Capítulo XII.
EL NIRVANA.
Continuación.
Continuación.
Entonces los discípulos inquirieron si podrían encargarse de menesteres mundanos, en pequeña proporción, para beneficio de los demás, y Jetsün dijo: "Si en tales deberes no existe el mínimo auto-interés, eso es permisible44. Pero tal (desapego) es ciertamente raro; y las obras cumplidas para bien de los demás rara vez se imponen si no se hallan totalmente liberadas del autointerés. Incluso sin buscar beneficiar a los demás, es con dificultad que las obras cumplidas hasta en propio beneficio (o egoístamente) tienen buen éxito. Es como si un nombre que se ahoga sin auxilio procurase salvará otro hombre en el mismo aprieto. No hay que demostrar demasiada ansiedad y premura para salir a servir a los demás antes de haber captado la Verdad en su plenitud; de ser así, es como un ciego guiando a otro ciego45. Mientras dure el firmamento, en igual medida no terminarán los seres sensibles a los que haya que servir; y a todos les llega la oportunidad de tal servicio. Hasta que llegue la ocasión exhorto a cada uno de vosotros a no tener sino una sola resolución, a saber, alcanzar el Estado Búdico para bien de todas las cosas vivientes.
44. Esta es también la suprema enseñanza del Bhagavad Gíta en el sentido de que todas las acciones de este mundo han de efectuarse con total desinterés, consagrándose sus frutos al bien de todos los seres.
45. Proclamar como el ignorante: “Yo creo”, no induce sino a la duda y la confusión mental; el Maestro debe rebosar poder divino nacido del Conocimiento de la Verdad, y su mensaje debe ser: "Yo sé."
"Sed humildes y dóciles. Vestíos con harapos. Resignaos con las penalidades relativas a comida y vestido. Renunciad a todo pensamiento de adquirir humano renombre. Soportad el dolor corporal y los agobios mentales. De esa manera, ganad conocimiento con la experiencia. Que vuestro estudio y penitencia os guíe hacia el recto sendero; es menester que mantengáis estos mandamientos en vuestros corazones".
Habiendo hablado de ese modo, Jetsün cantó este himno:
"¡Pleitesía a los Pies del Noble Marpa el Traductor!
"Si vosotros que habéis de ser devotos, y ganar la Sabiduría, nos os procuráis ni servís a un sabio Gurú,
aunque tengáis fe y mansedumbre, la Gracia será pequeña.
"Si no obtenéis la Iniciación profunda y mística,
las solas palabras que contienen los Tantras servirán sólo de cadenas.
"Si no observáis las Escrituras Tántricas como
vuestro testimonio,
toda la práctica de los ritos no serán
sino múltiples trampas.
"Si no meditáis en las Doctrinas Escogidas,
El mero renunciamiento a la vida mundana no será sino vana autotortura.
"Si no subyugáis las malas pasiones con su antídoto,
las meras prédicas verbales no serán sino sonidos vacíos.
"Si no conocéis los Métodos Sutiles ni el Sendero,
la mera perseverancia sólo producirá poco fruto.
"Si no conocéis los Métodos Secretos y Sutiles,
el mero ejercicio de la diligencia alargará el Sendero.
"Si no adquirís gran mérito,
y no trabajáis por él sólo, el ser sangsárico continuará.
"Si no consagráis a la Religión todos los bienes
mundanos que amasásteis,
la mucha meditación no producirá mucho Conocimiento.
"Si no adquirís en vosotros mismos el contento,
La acumulación de bienes sólo enriquecerá a los otros.
"Si no obtenéis la Luz de la Paz Interior,
la mera comodidad y placer externos se convertirán en fuente de dolor.
"Si no suprimís al Demonio de la Ambición,
el deseo de fama conducirá a la ruina y a los pleitos.
"El deseo de complacencia excita las
Cinco Pasiones Venenosas,
la codicia de ganancias separa a uno de
los amigos más queridos;
la exaltación de uno es la humillación de los demás.
"Conservad vuestra paz y no se suscitará litigio;
mantened el Estado de Atención y la distracción huirá;
morad en soledad y hallaréis un amigo;
tomad el lugar más bajo y alcanzaréis el más encumbrado
daos prisa despacio y llegaréis pronto;
renunciad a todas las metas mundanas y alcanzaréis la meta suprema.
"Si recorréis el Sendero Secreto, hallaréis
el camino más corto;
si captáis la Vacuidad, la Compasión surgirá
dentro de vuestros corazones;
si perdéis toda diferenciación entre vosotros
y los demás, seréis aptos para servir a los demás;
y cuando sirviendo a los demás lograseis buen éxito,
entonces os encontraréis conmigo;
y hallándome, alcanzaréis el Estado Búdico.
"A mí, al Buda, y a la Hermandad de mis discípulos
rogad fervorosamente, sin distinciones entre uno y otro".
Así cantó Jetsün. Y luego dijo: "Viendo que ahora no voy a vivir mucho más, observad mis enseñanzas y seguidme".
Luego que dijo esto, Jetsün se hundió en el estado de quietud del Samadhi. De esa manera, Jetsün falleció a la edad de ochenta y cuatro años46, el día catorce del último de los tres meses del invierno del Año de Madera Liebre (1135 de nuestra era47), al amanecer.
46. "El Señor Buda Gotama también ingresó en el Parí-Nirvana a la edad de ochenta y cuatro años." — Sri Nissanka.
47. Este es el año cuarenta y nueve del ciclo de sesenta año … El sistema cronológico tibetano, derivado de China e India, se basa en los ciclos de doce años y sesenta años del planeta Júpiter. En el ciclo de doce años, empleado para medir lapsos cortos, cada año lleva el nombre de uno de los doce animales cíclicos, que son: 1) Ratón; 2) Buey; 3) Tigre; 4) Liebre; 5) Dragón; 6) Serpiente; 7) Caballo; 8) Oveja; 9) Mono; 10) Pájaro; 11) Perro; y 12) Cerdo. En el ciclo de sesenta años, los nombres de estos animales se combinan con los de los cinco elementos: Madera, Fuego, Tierra, Hierro y Agua, y a cada uno de estos elementos se le adscribe un par de animales, el primero se considera masculino y el segundo femenino. Por ejemplo, 1900 d. C. fue el año del Hierro-Ratón y el treinta y cuatro del ciclo de sesenta años y 1867 d. C., el año del Fuego-Liebre, habiendo sido el primero del último ciclo de sesenta años; el año 1928 d. C. es el segundo de un nuevo ciclo de sesenta años. El año del Dragón Macho-Agua, en el que nació Milarepa, es el año veintiséis del ciclo de sesenta años. Debido a que el año tibetano es lunar, nominalmente de 360 días, la diferencia del año solar se adecua sumando siete meses intercalares cada diecinueve años. El año empieza con la salida de la luna nueva en Febrero. La semana tibetana, siguiendo el sistema Ariano, es de siete días, denominados Sol, Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus y Saturno. (Cr. L. A. Wad-ell, The Buddhism of Tíbet, or Lamaism, Londres, 1895, págs. 451-5).
En su pasaje, Jetsün puso de manifiesto el proceso de fundir el cuerpo físico con el Reino de la Verdad Eterna48, los Devas y las Dákinís pusieron en evidencia fenómenos mucho mayores y más maravillosos que antes, y muchísimas personas allí congregadas los contemplaron. El cielo despejado apareció como si fuese palpable, con colores prismáticos, dispuestos en un fondo de dibujos geométricamente cuadriculados, en cuyo centro había lotos multicolores, uno de ocho y otros de cuatro pétalos. Sobre los pétalos había mandalas (o dibujos místicos circulares) dibujados con mayor belleza que la que pudiera concretar el más diestro artista (entre los hombres). El firmamento contenía muchas nubes asombrosamente matizadas, que asumían la forma de sombrillas y banderas (reales), cortinajes, tapices y otros variados objetos de veneración. Hubo profundas lluvias de flores. Nubes de variados colores adornaban las cumbres de las montañas y asumían la forma de stupas, cada uno con su cabeza inclinada hacia Chúbar. Se oía una música arrebatadoramente melodiosa acompañada de salmos celestiales en alabanza del Santo que partía. Y el aire fue invadido de modo tal por un delicioso perfume, más fragante que cualquier esencia terrena, que todos lo percibieron. Muchas personas vieron seres celestiales, Devas y Dákinís, portando diversas ofrendas, como si llegasen a dar la bienvenida a Jetsün. Y más maravilloso aun fue que al ver los seres humanos las formas desnudas de los Devas no experimentaron vergüenza ni los seres celestiales parecieron afectados por el desagradable olor de los seres humanos49. Los dioses y los hombres se encontraron y conversaron libremente unos con otros, intercambiando a veces saludos; de modo que, por ese lapso, fueron remontados a la Edad Dorada (o Sat-Yuga50).
48. El Dharma-Káya.
49. Se dice que las emanaciones áuricas impuras de los seres humanos que no purgaron su mundanalidad son en exceso desagradables para las deidades puras.
50. "Manifestaciones divinas similares ocurrieron cuando falleció el Señor Buda Gotama. Cf. The Book of the Great Decease (Mahá-Parinibbana-Suttanta), del Canon Pali". — Sri Nissanka.
Tan pronto las gentes de Nyanam tuvieron noticias de que Jetsün había fallecido, marcharon a Chúbar y propusieron a los discípulos y laicos de Brin que tendrían el privilegio de cremar el cuerpo de Jetsün en Nyanam, pero la proposición fue rechazada. Entonces, las gentes de Nyanam solicitaron que la cremación se pospusiera hasta que pudiesen ir y traer de Brin a todos los fieles, de modo que pudiesen echar una última mirada a su fallecido Gurú. Al concedérseles esto, fueron a Brin y regresaron con un gran grupo de hombres, listos para llevarse los restos de su Gurú por la fuerza. Pareció inminente un conflicto cuando se interpusieron los principales discípulos diciendo: "¡Pueblo de Nyanam y de Brin! Todos vosotros creísteis en Jetsün y fuisteis sus seguidores por igual! ¡Puesto que Jetsün falleció en Chúbar, no es conveniente que su cuerpo sea cremado en Nyanam. Vosotros los de Nyanam podéis quedaros aquí hasta que termine la cremación, y recibiréis debida parte de las reliquias de las cenizas de Jetsün". Pero el pueblo de Nyanam, juzgándose más numeroso y fuerte, estaba a punto de llevarse el cadáver con violencia, cuando apareció de los cielos un Deva y con la voz de Jetsün cantó este himno:
"¡Oh vosotros, discípulos aquí congregados!
¡Y vosotros, seguidores laicos, que disputáis
sobre un cadáver!
Prestad oídos a mi dictamen:
Soy un deva seguidor de Jetsün,
vengo a concertar la paz entre vosotros mediante mi consejo. Milarepa, el mejor de los hombres,
fundió su mente en el Dharmakáya increado;
y puesto que no hay forma que sea real, excepto la mente, mientras la forma terrena de Jetsün (de modo parecido) se funde en el Dharmakáya,
si no obtenéis las Reliquias Verdaderas,
desatinado es disputar acerca del cadáver.
Sólo los necios disputarían sobre el cuerpo de Milarepa;
no es probable que con riña lo obtengáis.
Orad con mansedumbre, y tened fe;
si desde lo recóndito de vuestros corazones oráis,
aunque el Dharmakáya no tiene nacimiento,
empero, por la gracia que viene de los buenos deseos,
el Inobstruido51 brilla.
Y así todos vosotros obtendréis una porción de las Reliquias, cada cual de acuerdo con sus méritos".
51. Vale decir: la Gracia (o Misericordia) Divina, como la conferida Por el Dharmakáya.
Habiendo cantado esto, el Deva se desvaneció como un arco iris, y los discípulos laicos se sintieron tan gozosos como si hubiesen contemplado una vez más al amado Gurú. Cesaron de disputar y empezaron a orar.
Entonces, los principales discípulos y el pueblo de Brin vieron que poseían un cadáver de Jetsün, y el pueblo de Nyanam que poseía otro. Y este último sacó el cadáver y lo cremó en la Cueva Düt-dül de Lapchi, en la roca llamada el "Hueco de Águila"; esta cremación fue también asistida por muchos fenómenos. Arcos iris contornearon los cielos; hubo lluvias de flores; perfumes celestiales llenaron el aire; y por doquier resonaron melodías celestiales, tanto en Lapchi como en Chúbar.
En Chúbar, el cadáver fue asistido por los principales discípulos y laicos. Con más fervor, ofrecieron ininterrumpidas plegarias hasta que, al sexto día, se vio que el cadáver emitía un halo de radiante gloria como el de los seres divinos, y no era más que el cuerpo de un niño de ocho años.
Entonces los principales discípulos dijeron: "Parece que Rechung no viene; si posponemos mucho más la cremación es probable que no quede nada del cuerpo; y de esa manera, al perder nuestra porción de las reliquias, no tendremos objeto alguno que venerar ni honrar. Sería mejor cumplir la cremación de inmediato".
Todos estuvieron de acuerdo en esto; y luego que se otorgó a cada uno que tuviese la oportunidad de echar al rostro una postrera mirada de despedida, se alzó una pira funeraria sobre una roca desde la cual, como desde un púlpito, predicara Jetsün, al pie de la Cueva de Brilche. El cadáver fue transportado hasta allí con gran pompa. Se dibujó en colores el diagrama de mandala52. Aunque las ofrendas funerarias de los seres celestiales fueron mucho más numerosas, las que trajeron los seguidores terrenos fueron depositados modestamente y con lo mejor de la capacidad humana. Luego, antes del amanecer, se efectuó un intento de prender fuego a la pira funeraria, aunque aun fuese de noche, pero no se la pudo hacer arder53. En ese mismo instante, en medio de una nube, con un halo de arco iris, aparecieron cinco Dákinís y cantaron en coro el siguiente himno:
52. Este es el mandala funerario, bosquejado en el suelo con tierra coloreada u otra sustancia de modo tal que la pira funeraria, como el pericarpio de un loto, ocupa el centro. Como en Sikkim, es por lo común el mandala del Dhyáni Buda Amitabha, que como El de la Luz Ilimitada, el Iluminador o Esclarecedor, simboliza al Fuego que purifica.
53. "De modo similar, no pudo hacerse arder la pira funeraria del Señor Buda Gotama hasta que siete días después llegó Kashyapa". — Sri Nissanka.
"¡Rom!54 Habiendo sido contemplado siempre (por Él)
el Fuego divino de la Fuerza Vital,
¿Qué poder tiene el fuego (de este mundo) sobre Él?
Para Quien se dedicó largamente a la devoción,
meditando en Su cuerpo orgánico como forma divina,
¿Qué necesidad existe de dejar detrás un cadáver carnal?
Para el Yogi Que tiene el perfecto Mandala Divino
bien definido en Su propio cuerpo?
¿Qué necesidad existe del Mandala dibujado en el suelo?
Para Quien conservó la Lámpara de la Mente
ardiendo siempre brillantemente, junto con el Aliento Vital, ¿Qué necesidad existe de vuestras lámparas (mundanas)?
Para Quien siempre se alimenta con Puros Elixires,
¿Qué necesidad existe de pasteles de cereal55?
Para quien se viste con el Manto de la Castidad,
sin la mancha de la Doble Suciedad56,
¿Qué necesidad existe de bendecir el Santo Caldero57?.
54. O: "Rang", Bija (o "Semilla”) Mantra del Elemento Fuego.
55. Esto se refiere a las acostumbradas ofrendas alimenticias en la pira funeraria, efectuadas al espíritu del fallecido.
56. O: la "Doble Sombra", que es la Ilusión y el Karma.
57. Vale decir: el Santo Caldero lleno de agua lustral consagrada.
"Los cielos están rebosantes de nubes de humo
de incienso, y de perfumes de ofrendas celestiales;
Hoy no es necesario ofrecer nuestro encendido incienso.
"Las Cuatro Ordenes de Dákinís están cantando,
e incluso las Órdenes superiores de las Dákinís
tributan devoción,
¿Qué ritos, entonces, celebraréis hoy?
"Los Señores de la Sabiduría rodean ahora la pira,
y los Héroes compiten recíprocamente en tributar reverencia; no es necesario que hoy toquéis la sagrada forma.
"La reliquia mortal de Hombre Que realizó Eso
no necesita ritos convencionales; que quede en paz.
"Lo que ahora es adorado por dioses y por hombres por igual no necesita dueño; por tanto, venerad y rezad.
"A los sagrados votos ordenados por Devas y por Gurús,
no es necesario agregar órdenes.
"Ante este cúmulo de gemas y joyas invalorables
no digáis 'Esto es mío', y practicad la meditación.
"Con referencia a las palabras secretas y profundas
de los Gurús y los Budas,
no deis curso al parloteo, y permaneced en silencio.
"Las Santas Doctrinas Escogidas, que respiran el aliento
de los Ángeles,
están manchadas por la impiedad; de modo que buscad
la soledad.
"A la vida que habéis escogido
llegan muchas interrupciones;
de modo que celebrad los ritos en secreto.
"De los sermones brindados por vuestro maravilloso Gurú llegará una bendición; de modo que desechad todas las dudas.
"La historia de vuestro Maestro Jetsün
no necesita alabanza formal.
"De los himnos que cantaron las Divinas Dákinís
llegará cierta gracia; prestarle atención con
mansedumbre y fe.
"Los descendientes espirituales de Milarepa
producirán muchos yogis santos, oh vosotros,
los de destino excelso.
"Al pueblo y al ganado de este sitio
no le sobrevendrán enfermedades, oh vosotros,
seres celestiales y terrestres.
"Pues a todos los seres hoy aquí congregados
no les sobrevendrá nacimiento en los Mundos Infelices,
oh vosotros, los del género humano.
"Para el Mandala del Eso,
las apariencias externas y la mente son una sola cosa;
haced añicos entonces vuestra teoría de la dualidad.
"A las palabras finales que pronunció Jetsün
antes de desaparecer
prestad máxima atención y obedeced Sus mandatos;
éstos son de inmensa importancia.
"Que todos practiquen siempre el Sagrado Dharma;
que éste procure Paz y Felicidad a todos".
Una vez cantadas estas palabras, Ngan-Dzong-Töon-pa dijo: "La orden de que ninguno debe tocar los restos del Señor hasta que llegue Rechung y el significado del himno de las Dákinís guardan concordancia. Pero como no hay seguridad de que Rechung llegue, aunque pospongamos la cremación del sagrado cuerpo, parece probable que se desvanecerá sin dejar detrás ninguna sustancial reliquia".
Entonces Shiwa-Wöd-Reja dijo: "El mandato de Jetsün, la canción de las Dákinís y el hecho de que la pira rehúsa encenderse, todos coinciden. Es seguro que Rechung llegará pronto. Mientras tanto, nos consagremos a la oración". De modo que cada uno continuó rezando.
Para este tiempo Rechung estaba en el Monasterio de Loro-Döl; y una noche, precisamente después de medianoche, tuvo un sueño o visión clarividente, mientras se hallaba en estado de sueño super-consciente no oscurecido. Contempló en Chúbar un radiante chaitya (relicario) de cristal, cuya gloria llenaba los cielos. Aquél estaba a punto de ser retirado por una multitud de Dákinís, ayudadas por los hermanos en la Fe y los discípulos laicos de Jetsün, junto con otros numerosos seres humanos y una hueste de seres celestiales. Los cielos parecían estar poblados por la multitud, cantando todos y ofreciendo adoración. Las ofrendas eran inimaginablemente magníficas y numerosas. El también se postraba ante el chaitya. Entonces vio a Jetsün asomándose desde el chaitya y lo oyó decir: "Rechung, hijo mío, aunque no viniste cuando te lo ordené, no obstante me es grato encontrarte de nuevo; alegre en verdad es este encuentro de padre con hijo. Pero como no hay seguridad de que nos encontremos pronto otra vez, procuremos apreciar con plenitud este extraordinario placer y conversemos sobre tópicos apropiados". El pasaba afectuosamente su mano sobre la cabeza de Rechung, acariciándolo suave y amablemente; y por ello Rechung estaba estremecido por extraordinaria felicidad, amable afecto y profunda fe, como no la sintiera antes para con Jetsün. A esta altura del sueño despertó; y recordando todo cuanto Jetsün previamente le dijera, se le ocurrió este pensamiento: "¿No será que mi Gurú falleció?" A medida que se avivaba en él este pensamiento, se despertó una sensación de profunda fe, de modo que rezó; y vencido por un anhelo irreprimible decidió salir de inmediato al encuentro de Jetsün, aunque éste no fuera el preciso instante que Jetsün indicara. Entonces, se le aparecieron en los Cielos dos Dákinís diciendo: "Rechung, a menos que te apresures ahora para ver a tu Gurú, pronto partirá a los Santos Reinos y no lo verás más en esta vida. Marcha sin demora". Tan pronto dijeron estas palabras, los cielos se inundaron de gloriosos arco iris.
Muy impresionado por la visión, y rebosante del anhelo de ver a su Gurú, Rechung se levantó de inmediato e inició su viaje. Los gallos de Loro-Döl recién empezaban a cantar.
Ejercitando su fe en su Gurú y su conocimiento de controlar el proceso respiratorio, Rechung atravesó en una mañana la distancia que para viajeros montados en un asno insumiría normalmente dos meses de recorrido. Mediante el poder derivado de la suspensión de su respiración, salió disparado con la velocidad de una flecha; y al amanecer llegó a la cima del Paso existente entre Tingri y Brin, llamado Pozele. Mientras descansaba allí un rato, excitaron en él alegría y pesar, alternadamente, la notable claridad del cielo, el inusual despliegue de arco iris y otros maravillosos fenómenos que iluminaron los picos de las montañas y todo el firmamento. Observó la cima de Jovó-Rabzang definidamente iluminada con el resplandor del arco iris. También observó las nubes con forma de tiendas, y saliendo de su nebulosidad innumerables huestes de seres celestiales, dioses y diosas, todos llevando por igual innumerables ofrendas, y apresurándose, haciendo reverencia y rindiendo profunda pleitesía en dirección a Lapchi con muy fervorosa plegaria. Ante esto, Re-chung sintió gran temor, preguntó a las Deidades el significado de todos los signos y de sus acciones.
Algunas diosas replicaron: "Hombre ¿has estado viviendo con ojos y oídos cerrados? ¿De ese modo preguntas por qué se manifiestan todas estas cosas? Se ponen de manifiesto porque Jetsün Mila-Zhadpa-Dorje58, que moró en la Tierra y es venerado y honrado por los dioses y los hombres, parte ahora hacia los Reinos más Santos y Puros. Por ello es que los seres celestiales que honran el Sagrado Dharma (o la Fe Blanca) están rindiendo esta pleitesía a Jetsün, mientras todos los seres humanos congregados en Chúbar también están tributándole respeto".
58. Zhadpa-Dorje es forma abreviada del nombre iniciático de Milarepa.
Al oír esto, Rechung sintió como si le hubiesen arrancado el corazón del cuerpo, y se apresuró lo más que pudo. Al acercarse a Chúbar, sobre una roca de forma parecida a la base de un chaitya contempló a Jetsün que le aguardaba. Jetsün le saludó muy cordialmente diciendo: "¿Al fin has venido, Rechung, hijo mío?” Entonces Jetsün pasó su mano sobre la cabeza de Rechung, acariciándolo amorosamente, como Rechung viera que Jetsün lo hacía en el sueño.
Lleno de gozo ante el pensamiento de que Jetsün no había fallecido, Rechung colocó los pies de Jetsün sobre su cabeza, y rezó muy fervorosamente. Luego de contestar a todas las preguntas de Rechung, Jetsün dijo: "Rechung, hijo mío, marcha sin prisa; te precederé para prepararte alguna recepción". Y Jetsün le antecedió y en unos pocos instantes ya no estaba a la vista.
Al llegar a Chúbar, Rechung observó en la cueva donde Jetsün acostumbraba a morar, a todos los discípulos y seguidores laicos congregados en torno del cuerpo de Jetsün, lamentándose y celebrando diversos actos de veneración. Algunos de los más recientes discípulos aceptados por Jetsün no conocieron a Rechung y rehusaron permitirle que se acercara al cuerpo. Muy apesadumbrado por esto, Rechung, en su agonía, ofreció a su Gurú este himno, de la Ofrenda de las Siete Ramas:
"Oh Señor, Manifestación de los Budas Eternos,
Refugio de todas las Criaturas Sensibles,
¿Desde las honduras de Tu Gran Amor y Sabiduría
Oyes la Lamentación de Tu Infortunado Suplicante,
Rechung-Dorje-Tagpa?
"Lloro ante ti, con miseria y aflicción;
si ahora no ejerces Tu Amor y Sabiduría
para proteger a Tu Hijo, ¿por quién otro lo harías, Señor?.
"Anhelando contemplar a mi Padre, hasta Tus Pies volé;
Tu Hijo Infortunado está condenado a no ver Tu Rostro;
Ejerce Tu Bondad, concédeme Tu Gracia, oh Padre.
"A Tí, omnisciente y dotado de Amor,
Buda del pasado, presente y futuro,
yo, el mendigo, muy humildemente imploro.
"Obediente a Tus Mandatos, yo Te honro;
perdona, te suplico, mis pecados de dudas impías,
y mi herejía.
"Lleno estoy de jubilosa admiración hacia
Tus Grandes y Nobles Actos,
Y te ruego prosigas siempre haciendo girar
la Rueda del Dharma Profundo y Místico.
"Toda la virtud que gané, mediante meditación y devoción,
la dedico, oh Jetsün, a Tu Felicidad;
que ésta, mi dedicación, sea aceptada,
y pueda ver Tu Semblante.
"Antes, oh Gurú, fui Tu Favorito,
Y ahora, ¡ay! ni siquiera estoy facultado a ver Tu Cuerpo. Aunque no estuviera facultado a ver Tu Forma Real,
empero, que se me bendiga con la visión de Tu Semblante.
"Y al ver así Tu Semblante,
con realidad y visión clarividente,
pueda obtener las Doctrinas Extraordinarias y Preciosas, esenciales para vencer las dudas y críticas mientras estudio las Doctrinas Dobles59.
59. Vale decir: las doctrinas relativas al Sangsára y las concernientes al Nirvana.
"Si tú, Oh Señor Omnisciente, no eres misericordioso respondiendo a la súplica de Tu Hijo ¿con quién otro lo has de ser?.
"Oh Padre, no retires Tu Gancho de Gracia60,
y mirame con tu gracia desde los Reinos Invisibles.
60. Al igual que entre los cristianos, que creen en la gracia salvadora de Dios, de igual modo entre los budistas tibetanos se cree que las bendicione emanan de un Buda, Bodhisattva o Gurú Celestial en un mundo celestial, y de un Gran Yogi que aun está en la forma carnal, directamente hacia el devoto o discípulo de la Tierra. Estas bendiciones son figuradamente un “gancho de gracia” para atrapar y así salvar al devoto de la caída en la ilusión de la Ignorancia (o existencia sangsárica) y colocarlo en el Camino hacia la Emancipación.
60. Al igual que entre los cristianos, que creen en la gracia salvadora de Dios, de igual modo entre los budistas tibetanos se cree que las bendicione emanan de un Buda, Bodhisattva o Gurú Celestial en un mundo celestial, y de un Gran Yogi que aun está en la forma carnal, directamente hacia el devoto o discípulo de la Tierra. Estas bendiciones son figuradamente un “gancho de gracia” para atrapar y así salvar al devoto de la caída en la ilusión de la Ignorancia (o existencia sangsárica) y colocarlo en el Camino hacia la Emancipación.
"Oh Conocedor de los Tres Tiempos, ten misericordia De mí,
de Rechung, de Tu Necio Suplicante.
"Sobre mí, Rechung, ebrio del veneno de las Cinco Pasiones, mantén vigilancia, oh Padre, dotado con los Cinco Atributos de la Sabiduría Divina.
"En general, ten compasión de todo ser sensible,
en particular, ten compasión de mí, Rechung".
Tan pronto Rechung empezó a expresar esta fervorosa y dolorida plegaria, y su clara voz alcanzó al cadáver, el color de éste, que se había oscurecido, se abrillantó una vez más, y de inmediato la pira funeraria se encendió lanzando llamas. Al mismo tiempo, Shiva-Wöd Repa, Ngan-DzongTönpa, Seban-Repa y otros hermanos en la Fe, al igual que las discípulas laicas llegaron para darle la bienvenida. Pero él se sintió tan hondamente herido por no permitirle que se aproximase al cuerpo de Jetsün aquellos discípulos que no le conocían, que no se movió hasta concluir su himno de plegaria. Tan grande era la fuerza y fervor de la fe de Rechung, que Jetsün, ya sumido en el estado de la Clara Luz, reanimó su cadáver61 y dirigió estas palabras a los discípulos aceptados en último término: "Oh discípulos más jóvenes, no obréis así; un león resulta mucho más preferible que cien tigres. Tal (león) es mi hijo Rechung. Permitirle aproximarse". Luego dijo a Rechung: "Y tú, hijo mío Rechung, no tomes esto tan a pecho y acércate a tu Padre".
61. "Jetsün no había expirado en el sentido secular de la palabra, sino que estaba en el trance de Nirodha-Samápatti y de modo parecido, cuando pareció que el Señor Buda Gotama estaba muerto, solo el Venerable Anuruddha, el máximo discípulo, dueño del Ojo Celestial, siguió a la Conciencia Nirvánica del Maestro hasta los Cielos y de vuelta a la Tierra hasta que aquella se perdió fielmente en el Nirvana." — Sri Nissanka.
61. "Jetsün no había expirado en el sentido secular de la palabra, sino que estaba en el trance de Nirodha-Samápatti y de modo parecido, cuando pareció que el Señor Buda Gotama estaba muerto, solo el Venerable Anuruddha, el máximo discípulo, dueño del Ojo Celestial, siguió a la Conciencia Nirvánica del Maestro hasta los Cielos y de vuelta a la Tierra hasta que aquella se perdió fielmente en el Nirvana." — Sri Nissanka.
Continua.
Editorial: Kier
Dr.Walter Yeeling Evans-Wentz, editor.
Kazi Dawa Samdup, traductor.
Los méritos son ofrecidos a todos los
seres para que alcancen
la Iluminación en esta vida.
Qué todos los seres sean felices.
Qué se liberen del sufrimiento.
Qué no se separen nunca de la felicidad.
Qué permanezcan en la gran ecuanimidad.
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