza, Vituperio.
49. Lapchi-Kang es el nombre con que comúnmente los tibetanos conocen el Monte Everest.
"¡Oh Señor, Protector de todos los Seres Sensibles,
Tú el Eterno Buda! ¡Puesto que Tú, quedaste sin mancha
por parte de la mundanalidad
y Bendijiste a Tus Shishyas con Tu Gracia,
me postro a Tus Pies, oh Marpa el Traductor!
"Peta, hermana mía, escúchame;
estás inmersa en deseos mundanos.
"El pináculo de oro, ubicado sobre la sombrilla,
en la parte superior, es uno;
la orla de seda china, plegada con gusto, debajo, es dos;
las varillas esparcidas, como primorosas plumas de pavo real, en medio, es tres;
el bruñido mango de roja madera de teca, en la parte inferior, es cuatro:
Estos cuatro, si es necesario, tu hermano mayor podría procurártelos.
(Un Coro acompaña, en los cinco versos siguientes, a esta estrofa y cada una de las cinco estrofas que siguen, como se indica).
"Pero éstas son cosas mundanas, de las que me abstuve,
y, al abstenerme así de la mundanalidad,
mi Sol de la Felicidad brilla gloriosamente.
De modo similar, oh Peta, abstente de toda mundanalidad,
y ven a meditar en Lapchi-Kang:
Vayamos juntos a meditar a Lapchi-Kang.
"La sonora nota de la distante trompeta blanca, es uno;
el soplo potente y pleno del diestro músico, es dos;
las cintas de seda (de la trompeta), plegadas en delicados pliegues, es tres;
la vasta asamblea de sacerdotes célibes (así convocados) es cuatro:
Estos cuatro, si es necesario, tu hermano mayor podría procurártelos.
(Coro)
"El templete, encantador y bonito, ubicado en lo alto
de un villorrio, es uno;
la palabra fluida, de los jóvenes novicios, es dos:
la espléndida cocina, bien ordenada, con gran reserva
de te chino, es tres;
las manos ocupadas, de muchos jóvenes novicios, es cuatro; estos cuatro, si es necesario, tu hermano mayor podría procurártelos.
(Coro)
"La orgullosa y alta cabeza de un potente caballo, es uno; una silla adornada con gemas e incrustada en oro, es dos;
una escolta armada, ataviada espléndidamente, es tres;
y vigilancia permanente, conquistando enemigos y protegiendo amigos, es cuatro:
Estos cuatro, si es necesario, tu hermano mayor podría procurártelos.
(Coro)
"Pero si no puedes renunciar a la mundanalidad,
y no puedes venir a Lapchi-Kang,
no siento agrado por tu afecto sentimental y fraterno.
Estas charlas de cosas mundanas perturban mi meditación. Habiendo nacido, sé que debo morir; insegura es la hora de
mi muerte,
no tengo tiempo para posponer mi devoción;
me consagré sin pausa a la meditación.
Las enseñanzas de mi Gurú-Padre aportan beneficio a la mente; así, contemplando aquello que me procura beneficio,
ganaré la Gran Felicidad de la Liberación;
por tanto, me marcho a Lapchi-Kang.
Hermana mía, entrégate a la mundanalidad,
adquiere pecados por libras y toneladas,
pugna por quedarte, todo el tiempo que puedas,
en el Sangsára,
y lucha por ganarte un nacimiento en los
Tres Mundos Inferiores.
Pero si al menos temes el Sangsára,
renuncia, ahora, en esta vida, a los Ocho Objetivos Sangsáricos,
y marchémonos juntos a Lapchi-Kang,
seamos ambos, hermano y hermana, seres de altos destinos
y marchémonos a la Cordillera del Lapchi-Kang".
"Una vez, cuando volaba, sucedió que pasé sobre un pequeño villorrio, llamado Long-da, donde vivía un hermano de la nuera de mi extinto tío. Ella era una de las que fallecieron en el derrumbe de la casa. También tenía un hijo, y el padre -y el hijo se encargaban de arar un campo (cuando volé por encima de ellos). El hijo conducía la yunta (de bueyes), mientras que el padre guiaba el arado. El hijo me vio volando y dijo: '¡Mira, un hombre está volando!' Y abandonó su trabajo para mirarme. El padre dijo: '¿En qué hay que maravillarse o entretener la vista? Una mujer muy malvada de Nyang-Tsa-Kargyen, tuvo un maligno hijo, llamado Mila. Es aquel inútil muerto de hambre. Desplázate hacia un lado y no permitas que su sombra caiga sobre ti, y sigue guiando a la yunta (de bueyes). El padre inclinó su cuerpo para evitar así caer bajo mi sombra. Pero el hijo dijo: 'Si un hombre es capaz de volar no creo que sea una persona inútil; no puede haber nada más maravilloso que un hombre volando'. Diciendo esto continuó mirándome.
"Entonces juzgué que podría ayudar con eficacia, si lo deseaba, a todos los seres sensibles, de modo que me consagré a ayudar a los demás; pero recibí una orden directa de mi Deidad Tutelar en el sentido de que consagrara toda mi vida a la meditación, como me lo mandara mi Gurú. Por eso sólo serviría la Causa de la Fe Budista; y asimismo, al servir así a todos los seres sensibles, no podría hacer nada mejor; tal era el mandamiento que yo recibiera. Entonces, pensé que dedicando toda mi vida a la meditación, establecería un ejemplo para los futuros devotos, que así serían inducidos a pasar su vida en la devoción, luego de renunciar a todas las aspiraciones y perspectivas mundanas; y eso procuraría a la Causa de la Fe Budista y beneficiaría a todos los seres sensibles. De modo que resolví pasar toda mi vida en meditación.
"Además, pensé que había vivido largo tiempo en el lugar, durante el cual había sido visto por diversas personas con las que hablara sobre temas religiosos; y ahora, que había obtenido el conocimiento trascendente y el siddhi (los poderes supernormales), y que había sido visto volando por los seres humanos, si continuaba aquí la gente mundana acudiría a mí, rogando que la protegiera de los daños y satisficiese sus deseos egoístas34. Esto sería buscar las tentaciones del Hijo de los Celestiales35. La fama y prosperidad mundanas retardarían el progreso de mi devoción y oscurecerían mi conocimiento espiritual; de modo que resolví marcharme y llevar a cabo mi meditación en las soledades de Lapchi-Chübar (Entre Ríos36). En consecuencia, partí llevando sobre mi espalda la vasija de barro en la que cocinara mi alimento de ortiga desde la Cueva de Dragkar-Taso. Pero como había practicado largo tiempo la meditación y vivido dependiendo de tan pobre alimento y por completo desnudo la mayor parte del tiempo, las plantas de mis pies se habían endurecido, con callosas costras sobre ellas; y resbalé sobre una piedra precisamente detrás de mi cueva, cayéndome. Al romperse el asa de la olla de barro, ésta, a su vez, rodó y se rompió, a pesar de mis esfuerzos por cogerla. Del interior de la rota vasija rodó una perfecta imagen verde de ella, siendo ésta la endurecida incrustación del caldo de ortiga que había tomado la conformación de la vasija externa. El contratiempo me actualizó con viveza la naturaleza impermanente de todas las cosas mundanas. También entendí que se trataba de una especie de exhortación a perseverar en mis devociones. Pensando que todo lo ocurrido era muy maravilloso, canté el himno siguiente con espíritu de profunda fe:
34. Esta es una de las razones por la que el Buda y otros de los Grandes Rishis de la India prohibieron la realización de milagros, salvo en casos de extrema necesidad.
35. Vale decir, las tentaciones de Indra, o la gloria y prosperidad mundanas. Indra, ahora Rey de los Celestiales, aunque elevado a su estado actual desde el estado humano, fue una vez príncipe en la Tierra; se dice que usaba estas tentaciones contra cualquier hombre que practique grandes austeridades yóguicas, como las que el otrora practicara, para impedir que se convierta en su rival.
36. El traductor ha pensado que Lapchi-Chübar puede ser, posiblemente, otro nombre del Monte Everest, en cuyas cuevas, los seguidores de Milarepa, incluso hasta hoy, practican el sistema Kargyütpa de meditación yóguica. El nombre tibetano que comúnmente se le acuerda al Monte Everest es Lapchi-Kang, y este nombre lo emplea Milarepa en su canción a su hermana.
"Incluso la olla de barro, habiendo existido una vez,
y no existiendo ahora,
demuestra la naturaleza de todas las cosas (compuestas);
pero en especial esto simboliza la vida humana.
Por lo tanto, yo, Mila el Devoto,
resuelvo persisitr sin vacilaciones.
La olla de barro, que constituyera mi única riqueza, al romperse, se convirtió ahora en un Gurú37,
pues me predica un maravilloso sermón sobre la Impermanencia".
37. "Entre los Kaula Tántricos existe este precepto: 'Desde Brahma hasta una hoja de hierba, todas las cosas son mis Gurús'." — Atal Bihari Ghosh.
"Mientras yo cantaba esto, algunos cazadores, que se acercaban hacia mi sitio en busca de comida, lo oyeron. Dijeron: 'Oh ermitaño, posees una voz muy musical para el canto. ¿Qué haces con la olla de barro rota y la olla interior de endurecidas incrustaciones de espuma de caldo de ortiga? ¿Y cómo sucedió que estás tan escuálido y verduzco de apariencia?' Al explicarles la razón de mi escualidez se llenaron de asombro y me pidieron tomara parte de su comida. Mientras yo comía, uno de los cazadores más jóvenes dijo: '¡Vaya! Pareces ser un hombre de potente contextura. En vez de padecer tales trastornos y privaciones, si siguieses una carrera mundana, si las cosas fuesen bien, estarías montando un caballo como un león; y revestido de armas como un espino, someterías a tus enemigos. Acumulando riqueza protegerías a tus amados parientes y serías feliz. O podrías consagrarte al comercio, en cuya línea podrías ganar lo suficiente para ser feliz. En el peor de los casos, podrías trabajar de sirviente y obtener buena comida y ropas; en cuanto a tu cuerpo y mente estarías mucho mejor que ahora. Hasta aquí parece que no supieras esto; de manera que puedes establecerte en ello ahora'. Uno de los cazadores más viejos dijo: 'Me parece que es un devoto muy bueno, y no es probable que atienda nuestro consejo mundano; mejor tranquilizaos'. Entonces me dijo: 'Posees una voz muy delicada. Ten a bien entonar una canción para nosotros, que haga bien a nuestras mentes'. A lo cual repliqué: 'Todos parecéis juzgarme muy miserable, pero en el mundo no hay nadie que sea tan feliz como yo, ni que pueda ostentar una sensación mayor, ni de una vida mas noble y exitosa; vosotros no lo podéis entender. Disfruto de las siguientes cosas, que constituyen mi felicidad, tal como lo mejor para vosotros. Escuchadme. 'Tras decir esto, canté el himno de la Carrera de un Yogi.
"¡Me postro a los Pies de mi Gracioso Padre Marpa!
"Dentro del Templo de la Colina Bódhica, mi cuerpo,
dentro de mi pecho, donde está el Altar,
dentro de la cámara más excelsa y triangular en
el interior de mi corazón,
el Caballo de la Mente, desplazándose como el viento,
va cabalgando38.
38. Se da aquí por sentado que el corazón es el centro de donde se originan todos los impulsos mentales, los que, sin control, son indómitos como un caballo salvaje. El atrapar y atar al Caballo son los primeros pasos en la ciencia del control mental llamado Yoga. Una vez denominados los procesos mentales, el caballo con frenos, y ensillado lleva a su jinete revestido espiritualmente, el Joven del Intelecto, hacia el Estado Búdico.
"¿Qué Lazo debe usarse para atrapar a este Caballo?
¿Y a qué oste se debe atar, una vez atrapado?
¿Qué Alimento hay que darle, cuando tenga hambre?
¿Qué Bebida hay que darle, cuando tenga sed?
¿En qué Encierro se lo mantiene, cuando tiene frío?
"Para atrapar al Caballo, usa, como Lazo,
la Unidad de Propósito39;
al atraparlo debe ser atado al Poste de la Meditación;
cuando tenga hambre debe ser alimentado con las
Doctrinas del Gurú;
cuando tenga sed se debe dar de beber del
Arroyo de la Conciencia;
cuando tenga frío hay que mantenerlo en el
Encierro del Vacío.
Como Silla, usa la Voluntad; como Brida, el Intelecto; agrégale, como Cinchas y Gruperas, la Fijeza Inmóvil;
pásale alrededor, como Cabezal y Bocado, los Aires-Vitales.
39. Estos versos describen etapas progresivas de la práctica yóguica, empezando con Ekagratá, “Unidad de Propósito”, o Unidireccionalidad de la Mente, y que conduce hacia Dhyána y Samádhi.
"Su jinete es el Joven del Intelecto (Aguda Vigilancia):
el Casco, que él usa, es el Altruismo Mahayánico;
su Cota de Malla es la Comprensión, el Pensamiento
y la Contemplación;
sobre su espalda lleva el Escudo de la Paciencia;
sostiene, en su mano, la larga Lanza de la Aspiración;
y, a su lado, cuelga la Espada, la Inteligencia;
la bruñida Saeta de la Mente (o Causa) Universal
endurecida por falta de ira u odio40,
empenachada con las Plumas de las Cuatro
Ilimitadas (Virtudes),
con la punta de cabeza de Flecha del Intelecto aguzado, ubicada luego dentro del dúctil Arco de la Sabiduría Espiritual,
y fijada allí, en la Apertura del Sabio Sendero y
el Método Recto,
el lo extiende al máximo de la Amplia Comunión;
y tras tirar así, las flechas caen en medio
de todas las Naciones.
Golpean a los Fieles,
y matan al Duende del Egoísmo41.
Así son vencidos los Enemigos, todas las Malas Pasiones;
y son protegidos nuestros Parientes42.
40. La figura empleada aquí es la de un dardo de bambú, que por lo común se endurece y forma con calor, raspado y pulido.
41. Aquí Milarepa justifica la vida de ascética abstracción del mundo. Desconocido para la multitud mundana, que considera al yogi como miembro inútil de la sociedad, él es, de hecho, el más útil; debido a su fuerza de pensamiento, propaga la virtud y la bondad como flechas silenciosas e invisibles que caen entre todas las naciones; aquellas se conservan vivas en el mundo, y el Sendero que conduce al Olimpo de los Dioses es custodiado y se mantiene abierto. Ver también nuestra Introducción,
42. Estos son todos los seres sensibles de la totalidad de los Seis Lokas (o Mundos) del Sangsára. De manera que el Santo es no sólo el más esencial de todos los miembros de la sociedad humana, sino que su campo de servicio altruista es todo el universo.
"Este Caballo corre hasta el fin por la vasta
llanura de la Felicidad;
su Meta es el logro del Estado de todos los Conquistadores43. Su parte trasera abandona, en su retaguardia, el apego a la vida sangsárica;
su parte delantera sigue hacia el lugar seguro de la Liberación.
"Corriendo tal carrera, soy transportado hacia el Estado Búdico;
juzgad si esto se parece a vuestro concepto
sobre la felicidad:
no codicio la Felicidad Mundana.
43. O: sánscrito: "Jinas (los Conquistadores, los Budas)".
"Al oír esto, los conmovió la fe y con esa disposición
de ánimo se marcharon".
Entonces me dirigí hacia Chubar, yendo a través de Palkhung; y, habiendo llegado a Tingri, me eché en el camino para disfrutar una vista del lugar, cuando sucedió que siguiendo su ruta hacia Snag-mo pasó un grupo de doncellas, galanamente vestidas. Al ver mi cuerpo escuálido una de ellas dijo: "¡Ved qué miserable es la apariencia de este hombre! ¡Ojala que nunca nazca yo con tal forma!", a lo cual otra añadió: "¡Qué digno de lástima! Me pone muy nerviosa una visión de esa índole!" Juzgándolas pobres criaturas ignorantes, me apiadé de ellas y, levantándome, dije: "Muchachas, no habléis así. No tenéis por qué preocuparos por eso; no naceríais tal como yo, aunque lo desearais y rezarais fervorosamente para ello. La piedad es digno de alabanza, pero la piedad y el engreimiento se oponen recíprocamente, y son muy incoherentes. Escuchad una canción más". Dicho esto, les entoné esta canción:
"¡A Tus Pies, oh Gracioso Gurú, te ruego;
Concédeme Tus Bendiciones y Tu Gracia, oh Marpa!
"Aquellas criaturas, que en el mal karma están inmersas,
con desprecio contemplan a los demás, salvo a sí mismas;
las mujeres de mal karma juzgan la vida de casadas como
la más deseable de las cosas;
su engreimiento arde tan calurosamente como el fuego:
¡Ah, es lastimoso ver estas cosas así confundidas!
"En estos días sombríos, del Kali-Yuga44,
los bribones malévolos son adorados como si fuesen dioses,
y los impostores son premiados como si fuesen más preciosos que el oro;
los verdaderos devotos son echados a un lado, como piedras apartadas del sendero;
¡Oh, piedad para estos pobres seres ignorantes!
44. "Edad de Hierro", la "Edad Oscura", de la Religión en decadencia y del florecimiento de la Mundanalidad, en la que ahora está la raza humana.
Vosotras, grupo de doncellas hermanas, galanamente vestidas
y yo, Milarepa de Gungthang,
nos rechazamos mutuamente
y también mutuamente nos compadecemos;
mas al utilizar nuestra mutua compasión,
veamos quién gana finalmente45.
"Este sermón veraz es predicado por Milarepa,
en contestación a la insensata charla
de los seres ignorante;
esto es cambiar vino por agua
y devolver Bien por Mal".
45. Vale decir: si el goce mundano (sánscrito: Pravritti) o el renunciamiento del mundo (sánscrito: Nivritto) conduce a la Verdadera Sabiduría.
"Al terminar esta canción, la muchacha que se compadeciera de mí, dijo: 'Este es el famoso Milarepa de Gungthang, y hemos pronunciado diversas sandeces con espíritu engreido. Pidámosle perdón ahora'; y acto seguido indicaron a la muchacha que habló, que así lo hiciera. Ella también estaba muy compungida; y exhibiendo siete conchas, que a la sazón se usaban como moneda, me las ofreció prosternándose varias veces, y rogándome que tuviese a bien ofrecerles otro sermón, de modo que entonces les entoné la siguiente canción:
"¡Suplico a mi Gracioso Señor!
Predico un sermón breve sobre la Verdad.
"En los Palacios Celestiales de los Dioses Gahdánicos46,
no se premian las Verdades Espirituales sino las Verdades Científicas;
en las Regiones Inferiores, en la Palaciega Ciudad de Naga, no se premian las Verdades Profundas sino la Riqueza47;
en este Mundo de Seres Humanos,
no se premian los Sabios ni los Eruditos,
sino los Mentirosos.
46 . Los Dioses de los Cielos Tushita, que son más intelectuales que espirituales.
47. Los Nagas o Semidioses-Dragones, de la mitología hindú, son de cuatro clases: 1) celestiales, que custodian los Mundos Celestiales; 2) aéreos, que producen vientos y lluvia, para beneficiar a los seres humanos; 3) terrenos, que demarcan los cursos de ríos y arroyos; 4) como en este texto, amantes y guardianes de tesoros ocultos. De modo que se parecen algo a los Elementales de la Filosofía Medieval, que individualmente habitaban cada uno de los elementos.
“En las provincias de Ü y de Tsang y en los Cuatro Distritos, no se premia la Meditación sino la Exposición;
en la escoria restante de estos tiempos malignos
(de Oscuridad),
no se premia a los hombres buenos sino a los malvados.
"En los ojos de las jóvenes alegres
no se premia al devoto sino al libertino;
en los oídos de las jóvenes doncellas,
no suenan dulcemente los prosaicos sermones
sobre religión sino las canciones de amor.
"Estas son las verdades versificadas
cantadas en pago de las siete conchas,
y como canción jubilosa que manifiesta perdón total".
"Al oír esta canción se sintieron conmovidas por profunda fe, y prosiguieron su camino.
"Yo también continué en dirección a Brin (Drin), donde oí acerca de Lapchi-Chubar (¿Monte Everest?) y Kyit-Phug (Cueva Placentera), también conocida como Nyima-Dzong (Castillo Soleado), escogiendo la última. Pasé allí algunos meses, y progresé favorablemente en mi devoción y meditación; pero la gente de Brin me visitó, trayéndome provisiones de regalo. Sabiendo que esto llevaría, hasta cierto punto, a deteriorar mis prácticas devotas, pensé que si permanecía más en este lugar, la popularidad sólo dañaría mis devociones meditativas. Ya había estado allí demasiado tiempo aprovechando mucho mi permanencia. Debía entonces marchar hacia una región más solitaria y buscar allí una cueva. De modo que, de acuerdo con la orden de mi Gurú, resolví ir a LapchiChubar. Cuando estaba a punto de partir por mi camino hacia allí, vino mi hermana Peta a ofrecerme una pieza de cobertor, tejido con lana que recogiera de lo dejado por otros. Lo había llevado a Dragkar-Taso y al no encontrarme allí, vino en mi busca interrogando a todos; y al oír en Gungthang-Töt que un ermitaño parecido a una oruga, que se alimentaba con ortigas, había pasado desde Palkhung hacia La-Töt-Lho (Colinas Superiores que Enfrentan al Sud), vino siguiendo mis huellas. En Tingri había visto al Lama Bari-Lotsawa (El Gran Traductor de Bari) Sentado en un elevado asiento, con una sombrilla sobre él, vestido con sedas de cinco colores diferentes, y rodeado por sus discípulos, algunos de los cuales tocaban trompetas, címbalos, clarinetes y flautas, con una gran multitud congregada en derredor que en su totalidad le ofrecían te y chhang. Al ver esto, Peta pensó: 'Otros devotos y gente religiosa disfrutan de estas cosas, pero la religión de mi hermano es fuente de miseria y aflicción para mí, y de vergüenza para sus parientes. Si ahora encuentro a mi hermano, haré lo más que pueda para persuadirlo a que se convierta en discípulo de este Lama'. Pensado de esa manera, preguntó a algunos de la asamblea si había oído algo de mí o si me habían visto y al decirle que yo estaba en Brin, siguió preguntando por mí hasta Kyit-Phug, donde yo estaba entonces. Al verme, ella dijo al momento: 'Oh hermano, que dices vivir una vida religiosa. ¡Traspasaste (los límites) de la vergüenza y la decencia común! Con este cobertor hazte algo que te tape abajo y ve a lo del Lama Bari-Lotsawa, que en verdad es un Lama, pero muy diferente de ti en estilo y práctica. Tiene debajo de sí un trono, y sobre él una sombrilla; viste ropajes de seda, y sus labios están siempre mojados con te y chhang. Lo rodean sus discípulos y seguidores, que caminan delante de él, haciendo sonar trompetas a pares. Reúne una muchedumbre por dondequiera que vaya, y recoge sus ofrendas en grandes cantidades, beneficiando así a sus parientes; y es uno que puede preciarse de ser un Lama muy distinguido. Yo trataría de que entrases a su servicio y lo siguieses como discípulo. Aunque se te aceptase como el más insignificante discípulo, eso sería mejor que esta clase de vida. Tu devoción de penurias y mi vida sin suerte, a duras penas sirven en este mundo. De esta manera no podemos sobrellevar la vida'. Y entonces empezó a llorar amargamente, lamentando su suerte.
"Traté de consolarla diciendo: 'Peta, no hables de esa manera. Contemplas con vergüenza mi desnudez porque hice a un lado la ropa y las mantas. Estoy orgulloso de haber obtenido la Verdad siendo hombre; y en eso no hay vergüenza. Nací así; por tanto en eso no hay vergüenza.
Mas quienes, sabiendo que ciertos actos son pecaminosos, los cometen, destrozando de ese modo los corazones de sus padres, y quienes codiciando los bienes dedicados a los Gurús y la Trinidad, cometen diversos actos de engaño y mezquindad para alcanzar sus objetivos egoístas, causan dolor y sufrimiento a los otros seres y al fin se hieren a sí mismos. Son objetos de abominación y aborrecimiento para todo ser justo de entre los dioses y los hombres; y ellos sólo tendrían que tener vergüenza. Pero si hablas de vergüenza al ver mi cuerpo, entonces tú en especial debes sentir vergüenza por que tus pechos, que no existían en la época de tu nacimiento, se han desarrollado prominentemente. Es más, si piensas que medito en esta penuria sólo porque no puedo ganar y obtener comida ni vestido, estás completamente equivocada. Temo los dolores y Tribulaciones de este Sangsára. Los siento tan agudamente como si yo hubiese sido arrojado vivo a las llamas. Las adquisiciones mundanas de riqueza y la necesidad de apegarse a ellas, al igual que el perseguir las Ocho Ambiciones Mundanas48, lo considero con tanta abominación y repugnancia como un hombre que sufre por la bilis considera la vista de rica comida. No, los considero como si fuesen los asesinos de mi padre; por eso es que asumo este modo de vida de mendicidad y penuria. Es más, mi Gurú, Marpa el Traductor, me ordenó renunciar a todas las preocupaciones, aspiraciones y objetivos mundanos; soportar la pérdida de comida, vestido y nombre; vivir en varios lugares solitarios (sin fijarme permanentemente a un sólo lugar); y llevar a cabo mis devociones con mucho dinamismo, renunciando a todas las perspectivas de esta vida. Como esas fueron las órdenes de mi Gurú, yo las cumplo. Obedeciendo así a las órdenes de mi Gurú, no sólo podré otorgar comodidad y bienestar temporal a quienes me siguen, sino que también ganaré la felicidad eterna para todo ser sensible, incluido a mí mismo. Renuncié a todos los pensamientos de esta vida porque vi que no hay certidumbre acerca de cuándo puede llegar la muerte sobre mí. Si fuese a pensar en adquirir riqueza y comodidad, podría adquirir tanta como la que adquiere el Lama Bari-Lotsawa; por eso ¿qué necesidad hay de hablar de su más insignificante seguidor? Pero yo deseo el Estado Búdico en esta misma vida; por eso me consagro a la devoción y meditación de modo tan enérgico. Peta, renuncia tú también a todas las aspiraciones, y ven con tu hermano, que es más viejo, a pasar la vida en meditación en Lapchi-Kang49 Si puedes renunciar a los pensamientos mundanos y venir a pasar tu vida en devociones meditativas, entonces el sol de tu felicidad temporal y eterna brillará con pleno esplendor. Presta oídos a la canción de tu hermano'. Entonces entoné esta canción:
48. Estos son: Comodidad, Miseria, Riqueza, Pobreza; Fama, Oscuridad; Alabanza, Vituperio.
49. Lapchi-Kang es el nombre con que comúnmente los tibetanos conocen el Monte Everest.
"¡Oh Señor, Protector de todos los Seres Sensibles,
Tú el Eterno Buda! ¡Puesto que Tú, quedaste sin mancha
por parte de la mundanalidad
y Bendijiste a Tus Shishyas con Tu Gracia,
me postro a Tus Pies, oh Marpa el Traductor!
"Peta, hermana mía, escúchame;
estás inmersa en deseos mundanos.
"El pináculo de oro, ubicado sobre la sombrilla,
en la parte superior, es uno;
la orla de seda china, plegada con gusto, debajo, es dos;
las varillas esparcidas, como primorosas plumas de pavo real, en medio, es tres;
el bruñido mango de roja madera de teca, en la parte inferior, es cuatro:
Estos cuatro, si es necesario, tu hermano mayor podría procurártelos.
(Un Coro acompaña, en los cinco versos siguientes, a esta estrofa y cada una de las cinco estrofas que siguen, como se indica).
"Pero éstas son cosas mundanas, de las que me abstuve,
y, al abstenerme así de la mundanalidad,
mi Sol de la Felicidad brilla gloriosamente.
De modo similar, oh Peta, abstente de toda mundanalidad,
y ven a meditar en Lapchi-Kang:
Vayamos juntos a meditar a Lapchi-Kang.
"La sonora nota de la distante trompeta blanca, es uno;
el soplo potente y pleno del diestro músico, es dos;
las cintas de seda (de la trompeta), plegadas en delicados pliegues, es tres;
la vasta asamblea de sacerdotes célibes (así convocados) es cuatro:
Estos cuatro, si es necesario, tu hermano mayor podría procurártelos.
(Coro)
"El templete, encantador y bonito, ubicado en lo alto
de un villorrio, es uno;
la palabra fluida, de los jóvenes novicios, es dos:
la espléndida cocina, bien ordenada, con gran reserva
de te chino, es tres;
las manos ocupadas, de muchos jóvenes novicios, es cuatro; estos cuatro, si es necesario, tu hermano mayor podría procurártelos.
(Coro)
"La orgullosa y alta cabeza de un potente caballo, es uno; una silla adornada con gemas e incrustada en oro, es dos;
una escolta armada, ataviada espléndidamente, es tres;
y vigilancia permanente, conquistando enemigos y protegiendo amigos, es cuatro:
Estos cuatro, si es necesario, tu hermano mayor podría procurártelos.
(Coro)
"Pero si no puedes renunciar a la mundanalidad,
y no puedes venir a Lapchi-Kang,
no siento agrado por tu afecto sentimental y fraterno.
Estas charlas de cosas mundanas perturban mi meditación. Habiendo nacido, sé que debo morir; insegura es la hora de
mi muerte,
no tengo tiempo para posponer mi devoción;
me consagré sin pausa a la meditación.
Las enseñanzas de mi Gurú-Padre aportan beneficio a la mente; así, contemplando aquello que me procura beneficio,
ganaré la Gran Felicidad de la Liberación;
por tanto, me marcho a Lapchi-Kang.
Hermana mía, entrégate a la mundanalidad,
adquiere pecados por libras y toneladas,
pugna por quedarte, todo el tiempo que puedas,
en el Sangsára,
y lucha por ganarte un nacimiento en los
Tres Mundos Inferiores.
Pero si al menos temes el Sangsára,
renuncia, ahora, en esta vida, a los Ocho Objetivos Sangsáricos,
y marchémonos juntos a Lapchi-Kang,
seamos ambos, hermano y hermana, seres de altos destinos
y marchémonos a la Cordillera del Lapchi-Kang".
Continua.

Editorial: Kier
Dr.Walter Yeeling Evans-Wentz, editor.
Kazi Dawa Samdup, traductor.
Los méritos son ofrecidos a todos los
seres para que alcancen
la Iluminación en esta vida.
Qué todos los seres sean felices.
Qué se liberen del sufrimiento.
Qué no se separen nunca de la felicidad.
Qué permanezcan en la gran ecuanimidad.
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