EL NIRVANA.
Continuación.
Continuación.
En ese momento le preguntaron: "¿Por qué, entonces, los seres divinos han de ser invisibles para (la mayoría de) nosotros?" Jetsün replicó: "Entre los dioses hay muchos que alcanzaron el Estado Anagámico12, y otros grados diversos de santidad; y para poder verlos es menester estar dotado de la visión perfeccionada y diligencia suprema en adquirir las dos clases de mérito, libres de las dos impurezas oscurecedoras nacidas de la ignorancia13. Si se ven los dioses principales entonces también se verán los que les siguen. Quien desee ver a estos seres divinos debe consagrarse en adquirir mérito suficiente para la expiación de todo mal karma. Entonces, uno puede ver en sí al supremo y más santo de todos los dioses (que es la Mente Pura)".
12. Vale decir: aquel grado de desarrollo espiritual que ya no hace necesario renacer en la Tierra; Anagami significa “El que no Retorna”.
13. La Ilusión (sánscrito: Máyá: tibetano: Sgyúma; se pronuncia: Gyúma), o la universalmente humana creencia animista de que los fenómenos de los mundos, infiernos y cielos son reales, y de que el ego (conglomerado kármico de características adquiridas durante incalculables eones a través de las experiencias del Sangsára de los fenómenos) es real, es la Doble Sombra que oculta la Realidad, la cual, al ser no sangsárica, no puede captarse mientras se está inmerso en la existencia terrena o en cualquier paraíso post-mortal, ni siquiera en el Cielo de los Credos Semíticos (judaismo, cristianismo e islamismo), que está dentro del reino de los fenómenos, las apariencias, la personalidad, la sensación y las cosas. El Nirvana está más allá de la Naturaleza, más allá de los fenómenos. Es lo "Indevenido, lo Innacido, lo No-Hecho, lo No-Formado": la Re alidad Única.
"¡Pleitesía a los Pies del Gracioso Marpa!
Bendice a Tus Descendientes Espirituales y que se multipliquen14.
14. Y de ese modo sostienen a la Jerarquía Kargyütpa.
"A mí, Milarepa, el Devoto,
los seres celestiales, de los Cielos Tushita,
y de otras Regiones Sagradas, vienen para oír mis sermones. Llenan todas las regiones de los cielos,
pero sólo quienes (entre mis humanos seguidores) disfrutan de las cinco clases de visión15,
pueden contemplarlos; y la gente común no los contempla; empero, yo, sin impedimentos, veo a cada uno de ellos.
Para bien de toda la congregación
me rinden reverencia con ofrendas celestiales.
15 . De acuerdo con las doctrinas lamaicas, además de los ojos humanos normales de la visión limitada, hay cinco clases de ojos: 1) Ojos del Instinto (u Ojos de la carne), como los de las aves y bestias de presa que, en la mayoría de los casos, poseen mayor alcance de visión que los ojos humanos normales; 2) Ojos Celestiales, tales como los que poseen los dioses, capaces de ver tanto el mundo humano como el propio, y los nacimientos pasados y futuros de los seres en ambos mundos a lo largo de muchas vidas; 3) Ojos de la Verdad, como los ojos de los Bodhisattvas y los Arhants, capaces de ver a lo largo de cientos de períodos mundanos (o Kálpas) hacia atrás y hacia el futuro; 4) Ojos Divinos, de los Bodhisattvas más altamente avanzados, capaces de ver a lo largo de millones de períodos mundanos lo que fue y lo que será; y 5) Ojos de la Sabiduría de los Budas, capaces de ver, de modo parecido, a lo largo de toda la eternidad.
"Los cielos están llenos con el resplandor del arco iris; caen lluvias celestiales de aromáticos olores,
todos los seres por igual oyen melodiosas armonías, y disfrutan de la fragancia del incienso;
el amor divino y la felicidad invaden toda la asamblea.
Tales son (los frutos de) las Bendiciones de los Santos Kargyütpas16.
16. Vale decir: los Santos irradian sus influencias espirituales con el resultado de estos fenómenos.
“Asumiendo la Gracia del Refugio de la Fe,
si deseáis ver a los Dioses y los Ángeles,
prestad oídos con atención a éste, mi himno:
"Debido al mal Karma, que acumulasteis en vidas pasadas,
en el instante en que nacisteis de vuestra madre,
os deleitáis en el pecado;
no gustáis de hacer el bien ni actos que procuren mérito; hasta cuando envejecéis, vuestra naturaleza es perversa: seguramente almacenáis así los resultados de las malas acciones.
"Si os preguntáis si el mal karma puede neutralizarse o no, Sabed entonces que es neutralizado por el deseo del bien.
Más aquéllos que a sabiendas cometen malas acciones
cambian un bocado de alimento por la infamia17.
17. Esto es similar al dicho de que por un plato de sopa se vende la primogenitura.
"Quienes sin saber a qué están atados
presumen empero de guías de los demás,
se injurian a sí mismos y a los otros.
Si deseáis sinceramente evitar el dolor y la aflicción, absteneos, entonces, de causar perjuicio a los demás.
Arrepentirse y confesar todos los pecados anteriores,
a los pies del Gurú y de las Deidades,
y formular el voto de nunca más en el futuro cometer un mal, son el sendero más corto para la rápida expiación de todas las maldades perpetradas.
"La mayoría de los pecadores son de agudo ingenio;
“(De mente) inestable e imprecisa, se deleitan con
variadas distracciones18;
y no están dotados del amor hacia la vida religiosa:
esto, en sí mismo, significa que están oscurecidos
por el pecado
y necesitan arrepentimiento y confesión una y otra vez.
18. Vale decir: Los mundanos con su apego a los goces de la vida, son mentalmente inestables; al faltarles la unidireccionalidad mental, que se alcanza con la práctica de la ciencia del control mental llamada Yoga; y siguen atados a la Rueda del Sangsara.
"Entrenaros cada uno de vosotros, con diligencia,
a la expiación de los pecados y a la obtención del mérito;
si así obráis no sólo veréis
a las deidades celestiales amantes del Dharma
sino también a los más santos y supremos de todos los dioses.
"Asimismo veréis el Dharmakáya de vuestra propia mente;
y al ver Eso, lo habréis visto Todo,
la Visión Infinita, el Sangsára y el Nirvana19.
Entonces cesarán vuestras acciones kármicas".
19. O: “La Visión Infinita, la Ronda del Nacimiento y Muerte, y el Estado de la Libertad”
Luego que Jetsün cantó este himno, aquellas deidades y seres humanos congregados, de alto desarrollo espiritual, obtuvieron la recta visión del Estado del Dharmakáya o Estado (Nirvánico). Los de moderado desarrollo obtuvieron la experiencia del estado divino supersensorio de Bienaventuranza Estática y Vacuidad20 como jamás conocieran antes, y se les alentó ingresar en el Sendero (de la Realización del Nirvana'). Y no hubo uno sólo entre todos los demás que no desease sino ganar la Gran Emancipación.
20. Este es uno de los estados que se experimentan en el trance yóguico llamado Samadhi... La Mente se considera aquí como el Vacío (tibetano: Tong-pa-nyid: sánscrito: Shunyata) el que, sin embargo, no es el vacío de la nada, sino el Increado primordial, el No-Formado primordial, incapaz de ser descripto en términos de experiencia fenoménica o sangsárica. En la medida en que es el Increado, no pueden adscribírsele atributos conocidos por el mundo o la mente finitos. Como el Dharmadhátu o "Semilla de la Verdad", es la Fuente del Sangsára, o universo de los fenómenos. Como el Dharmakáya, o "Cuerpo de la Verdad", es el Incalificado. Es el Eso, la Norma del ser, la Causa y Origen de todo lo que constituye la finitud.
Entonces Jetsün se dirigió a la congregación diciendo: "Discípulos, dioses, hombres, y todos cuantos hoy están aquí reunidos, nuestro encuentro es resultado del buen karma de vidas pasadas, y establecimos en esta vida una relación más pura y santa mediante la unión espiritual. Ahora que llegué a la avanzada edad, no hay seguridad de que podamos encontrarnos de nuevo (en esta vida). Os exhorto a conservar los discursos espirituales que os dirigí, y a no abandonarlos, sino a poner en práctica sus enseñanzas, mientras podáis, en vuestras vidas cotidianas. Si así obráis, a cualquier reino de la Perfección del Estado Búdico al que yo llegue, seréis el primer grupo de discípulos en recibir la Verdad que en aquel momento predicaré. Por tanto, alegraos por esto".
Cuando los presentes, que procedían de Nyanam, oyeron estas palabras del Señor Jetsün, se preguntaron si el Maestro quería decir que estaba a punto de abandonar este mundo a fin de ir a hacer el bien en algún otro; dijeron que si éste era el significado, suplicarían que ascendiese al Reino Paradisíaco desde Nyanam o, si esto no podía ser, al menos que bendijese a Nyanam con una visita final. Por ello fueron ante Jetsün y inclinándose a sus pies, le suplicaron con los ojos llenos de lágrimas y con fervorosa fe y amor que atendiese a sus suplicas. De manera similar actuaron los discípulos y seguidores laicos de Tingri, solicitando a Jetsün que fuese a Tingri. Ante estos ruegos Jetsün replicó:
"Soy de edad demasiado avanzada como para ir a Nyanam o Tingri; aguardaré la muerte en Brin y Chúbar. Por tanto, dadme cada uno de vosotros los buenos deseos de despedida y regresad a vuestros hogares; os encontraré a todos en los Sagrados Paraísos".
Entonces instaron a que, si Jetsün era incapaz de visitar sus países, podría bendecir cada uno de los lugares que visitara, y un buen deseo especial para aquellas gentes que vieran su rostro u oyeran su voz, y escucharan su prédica; y en pocas palabras que (estas bendiciones no fuesen sólo) para ellos sino también para todas las criaturas sensibles del universo”.
Ante esta súplica, Jetsün dijo: "Agradezco la fe que en mí manifestáis, y las cosas necesarias para la vida que me suministrasteis. Demostré mi agradecimiento habiéndoos deseado siempre el bien; y para vuestro beneficio os prediqué el Dharma por el que, obligadamente, se estableció entre nosotros un vínculo mutuo. Y ahora, viendo que soy un Yogi que captó la Verdad, es mi deber formularos un buen deseo de paz y felicidad, temporales y espirituales, para el tiempo presente y para toda la eternidad".
Entonces Jetsün cantó en verso los siguientes buenos deseos:
"¡Oh Padre y Protector de todas las Criaturas,
Tú Que realizaste Tus Propios Buenos Deseos,
Marpa el Traductor se postra a Tus Pies!
“Oh discípulos míos, aquí reunidos, escuchadme.
En verdad, bondadosos fuisteis conmigo,
y bondadoso fui yo con vosotros;
unámonos entonces con lazos de mutuo auxilio,
encontrémonos en el Reino de la Felicidad21.
21. O: “Ngöngah” (Sánscrito: Amarávati);...el Cielo de Indra, en el Este, equivalente al Cielo de Akshobhya, el Dhyáni Buda de la Dirección Oriental. Ngön-gah (Mngon-dgah), significa "Feliz (de) conocer", i. e. el Reino cuyo mero pensamiento llena de bienaventuranza.
"Donantes de limosnas, aquí sentados,
que viváis largo tiempo y seáis prósperos por siempre;
que ningún pensamiento pervertido penetre en vuestras mentes, que todos vuestros pensamientos sean siempre piadosos y os conduzcan hacia el buen éxito espiritual.
"Que la paz armoniosa bendiga esta tierra;
que esté siempre libre de enfermedades y guerra;
que haya rica cosecha y aumente el rendimiento del grano;
que todos gocen de justicia.
"Que todos cuantos contemplaron mi rostro y oyeron mi voz, que todos cuantos conocieron mi historia, y la llevan en su corazón,
y todos cuantos sólo oyeron mi nombre e historia,
me encuentren en el Reino de la Felicidad.
"Que aquellos que estudien mi vida
y me imiten, y se dediquen a la meditación;
y cada uno que transcriba, narre o escuche mi historia,
y quien la lea y reverencie,
o la tome como regla de conducta,
me encuentre en el Reino de la Felicidad.
"Que todo ser del futuro
que tenga voluntad para meditar,
en virtud de mis austeridades
quede libre de todo impedimento y error22.
"A aquellos que por devoción soportan penalidades,
obtengan ilimitado mérito;
a aquellos que conducen a los demás para que
recorran el Sendero,
se les tribute ilimitada gratitud;
a aquellos que escuchan la historia de mi vida,
obtengan gracia ilimitada:
22. En el Dhyána (o Meditación) hay muchos peligros sutiles; y a menos que sea guiado por un Gurú experimentado, como lo es Milarepa aquí para todos los que lo siguen y veneran, el principiante esta expuesto a encontrar tantos obstáculos y errores como para impedirle totalmente el verdadero avance espiritual por el Sendero.
Que el poder de este ilimitado mérito, gratitud y gracia, todo ser, tan pronto oiga (mi historia), alcance la Liberación,
y el Logro (Verdadero) tan pronto (la) contemplen.
"Que los lugares donde estuve y los objetos
sobre los que reposé,
y toda cosa pequeña que fue mía
procuren paz y contento, en cualquier lugar que estén.
"Que a la tierra, al agua, al fuego y al aire,
y a los espacios etéreos por doquiera penetren —
pueda yo abarcarlos a todos.
"Y que los Devas, los Nagas, y los Espíritus
de los Ocho Ordenes,
y todos los genios locales y duendes,
no produzcan el mínimo daño;
y que cada uno satisfaga estos deseos de
acuerdo con el Dharma.
"Que ninguna de las criaturas vivientes, ni siquiera
los insectos,
estén atados a la vida sangsárica; no, ninguno de ellos;
y que esté facultado para salvarlos a todos".
Ante estas palabras, los discípulos laicos demostraron gran júbilo, pues a la sazón dudaron que Jetsün quisiese decir que iba a morir; de modo que los de Nyanam y Tingri fueron, en su totalidad, los que con más fervor buscaron su gracia y sus bendiciones, y escuchar sus discursos religiosos.
Tan pronto se dispersó la congregación y todos se marcharon a sus casas, los arco-iris y los otros fenómenos se desvanecieron automáticamente.
Entonces el pueblo de Brin suplicó ávidamente a Jetsün, a través de Shiwa-Wod-Repa y de otros discípulos avanzados, que les predicase. Por consiguiente, Jetsün fue a morar en una ermita que había sido construida en la cima de una roca, conocida como "Venenosa al contacto" pues se creía que la roca era la cobertura serpentina que coronaba el Viperino Espíritu maligno de Brin y había sido construida allí a fin de que el Espíritu Serpentino fuese subyugado (en virtud de que los ermitaños moraban allí); y allí Jetsün continuó su prédica a los discípulos laicos de Brin. Una vez que completó sus sermones, les dijo: "Quienes tengan puntos que resolver o dudas que aclarar, relativas a especiales enseñanzas que recibieran, apresúrense a presentarlas, pues no estoy seguro de vivir mucho más".
De modo que los discípulos asistentes reunieron sus ofrendas para cumplir un pujá y habiendo conformado éste, escucharon la conclusión de las enseñanzas especiales (pues Jetsün dió las explicaciones y aclaró las dudas). Entonces, Bri-Gom-Repa y Seban-Repa, dirigiéndose a Jetsün, preguntaron: "Oh Jetsün, por lo que (recién) has dicho llegamos a temer que te propones pasar al Nirvana. ¿Puede ser que tu vida haya recorrió su camino?". Jetsün replicó: "Mi vida y mi influencia en convertir a los demás alcanzó su objetivo. Por lo tanto, ahora debemos encontrar la consecuencia de haber nacido".
Unos pocos días después, Jetsün mostró signos de enfermedad, y NganDzong-Repa inició los preparativos para efectuar ofrendas propiciatorias de veneración a los Gurús, los Devas y las Dákinís por intermedio de los discípulos; y, al mismo tiempo, suplicó a Jetsün tomar tratamientos médicos y de otra índole. Estaba a punto de llamar a todos los laicos y discípulos para completar los preparativos necesarios; pero Jetsün dijo: 'Por lo general es norma que la enfermedad que recae sobre un yogi ha de considerarse como una exhortación a perseverar en la devoción, y que no han de ofrecerse plegarias especiales de ninguna especie para su recuperación. El ha de utilizar la enfermedad como ayuda para avanzar por el Sendero, siempre dispuesto a encontrar el sufrimiento e incluso la muerte. En cuanto a mí, Milarepa, por gracia de mi compasivo Gurú, Marpa, completé todos los ritos especiales para vencer la enfermedad, de acuerdo con su método particular; y ahora no necesito de fuerzas ni de mediadores. Convertí a mis enemigos23 en hermanos de leche; de modo que no necesito que se efectúen plegarias ni ofrendas expiatorias. Tampoco necesito exorcismos ni ritos propiciatorios a los demonios; pues he transmutado todos los malos presagios y malignos presentimientos en Deidades Guardianas de la Fe24 que cumplirán las cuatro clases de ceremonias. Las Enfermedades nacidas de los Cinco Venenos las cambié por la Bienaventuranza de las Cinco Sabidurías Divinas25; por lo tanto, no necesito medicinas hechas de las seis especias principales26. Ha llegado el tiempo en que el cuerpo visible, ilusorio y físico, en que la forma mentalmente evolucionada del Cuerpo Divino (el Dharmakáya) debe fundirse en consagración. Las personas mundanas que acumularon mal karma durante su vida, y que se anticipan a la cosecha, como resultado, de las aflicciones del nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte, en este mundo, buscan en vano eludir o mejorar la intensidad y angustia de allí por medio de ceremonias propiciatorias y tratamiento médico. Ni con el poder o la autoridad de los reyes, ni con el valor del héroe, ni con la forma encantadora de lo bello, ni con la fortuna de los ricos, ni con la efusividad del cobarde, ni con la oratoria de un hábil conferenciante, puede contenerse, o retardarse, por un instante, el Decreto del Tiempo. No hay medios ni métodos, sean pacíficos, nobles, fascinantes o rigurosos27, que puedan comprar o detener la ejecución de este decreto inalterable. Si hay algunos que verdaderamente teman aquellos tormentos, y busquen con sinceridad impedir su repetición, y en realidad estén ansiosos de alcanzar un estado de eterna bienaventuranza, yo poseo el método secreto para dicho logro".
Una vez que Jetsün habló así, algunos discípulos le rogaron les impartiese este método (o ciencia); y Jetsün dijo: "Así sea. Todas las ambiciones mundanas no tienen sino un fin inevitable e ineludible, que es el dolor; las acumulaciones terminan en dispersión, los edificios, en destrucción; los encuentros, en separación; los nacimientos, en muerte. Sabiendo esto desde el mismo principio hay que renunciar a la adquisición y la acumulación, a la edificación y al encuentro; y fieles a las órdenes de un gurú eminente, emprender la realización de la Verdad (que no tiene nacimiento ni muerte). Ese sólo es el mejor método (o ciencia). Aun tengo mi último e importante testamento que impartir. Esto, no lo olvidéis, lo haré después.
23. Estas son interrupciones e infortunios mientras se sigue la vida religiosa.
24. Estas son las Realizaciones de la Verdad, nacida de la vida religiosa.
25. Las Cinco Sabidurías Divinas son: 1) la Omni-Penetrante Sabiduría del Dharmadhátu; o la Sabiduría nacida del Vacío, que es omnipenetrante, simbolizada por el primero de los Cinco Dhyáni Budas, Vairochana, el Manifestador, "Quien en las Formas se Torna Visible" (el universo de la materia); 2) la Espejada Sabiduría, simbolizada por Akshobhya, el "Imperturbado", o por su Vajrasattva reflejo, el “triunfador de la Divina Mente Heroica", el segundo de los Dhyáni Budas; 3) la Sabiduría de la Igualdad, simbolizada por el tercero de los Dhyáni Budas, Ratnasambhava, el "Nacido de una Gema", el Embellecedor; 4) la Sabiduría Discriminativa, que capacita al devoto a conocer cada cosa separadamente, pero todas las cosas como una sola, personificada en el cuarto Dhyáni Buda, Amitabha, "El de Luz Ilimitada", el Iluminador; y 5) la Sabiduría Omni-Realizadora, que procura perseverancia y acción libre de error en las cosas espirituales, simbolizada en el quinto Dhyáni Buda, Amoghasiddhi, el "Conquistador Todopoderoso", el Dador de Poder Divino. A través de los Cinco Dhyáni Budas se halla el Sendero que conduce a la unicidad en el Dharmakáya, a la Perfecta Iluminación del Estado Búdico, al Nirvana —que es la emancipación espiritual de la ronda de nacimientos y muertes a través de la aniquilación de la Llama del Deseo.
26. A saber: Azafrán, cardamomo, tréboles, nuez moscada, sándalo y ruta seca … Estas no son píldoras para curar enfermedades corporales sino píldoras compuestas por medios ocultos y psíquicamente imbuidas de virtud por Naropa para la cura de la Ignorancia (Avidyá) —la causa de la Muerte y el Renacimiento. Sus ingredientes, que se mantienen en secreto para los laicos, por lo común son especias y drogas, preparadas de ese modo por un Santo o un Lama Santo, creyéndose que está yóguicamente cargadas con estas gradaciones de gracia y bendición áurica y de esa manera capaces de transmitir éstas al paciente. El Editor posee un tratado en tibetano, con la traducción inglesa, que da una receta para manufacturar tales píldoras espiritualmente potentes, tal como aún lo hacen y venden los lamas –incluso el Dalai Lama mismo.
27. Estos son los cuatro métodos divinos para inducir a los seres humanos a recorrer el Sendero de la Emancipación.
Nuevamente Shiwa-Wod-Repa y Ngan-Dzong-Repa se dirigieron a Jetsün, diciendo: "Oh Jetsün, si recuperases la salud, podrías continuar haciendo el bien a muchas más criaturas sensibles. Por tanto, aunque no veas conveniente satisfacer por completo nuestros ruegos, con todo, a fin de que no tengamos que lamentarnos después, te suplicamos otra vez que tengas a bien celebrar un eficaz rito tántrico de devoción para tu recuperación; y, al mismo tiempo, toma alguna medicina".
Jetsün contestó: "Si no hubiese llegado mi hora, hubiese hecho como me lo habéis pedido. Mas si fuese a condescender en cumplir un rito tántrico para prolongar la propia vida sin tener, como argumento, la intención altruista de servir a los demás, sería una conducta tan impropia para con las Deidades Divinas como si a un rey se le pidiese que cumpliera el trabajo manual de barrer y fregar el piso; y tal acto lleva consigo su propio castigo. Por tanto, os conjuro a que jamás celebréis ritos tántricos sagrados con el propósito de lograr éxito en ambiciones mundanas; aunque la gente egoísta (que no conoce nada mejor) no es culpable por obrar de ese modo. Pasé mi vida en la práctica incesante de las Supremas Verdades Tántricas, a fin de beneficiar a todos los seres sensibles; esto servirá ahora para los métodos religiosos (para proteger del mal). Debido a tal devoción, mi mente no sabe apartarse ahora del firme Asiento de la Verdad (en el Samadhi); esto bastará para los ritos de larga vida. Los remedios de Marpa erradicaron las raíces mismas de las enfermedades de los Cinco Venenos (i. e. lujuria, odio, estupidez, egoísmo y celos); esto servirá de tratamiento médico. En cuanto a vosotros, el ser meramente devotos, o el haber adoptado la carrera religiosa, no bastará; debéis, además, utilizar las duras pruebas y tribulaciones como ayudas en el Sendero. Si no llegó la hora y alguna mala interrupción amenaza la propia vida, nada perjudica el haber recurrido al tratamiento médico y a los ritos (de fe curativa) para el propio restablecimiento, siempre que ello ayude en el Sendero. Los nuevos males pueden evitarse ejercitando el poder mismo de la cadena correlativa e interdependiente de las circunstancias que resultan (de ellas); e incluso esos mismos males pueden transmutarse en bendiciones en tales circunstancias. Así fue que también el Buda, en los primeros tiempos, pensando en el bien de sus discípulos menos desarrollados, extendió su mano para que le controlara el pulso el médico Jivaka Kumara, y tomó las medicinas que se le prescribieran. Pero cuanto llegó Su hora, incluso El, el Señor Buda, entró en el Nirvana. De modo parecido, llega ahora mi tiempo, y no recurriré al tratamiento médico ni a ningún género de ceremonias para mi curación.
De esa manera Jetsün no habría de permitir que se hiciese nada por el.
En consecuencia los dos discípulos avanzados le suplicaron que los instruyera, de la manera siguiente: "Si Jetsün en realidad desaparece; hacia algún otro reino, entonces, por nuestro bien ¿cómo han de celebrarse las ceremonias funerarias, cómo han de preservarse honorablemente los huesos y reliquias, y cómo han de confeccionarse los stupas y los tsha-tshas? Además ¿quién ha de elegirse como tu sucesor; y cómo han de llevarse a cabo las ceremonias en el aniversario (de tu desaparición)? Además ¿qué discípulo ha de seguir ésta o aquella rama de la práctica religiosa, tal como escuchar (la instrucción), reflexionar o meditar en la soledad? En todos estos asuntos solicitamos tus propias directivas verbales".
A esto Jetsün contestó: "Por bondadoso favor de Marpa cumplí todos los deberes del Sangsára y alcancé la Liberación (con respecto a él). Habiéndose transmutado en el Cuerpo de la Verdad los tres principios de mi personalidad (I.e. cuerpo, palabra y mente), no hay certeza de que dejaré un cadáver detrás de mí. Por tanto, no hay necesidad de stupas ni de tsha-tshas de arcilla. Como no poseo monasterio ni templo, no tengo necesidad de designar a nadie que me suceda. Podéis poseer y ocupar las yermas y estériles colinas y los picos de las montañas, y los otros retiros o ermitas solitarios. A todos los seres sensibles de los Seis Lokas podéis protegerlos como vuestros hijos y seguidores. En vez de erigir stupas, cultivad amoroso afecto hacia todas las partes del Dharma, y alzad la Victoriosa Bandera de la Devoción; y en lugar de los tsha-tshas, que haya ininterrumpidas repeticiones cotidianas de la cuádruple plegaria. Como ceremonias periódicas (en recuerdo de mi fallecimiento), ofrecedme fervorosas plegarias desde lo más recóndito de vuestros corazones. En lo que concierne al método de adquirir conocimiento práctico, si descubrís que cierta práctica aumenta vuestras malas pasiones y propende al egoísmo, abandonadla aunque parezca virtuosa; y si cualquier línea de acción tiende a contrarrestar las Cinco Malas Pasiones, y a beneficiar a los seres sensibles, sabed que ese es el Dharma verdadero y santo, y continuadlo, aunque parezca pecaminoso (a quienes están atados a convencionalismos mundanos).
Continua.
Editorial: Kier
Dr.Walter Yeeling Evans-Wentz, editor.
Kazi Dawa Samdup, traductor.
Los méritos son ofrecidos a todos los
seres para que alcancen
la Iluminación en esta vida.
Qué todos los seres sean felices.
Qué se liberen del sufrimiento.
Qué no se separen nunca de la felicidad.
Qué permanezcan en la gran ecuanimidad.
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